Entre los riesgos de amor, sostenerse con honor: La Laureta
Entre los riesgos de amor, sostenerse con honor: La Laureta
Transcribed by Rachel Lyons
Comedia
Diplomatic Transcription
COMEDIA NUEVA.
ENTRE LOS RIESGOS DE AMOR;
SOSTENERSE CON HONOR.
LA LAURETA.
Compuesta por Madama Abello.
ACTORES.
[A]
El Marqués de Lucy sobrino
de la Condesa de Orna-
mira.
Basilio padre de Laureta.
Martino Regidor.
- Estevan.
[B]
Benito.
Manuela.
Brigida.
Leonora.
Arcenio criado del Marqués.
Tropa de Aldeanos.
ACTO PRIMERO.
La vista será de un Pueblo pequeño, con una alameda á la salida ; y á
corta distancia se descubre un Palacio de campo rodeado de arboles , y frondo-
sidad : fachada de Jardin , con rexas y Estatuas. Salen bailando y cantando
Laureta , Brigida , Manuela , y tropa de Aldeanos y Aldeanas- Detras D. Es-
tevan con un ramo de azahares en la mano ; y el Regidor con su Bara
de Justicia.
[A]
Celebren á Mayo
con fira y con fiesta
todos los Zagales
que tiene la Aldea.
Sobre el verde prado
que le grama asea,
prosigan el bayle
las Zagalas bellas.
Y al compás alegre
de las castañetas,
digan en aplauso
de la primavera.
Las flores , las aves,
los bosques , las selvas,
que la reconocen
todos por su Reyna.
Repara Brigida en el ramo.
[B]
Brig. Ay que ramo tan bonito !
demele usted D. Estevan.
Man. A mi , á mi.
Brid. Yo le he pedido
primero que tu.
Man. Que terca !
á mi me le debe dar.
Brig. Que tonta que eres Manuela
y por qué te le ha de dar?
Man. Porque si ;
y porque en la Aldea
es mi Padre Fiel de fechos.
Brig. Mira tu que buena renta !
ni que hija de mayorazgo!
si fueras de D. Estevan
te pudieras lisongear:
que es el rico de esta tierra.
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[A]
Laur. Dexad tan necia disputa
y prosigamos la fiesta.
Reg. Manuela tiene razon,
pues aunque no tiene renta
su Padre ; con la verdad
que por descuido profesa,
haciendola á veces quartos ;
quartos junta para ella.
Este. Qué malicioso ! callad.
Yo contentaros quisiera
á los dos ; pero no es facil :
y asi hé de darle á Laureta
solo porque no le quiere.
Laur. Yo , si señor ; pero fuera
arrogancia el pretenderle,
quando hay otras de mas prendas
que le piden.
Este. Que humildad !
siento que de azahares sea ;
que aunque en esa flor no cabe
mas que lo que representa ,
como los azahares tienen
con la hermosura adherencia ;
el nombre solo me asusta,
mirandote á tí tan bella.
Laur. Yo no se que responderos ;
perdonad mi inadvertencia.
Brig. No ves que cosas le ha dicho !
Man. ¡ Y no ves que zalamera
le ha respondido!
Benit. Muchachas,
vamos baylando , qué llega
mucha gente.
Este. Detenéos:
que sin duda es la Condesa
pues del palacio han salido:
vamonos à la alameda
á recibirla , que es justo.
Reg. Si , señor : pero usted sepa,
que yo he de hablar el primero
por persona de mas quenta :
como soy Regidor cano
por hallarse hoy esta Aldea
sed vacante de Alcaydia ;
y que por mi insuficiencia
mando hasta en el consistorio :
Lo entiende usted D. Estevan ?
no demos que hacer al diablo.
Este. Sea muy en horabuena.
[B]
Reg. Va bien puesta la valona ?
Este. Mejor que una Toga os sienta.
Reg. Mejor una soga ! fuego
en quien eso me desea ;
¡Lo que siente no ser él ap.
el que introduzga la arenga !
pero no se me da nada :
Un paso atras D. Estevan.
Este. Hacer caso de este simple
fuera en mi mayor flaqueza.
Se retiran todos los Aldeanos á un la-
- El Regidor y D. Estevan se ade-
lantan á recibir la Condesa que vendrá
acompañada del Marqués de Lucy su
sobrino , y de algunas damas
y criados.
Reg. Señora mi autoridad
en nombre de la Nobleza,
del Estado General,
del Clero, y la soldadesca :
viene á daros buenas tardes,
y á deciros que se alegra
de que honreis ésta funcion
con la comitiva vuestra :
y asi pasad á delante,
sin cortedad , ni verguenza;
y si no quereis entrar
por cumplimiento en la aldea ;
yo que soy el Regidor
á quien el Pueblo respeta :
haré que traigan los bancos
que se enqüentren en la Audiencia,
para que esteis mas á gusto.
Cond. Estimo vuestra fineza,
y aceto el ofrecimiento :
despues de que me divierta
un rato , veré si tengo
gana de entrar el la Aldea.
Reg. Voy corriendo á que los traigan:
muy pronto daré la buelta.
hace una reverencia.
Este. Beso vuestros pies Señora.
Con. Dios guarde á usted D. Estevan.
¿A visto usted hombre mas raro
que el Regidor?
Este. Si no fuera
por las sandeces que tiene,
su intencion es la mas buena.
Marq. Será ; pero su ignorancia
3
[A]
bien clara se manifiesta.
Este. El es un hombre sencillo;
y asi le aprecia la Aldea
por su proceder honrado,
pues aunque no tiene letras
y es tan rudo en sus discursos ;
con rectitud se maneja.
Marq. Eso es bueno ; pero admiro
que aqui pueda haber nobleza
siendo un pueblo tan pequeño !
ni Clero, ni soldadesca !
Este. Qué ha de haber ! solo capricho
que se te puso en la idea
para abultar su manejo.
El Clero todo se encierra
en el Cura de Lugar,
y en mi , toda la nobleza :
no hay mas Hidalgo que yo.
Mi Señora la Condesa
me conoce ; muchas veces
que la visite dispensa
como vecino.
Cond. Es constante ;
y tengo gran complacencia
cada vez que viene á verme.
hablando con el Marqués.
su conversacion discreta
merece ser atendida.
Este. Siempre me honra vuecelencia
sin que haya mérito en mi :
solo de lo que se precia
mi atencion , es de no ser
impolitico ; y en esta
ocasion , no admite duda
que lo he sido.
Cond. En que manera?
Este. No habiendo cumplimentado
á este caballero ; en fuerza
de ignorar su tratamiento.
Marq. No tengais por eso pena.
Cond. Es mi sobrino sl Marqués
de Lucy ; vino á la fiesta ;
pero se vuelve muy pronto,
porque segun manifiesta ;
la soledad no le gusta
antes la entristece.
Marq. Fuera
si lo negara engañaros.
Este. Bien su agradable presencia,
[B]
sin que à pasion se atribuya
con vuestro informe concuerda.
Desde hoy le suplico á usia
que por criado me tenga.
Marq. Podreis mandarme seguro
como amigo , D. Estevan.
Y pues me haveis definido
lo del Clero , y la nobleza
de nuestro buen Regidor ;
¿ decidme , la soldadesca
en que se funda ?
Este. En que hay
un anciano , que en la guerra
militó bastantes años,
y hoy con bastante pobreza
lo pasa ; sin mas auxïlio
que una limitada hacienda;
y auuque se ignora en la clase
que ha servido, en él se observa
que hay baxo de aquel sayal
mas de lo que representa.
Pero para su consuelo,
y que mitigue sus penas,
le han concedido los cielos
el mayor bien de la tierra
en una preciosa hija,
cuya hermosura alagueña,
hace que olvide desdichas,
y que por feliz se tenga.
Marq. Tan bonito es esa joven ?
Este. Es tanto , que con certeza
os aseguro, que nunca
é visto muger mas bella.
Y advertid Señor que yo
he corrido varias tierras ;
despues de que huve cursado
muchos años las escuelas ;
y que no es ponderacion
por la falta de experiencia.
Marq. La veremos esta tarde?
Este. Haora mismo ; una es de aquellas
que estan en ese pradillo.
Cond. ¿Cómo á sido D. Estevan
que nunca he habeis nombrado
á ésta joven?
Este. Si supiera
que en eso gusto teniais,
ya os huviera dado cuenta ;
pero estraño que en dos años
4
[A]
que ha que habita Vuecelencia
este Palacio , no la haya
visto jamas.
Cond. Fué la pena
tan grande , tan excesiba,
tanto el dolor y tristeza,
por la muerte de mi esposo,
que aunque he sido compañera
de estos campos, rara vez
estampé en ellos la huella.
Marq. Muriendo estoy ya por ver
si esta alabanza es bien hecha; ap.
porque la ponderacion
indica que el D. Estevan
está muy enamorado:
Vamos si gustais á verla.
Cond. Si Marqués , que ya los bancos
han traido de la Audiencia.
Sacan unos bancos , que el Regidor ha-
rá colocar. La Condesa , el Marqués,
as Damas , y D. Estevan al lado del
Marqués , se sientan en uno de ellos : y
en el otro el Regidor y los
Criados.
Brid. Que conversacion tan larga.
Man. Ya es demasiada su flema.
Laur. Que ayrosas que vienen todas
que adornadas las cabezas
con tan bonitos sombreros.
Man. A tí te gustan Laureta?
á mi me parecen gallos
con esas plumas que llevan.
Llevará Laureta el ramo en el pecho.
Este. Aquella de los azahares.
Cond. No teneis que darnos señas,
que entre todas se distingue.
Marq. Pues si en la radiante esfera,
el Lucero sobresale ;
el Sol entre los Planetas
y en republica de flores
la rosa se andmira Reyna :
que mucho será que siendo
Sol, Lucero, y rosa bella ;
sobresalga entre las flores
entre los Astros y Estrellas.
Cond. Niña acercate.
Laur. Señora.
Cond. Cómo te llamas ?
Laur. Laureta.
[B]
Cond. Cierto que eres muy hermosa.
Laur.Hay dios quanto me averguenzan
los que dicen que lo soy.
Cond. Y por qué ?
Laur. Me causa pena.
Cond. Antes debes alegrarte,
pero es mucha tu inocencia.
Dime quantos años tienes ?
Laur. Segun la cuenta que lleva
mi Padre ; en el mes pasado
cumpli quince.
Cond. ¡ Qué viveza
tiene ! levanta los ojos:
que vista tan alagueña !
Marq. Y que hechiceras miradas :
si supieran los que expresan.
con tan fuerta bateria
que hostilidades , no hicieran ?
añadiendo para el triunfo,
las municiones de perlas
que entre dos rojas cortinas
con dulce sonrrisa , dieran
muerte agradable á las almas
de quantos llegan á verla.
Este. ¡ O que bien Señor Marqués
vais retratando á Laureta !
Marq. Amigo, se lo merece.
Cond. Si en otro trage estubiera
hiciera un papel brillante.
Este. Prodiga naturaleza
la adornó con tantas gracias,
que el vestido no es en ella
esencial ; porque á la gala,
ella le da gala nueva.
Marq. Siento que tanto la alabe, apar.
Cond. Ahora bien ; dinos Laureta,
te quiere casa tu Padre?
Laur. Dice que no corre priesa.
Marq. Y tú no tienes amor?
Laur. Yo no se que cosa sea.
Marq. ¡ Quanto se ha alegrado el alma
al escuchar tal respuesta ! apar.
Cond. Y tu padre en que se ocupa ?
Laur. Solo en cultivar su hacienda.
Cond. Conque es muy pobre?
Laur. Señora :
aunque es pobre se contenta
y se tiene por dichoso,
mientras yo juiciosa sea,
5
[A]
asi lo dice.
Cond. Está bien ;
con bastante honradéz piensas :
y sabes tu hacer labor ?
Laur. Coser , hilar , hacer media,
y escribir tambien.
Marq. Qué dices ?
sabes escribir Laureta ?
Laur. Si señor , porque mi padre
tuvo gusto que aprendiera ;
que el que no sabe escribir
preciso es tenga rudeza,
y por no olvidar la forma
todos los dias de fiesta
me entretengo en hacer planas.
Cond. Y en los de labor , te empleas
en coser ?
Laur. Primero voy
a trabajar en la hacienda.
Marq. Pues que la tierra cultivas?
Laur. No es razon que en quanto pueda
ayude á quien me dió el ser?
su amor , su trato , y fineza ;
y su ternura , no obligan
á mis limitadas fuerzas
hacer quanto sea posible ?
á demas de que no es esa
fatiga que me incomode.
La viña nunca molesta,
ántes divierte ; es un gusto
escardar , quitar la hierba,
y las hojillas viciosas ;
plantar cerca de las cepas
las estacas ; y atar luego
los pampanos , por que puedan
madurarse los racimos
que despues coger se esperan.
Cond. Hay niña ! que desgraciada !
ya no me espanto de que esas
manos preciosas estén
maltratadas con la ofensa
del rudo exercicio , siendo
tanta su delicadeza.
Lastima tengo a tu suerte,
si en otro rango nacieras,
y no en el obscuro y bajo ;
por dichoso se tuviera
quien tu favor mereciese.
Marq. Eso a mi me sucediera. apar.
[B]
Reg. ¿ Mas que están toda la tarde
en preguntas y respuestas ?
Man. De nosotras no hacen caso,
solo de esa p icotera.
Brig. Ya me enfado de escuchar
tanta alabanza , Manuela.
Reg. Yo atajaré la parola
que es forzosa mi asistencia
en el Pueblo : que el que manda
si se descuida , lo yerra :
primero es la obligacion
que la diversion ; pues esta,
sirve para el solamente ;
y para todos aquella :
el caso es saberlo hacer
sin agraviar la Condesa :
nunca yo huviera venido
para encontrarme con ella :
ya es fuerza aguantar el poste
hasta que guste su Ausencia :
aunque en viendolos baylar,
es regular que se vuelva,
que están las nubes muy bajas,
el agua se mira cerca :
voy á pedirles permiso.
Se levanta, y Laureta se retira á un lado.
Si gustan sus reverencias,
que estas mozas, y estos mozos;
hagan ya sus avilencias ;
solo esperan se les mande,
para que usias lo vean :
si ustedes tuvieran gusto,
verán una cosa buena.
Marq. Segun el Regidor baja,
el tutearnos solo resta.
Cond. Con ese modo sencillo
su candidéz manifiesta.
Regidor , bien puede usted
decirles que baylen.
Reg. Ea
baylad con mucha elegancia,
repicad las castañetas;
y cantad esa tonada
de los pajaros , y selvas.
Se levanta el Marqués y va á sacar á
Laureta.
Marq. ¿ Laureta tu tendrás gusto
en baylar conmigo ?
Laur. Fuera
6
[A]
negarme á vuestro favor
demasiada de estrañeza:
porque no le he de tener ?
Marq. Me lo aseguras de veras ?
Laur. Pues que lo dudais ?
Marq. Creí
él que tú mejor quisieras
baylar con alguno de estos.
Laur. Si tanta vantaja lieba
usia á estos Labradores
en su talle , y su presencia,
hé de ser tan ignorante
que lo mejor no prefiera ?
¿ habrá quien dexe la rosa
por coger la tosca adelfa ?
Marq. Quién te ha enseñado ese estilo?
Laur. El corazon me le enseña.
Digamos todos unidos
con el compás y las bueltas, Baylan.
las flores , las aves,
los bosques , las selvas,
risueños festejen
á la Primavera.
Al acabar las bueltas , cesa la musica;
y dice el Marqués á Laureta aparte.
Marq. ¿ Podras luego separate
de las demás compañeras
para escucharme un momento ?
Laur. Qué amable es ! ¡ con que llaneza
me ruega lo que deseo !
Marq. No me respondes Laureta ?
Laur. Y qué me quieres decir ?
Marq. Despues lo sabrás : no seas
tan curiosa.
Laur. Está muy bien.
¡ Yo no se que es lo que altera
mi pecho ! ¡ n i lo que encuentro
yo en mi misma , que no acierta
mi discurso à darle nombre
à una novedad como esta !
pero aún que tando lo ignoro,
muy bien concibe mi idea,
que este es un nuevo accidente
que alaga mas que atormenta.
Este. No me agrada que el Marqués
tanto se incline à Laureta :
pero pues se va tan pronto,
son en vano mis sospechas:
que inclinarse à la hermosura
[B]
un joven, uo es cosa nueva ;
ni que ella le corresponda,
con el candor , é inocencia;
que à sus años , y crianza,
dan las sencillas ideas :
por lo qual , no es bien que alt ere
lo que mi pecho concierta;
que si hasta aqui lo he callado ;
mañana le daré cuenta
à su Padre de mi intento ;
y será mía Laureta.
Cond. Que no se bayla ya mas?
Reg. Muchachas , baya otra buelta.
Buelven à baylar al son de la musica:
se le cae el ramo á Laureta : le levanta
el Marqués , y al bolversele , le qui-
ta unas flores.
Laur. Ay que se me cayó el ramo.
Marq. Para que yo le cogiera :
pero te le restituyo ;
solo algunas flores de estas,
para mi , reservar quiero las pone al
no las tomo por fineza , pecho.
que tu no me las has dado;
mas las dichas las concierta
muchas veces al acaso,
y este aunque de azahar parezca,
para mi es feliz ; pues logro
el que tu pecho vengan
sus candidezes al mio
sin que tu en ello intervengas.
Este. Mucho se va declarando,
y me pesa de que sea
el ramo que yo la he dado
instrumento con que pueda
significarla su afecto ;
que aunque no ha sido fineza
( segun dixo ) ya las flores
puso al pecho ; porque vea,
con quanto aprecio las trata.
si al corazon las acerca :
no quiera Dios que su nombre
triste baticinio sea
para esta pobre inocente,
porque el alma lo recela;
mas con hablar à su padre
mi cuidado se remedia.
Brig. Señor D. Estevan , baya
que estimó mucho Laureta
7
[A]
el ramo que usted la dió,
yo con ninguno partiera
si à mi me le huviera dado.
Man. Ni yo dexara aunque fuera
el Rey , que una flor tomase,
como el ramo mio fuera,
me alegro : bien empleado !
Este. Las villanas me averguenzan ap.
si el Marqués se las quító,
qué culpa à tenido ella ?
Brig. Si ; pero no lo ha sentido,
antes quedó muy contenta.
Mira al Marqués con un anteojo hacia
el palacio.
Marq. Si no me engaña la vista
coches al Castillo llegan
con Damas.
Se levanta la Condesa y todos.
Cond. No , no te engañas ;
pues ya veo que se apean,
éstas son las que aguardava
yo juzgué que no vinieran
estando el tiempo tan malo.
Vé , Arsenio , no te detengas ;
diles como estoy aqui,
que quiero que se diviertan
ya que à eso vienen ; y espero
que sin cumplimiento sea
no aguardando á que yo vaya.
Este. La tarde está muy rebuelta;
mejor ha de ser , Señora,
que honreis nuestra pobre Aldea
y mi humilde domicilio :
si os dignais de que yo tenga
ese honor.
Cond. Con mucho gusto :
en casa de D. Estevan à Arsenio.
las llevarás. Es muy dable
que mas gusto en venir tengan
à pie este trecho ; que quando
la circunspeccion se dexa
de la Corte ; es por lograr
la libertad que presenta
el campo , à quien le apetece ;
sin reparos , ni etiquetas.
Reg. Haveis , Señora , acertado ;
por que el golpe de la fiesta
está en las casas del Pueblo,
con las gentes forasteras.
[B]
Marq. Con que hay mucha gente ?
Reg. Vaya :
no cabe mas en la Aldea ;
yo no se porque quisieron
salir estas viltroteras
por entre estos andurriales.
Ben. Discurrieron que vinieran
à verlas baylar.
Reg. Si , cierto
buena cara el Cielo enseña:
el haverlos yo seguido,
fue por temer que tuvieran
alguna riña los mozos
que en ocasiones como estas
con muy pequeño motivo
se levantan las pendencias;
y para estorvar disturbios
les bastaba mi presencia,
la que allá es muy necesaria
por razon de mi regencia.
Marq. El mando le tiene loco. ap.los dos
Cond. Me divierte su simpleza.
Reg. Adelantate Benito,
que recibir con decencia
à estos Señores se debe.
Di al Cabildo se prevenga;
y à quien le toca , que saque
sin alegar preminencia ;
los ciriales y la Cruz
para sus Altipotencias.
Cond. Qué decis ! no es necesario.
Este. Estais loco?
Reg. Siempre es buena
la politica ; y cuidado,
que yo estuve en cierta tierra
donde vi esta ceremonia ;
y con quien se hizo , no era
para poder descalzar
al Marqués , ni à la Condesa.
Ben. Y à donde está ese Cabildo ?
Reg. Yo no he visto hombre mas bestia:
¿qué no hay otro Regidor,
y un Fiel de fechos , babieca ?
Ben. Y la Cruz , y los ciriales
que usted tanto me encomienda;
quién los traerá ?
Reg. Me consume :
pues que no hay Cura en la Aldea ?
no hay Sacristán , y monágo ?
8
[A]
Benit. Y quando todo eso sea
habrá tiempo suficiente ?
Reg. No á de haber ? una Condesa
no puede andar en seis horas
ni miedo quarto de legua.
Marq. Muriendome estoy de risa.
Cond. Ya basta de conferencia,
lo damos por recibido.
Reg. Sea muy enhorabuena :
adelante baylarines,
seguid vuestra cantinela.
Marq. Laureta hermosa no olvides
lo que mi afecto desea. aparte.
Laur. Veré si encuentro ocasion.
Marq. O ! quiera amor que la tengas !
Las flores , las aves , &c.
Se entran cantando y baylando.
Plaza del Lugar con un pedazo de so-
portal : y en ella una fachada de casa
grande , con unas Armas encima de la
puerta ; à la salida de la Plaza se ve
una pequeña babitacion : a la puerta es-
tará Basilio vestido de La-
brador humilde.
Basil. Con que gusto todo el Pueblo
el primer dia celebra
de Mayo ! ¡ qué regozijo
en sus semblantes no muestran,
y en sus acciones ! bien como
en mi reyna la tristeza,
sín saber porque motivo.
Yo no penetro qual sea
la causa de este disgusto ;
porque si es por mi pobreza,
ésta no me mortifica,
quando el Cielo me dispensa
salud para que trabaje,
y liberal me franquea
despues los frutos que bastan,
para que con ellos pueda
mantener mí debil vida,
y à mi querida Laurera.
Quando la nombro parece
que el corazon se me anega
en un mar de sentimientos,
sin conceptuar quales sean:
esta es novedad , que à el alma
en confusiones la dexa;
que si es toda mi alegria,
[B]
mi consuelo y complacencia,
¿ cómo es dable que su nombre
me pueda á mi causar pena ?
sin duda que es aprension
que como à la edad senecta
las diversiones no agradan;
hoy estas que se presentan,
dan à la melancolía
fomento para que sienta;
de mis fortunas pasadas
ya ni aún memoria me queda.
Ay hija mia ! el Señor
pues que te crió tan bella,
te preserve de peligros.
No puedo pasar sin verla
un momento ; cerraré,
para buscarla , esta puerta,
y me la traheré conmigo;
que es la ociosidad muy diestra
en los ojos licenciosos ;
y hay jovenes en la Aldea
forasteros ; y no quiero
que el vicio que en muchos reina,
se atreva ( ni aún con la vista )
al candor de su pureza.
Cierra , y se va.
El Marqués , y Laureta salen de la
casa de D. Estevan ; se ponen á ha-
blar fuera de la puerta.
Marq. ¿Con que al fin Laureta hermosa
ninguna impresion te hace
lo que te digo ?
Laur. Ah ! Señor !
si supierais quanta me hace !
Marq. No puede ser ; quando à todo
te niegas.
Laur. ¡ Si tengo padre
que en mi domina; y los medios
que proponeis son infames !
Marq. ¿ Infamia llamas querer
de esta miseria sacarte,
compadeciendo tu suerte ?
y que al verte inexòrable
contigo misma ; mi amor,
que tanta estimacion hace
de tus méritos , procure
como tan interesante
en tus dichas ¿qué abandones
este rustico villaje ?
9
[A]
que por la seda , y el oro
trueques el villano trage ?
que la cabaña pajiza
de adobes toscos ; la cambies
á un edificio amueblado
con fausto y preciosidades ?
qué familía competente
te sirva ? ¿qué te preparen
los manjares exquisitos
que mas à tu gusto agraden ?
¿que en una rica carroza
( cuyo tren considerable
será siempre el mas lucido )
en los paseos y calles,
puedas ostentar alegre
tu perfeccion admirable,
con envidia de las Damas,
de ver que las sobresales ?
¿que sin cuidar de otra cosa
que à tí pueda incomodarte;
sean tus ocupaciones
teatro , musica y bayle ?
esto es Laureta ofenderte?
esto es querer agraviarte?
si no es posible que pueda
vivir sin tí ni un instante
pues en menos de tres horas
tanto imperio en mi lograste
que juzgo que los momentos
se han de contar por edades :
¿podrá ser que yo te dexe
à sentir penalidades ?
á que la tierra cultives?
à que el trabajo te acabe ?
¿y que un grosero Aldeano,
en tí logre el mas amable
echizo de amor ? primero
sabré la vida quitarme.
Si tan hermosa nacíste,
lo que aun conocer no sabes,
¿es dón que le menosprecies
quando es el mas estimable ?
No , no le prives al mundo,
Laureta, de un bien tan grande;
que vivir aqui olvidada,
lo mismo es que sepultarte.
Laur. Señor , los partidos son
à la verdad apreciables :
pero podré yo partirme
[B]
sin licencia de mi Padre,
y sin saber el motivo
porque quereis exaltarme ?
permitid que se lo diga ;
y si es que se conformáre
en que me vaya con vos,
será el seguiros mas facil ;
aunque tampoco lo haré
solo por no abondonarle:
que ha de hacer sin mi ? quereis
que se muera ? será dable
que lo consintais , teniendo
alma tan sensible y grande ;
Si disfrutára conmigo
de iguales comodidades ;
entonces yo adoptaría
vuestras liberalidades.
Marq.t Si consigo disuadirla
de antas contrariedades
daré al templo de amor
un corazon de diamante. apart.
Disfrutará quantas quieras ;
tendrá quantas tu gustares;
pero no conviene ahora
que de esto se le dé parte.
Los padres son muy celosos
de sus hijas ; querrá darte
mas un marido aldeano,
por que siempre le acompañes,
que quanto te he prometido :
que como en su edad no caben
los alegres pasatiempos ;
( que él dirá puerilidades )
solo la vida campestre
será la que mas le adapte :
dexa primero que à tí
en el estado brillante
y ostentoso llegue à verte ;
que él mudará de dictamen.
Mientras tanto con secreto
yo lo enviaré lo que baste
á su regalo y decencia.
Quieres mas ?
Laur. Eso es bastante :
pero en llegando à pensar
que tengo de abandonarle;
no es posible persuadirme.
Dexadme Señor : Dexadme.
Marq. Ya te dexo : à Dios Laureta
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[A]
perdona si incomodarte
he podido.
Laur. Qué asi os vais ?
Marq. A que tengo de aguardarme :
¿pretendes que nos censure
la gente que está en el bayle
sin que adelantemos nada ?
si mis ruegos son en valde
contigo ; si me desprecias
quando mas pienso obligarte.
¡Oh que distinto es mi afecto
del tuyo !
Laur. Siento escucharle;
se enojó ¡que rigoroso
está conmigo , aunque amable
y rendido ! Oh si encontrára
modo de desenfadarle.
Me confundo ! yo no acierto
sin que à mi decoro falte.
Pues si es fuerza responderos
( Ah! si no acierto à engañarle! )
digo , Señor , que mi afecto
es con extremo muy grande;
y en el supuesto de que
estimo el vuestro bastante
por ahorrar de discursos,
bajo las seguridades
que me dais ; por complaceros
irè donde vos gustareis.
Dá un trueno muy fuerte y ella
se estremece.
Laur. ¡Valgame Dios ; si los cielos
se ofenden de que yo falte
al respeto paternal!
Marq. Estas son casualidades,
y que el tronar es efecto
natural , no ignora nadie.
Buelve . á tronar , y se ven algunos
relampagos.
Marq. Retiremonos à dentro,
que la tempestad es grande.
Laur. A mi temeroso pecho
el miedo tiene cobarde. se entran.
Sale Basil. La nube es temible , y viene
dirigiendose à esta parte,
Qué obscuridad ! Dios eterno,
de la echura que formasteis
tened piedad ; pues parece
que la fabrica admirable
[B]
del mundo , à segundo cáos
se va à reducir : son grandes
nuestras culpas ; no hay enmienda,
y aunque sois benigno padre;
sois recto Juez ; y es preciso
que castigueis las maldades.
Basilio y Benito.
Benit. Tio Basilio, que hace usted
parado aqui ; quando nadie
se atreve à salir de casa ?
Basil. Y por qué Benito sales ?
Benit. Porque el Regidor me envia
con un recado importante
en casa del fiel de fechos.
Basil. A mi , Laureta me trahe
cuidadoso ; no sabiendo
à donde estará.
Benit. Es muy facil
el encontrarla : entre usted,
que ya se remató el bayle
despues que empezó à tronar.
Basil. Don Estevan tuvo bayle ?
Benit. Si Señor , por la Condesa :
estuvieron los Zagales,
y todas las Señoronas
que han venido al Pueblo à holgarse.
Basil. Tambien señores habria ?
Benit. No habia de haber ! ya se sabe;
la pregunta es bien estraña.
Basil. ¡Y que los hombre se maten
tanto por estas funciones,
y quieran incomodarse !
Benit. Si viera usted , tio Basilio
à Laureta ; como es padre
se le caería la baba.
Basil. Pues que hubo?
Benit. Que fueron tales
las alabanzas de todos :
( yo ya llegaba à enbobarme. )
La cogieron las señoras
como si fuera à una Imagen
la miraban ; y decian;
què ojos ! qué cara ! qué talle !
y entonces la bendecian,
sin olvidar á sus padres :
y ella la retrecherilla
à todos les daba mate.
Basil. Quiera Dios que sea virtuosa
que es el don mas apreciable.
11
[A]
Benit. Pero fué cosa graciosa
el mirar en un instante
desocupada la casa
de tantos pavos reales :
unas corriendo al Palacio
se fueron ; sin aguardarse
à que vinierán los coches,
otras corriendo se salen
sin saber donde meterse :
aun que D. Estevan, antes
las rogó que se estuvieran:
pero es su temor tan grande
que en la Iglesia se han entrado.
Basil. El refugio es admirable;
que es la Casa del Señor
puerto de seguridades.
Vuelve à tronar y tiembla Benito.
Benito. Señor Basilio , à los truenos
tengo yo un miedo muy grande.
Basil. No temas , que Dios querrá
que la tempestad se pase
sin que haga daño.
Benit. Asi sea.
Pero mejor será que ántes
nos entremos allá dentro ;
aunque el Regidor regañe;
mas han cerrado la puerta.
Basil. El soportal es bastante
resguardo para la lluvia :
¿piensas que por encerrarte
te libertas de peligros ?
¿quién será tan ignorante
que de las divinas iras
juzgue poder libertarse ?
Prosigue la tempestad , y empieza
á granizar.
Benit. Si Señor ; pero con todo : : :
Jesus que piedras tan grandes !
Basil. Rompió la nube : Señor,
muestra tus benignidades.
Mientras cae el granizo ; Basilio con
demostraciones de sentimiento mira al
Cieló. En cesando se aclara el Tea-
tro , y se vé el Arco Iris.
Ya el Iris de Paz asoma
con nacarados celajes;
ya del lobrego Aquilon
cesó el furioso combate;
ya serenidad anuncia;
[B]
todo calmó en un instante:
gr acias los hombres os demos
po r beneficios tan grandes.
Benit. Que granizo tan cruel !
jamás los he visto iguales.
Huevos de Abestruz parecen :
à Dios viñas, y olivares,
à Dios trigos , y cebadas.
Abren la puerta
Basilio , Benito , D. Estevan , el Regi-
dor , y los Aldeanos.
Este. Quién vió desdicha mas grande !
Regid. Todo el campo se ha arruinado;
y pereceremos de hambre.
Brig. Pobre de mi , que no tengo
mas que es á mi anciana madre;
y à un hermanito pequeño.
Man. Pues yo aunque tengo à mi padre
si faltan los cortos frutos,
la pluma poco le vale.
Benit. Y yo que con mi sudor,
por no tener mas caudales;
mantenia á mi muger,
y dos hijos ; será facil
hallar quien me dé trabajo
no hav iendo ya en que emplearme?
Regi. Y yo que aqui estoy callando;
sin atrever à quexarme :
¿ qué haré con tanta familia;
sin tener nada que darles ?
Basil. Callad que me da congoja
veros tan desconfiables :
Gente sin fe : ¿no sabeis
la providencia admirable
del que mantiene à la hormiga;
y al insecto despreciable ?
podrá faltar su palabra ?
el nos cuidará , que es padre
de todos ; y nos dará
el sustento indispensable.
Este. Basilio dice muy bien.
Reg. Dice muy bien ; pero à nadie
los dineros por la puerta
se le entran sin que trabaje,
ó tenga donde le vengan :
uste es rico ; y nada sabe
de escaseces , señor mio :
yo voy à ver lo que sé hace
en el Lugar ; que la gente
12
[A]
con semejantes desastres,
abandonando las casas
irán á sus heredades
à registrar el estrago;
como si han de remediarle:
y mientras tanto vendrán
los que al usmo de estos lances
andan echando los bofes;
y los dexarán en carnes.
Nada se le escapa à quien
como yo gobernar sabe :
Ven Benito , porque quiero
que tu solo me acompañes;
ya que no fuiste al recado;
que asi es fuersa castigarte.
Las tres. ¡ Infelices de nosotras,
en año tan miserable ! van.
Este. Pobres!gentes quien pudiera
aliviar vuestros pesares !
haré lo que sea posible
atento à mis facultades ;
y veré si la Condesa
excitando sus piedades
con la mas triste pintura,
de estas infelicidades;
se mueve à darles socorro,
ó en algo quiere ayudarles.
Basilio , aunque estais conforme
por tener un alma grande ;
conosco disimulais :
vuestro amigo soy , mandadme :
quedad con Dios ,Lauretita à Laure.
buen animo. vase.
Los dos. El cielo os guarde.
Basil. Ven hija , y no te me aflijas;
ni pongas mustio el semblante :
Padre tienes todavia,
que por tí sabrá humillarse
à pedir una limosna;
si otro recurso no hallase
para poder mantenerte.
Laur. Esta es voz muy penetrante :
hay de mi! que el corazon apar.
se divide en dos mitades,
al escuchar sus ternuras.
Yo dexar á mi buen Padre?
yo apartarme de su vista ?
del patrio nido alejarme
sin que me dé su permiso?
[B]
Oh Dios ! me será esto facil?
No lo haré : no. ¿Padre mio ;
no es mas justo que yo pase
por el rubor de pedir,
que veros en tal ultrage ?
Yo soy joven , y podré
aguantar mejor el hambre,
y la sed , que vos ; si acaso
en las gentes no encontráre
quien me socorra , mi pena
en estas calamidades ;
será no poder , Señor,
daros aquello que baste
para sostener la vida
en tantas necesidades.
Basil. No hija mia , que en ti fuera
mal parecido : tú sabes
al riesgo que te exponías ?
Laur. Pues si no , Señor , dexadme
que yo me ponga à servir ;
y todo aquello que gane
os lo enbiaré muy contenta.
Me dixeron esta tarde
algunas de las Señoras,
que gustarían llevarme
à su casa ; y me tendrían
con estimacion bastante.
Basil. Ah Laureta ! no conoces
el mundo , y sus falsedades !
eres muy niña ¿ y tendrías
valor para separarte
de mí ? tan barbara eres
que intentas abandonarme
y abandonarte , olvidando
las obligaciones grandes
con que naciste : aunque pobre
de esto debes acordarte.
Laur. Tiemblo solo de pensar apa.
de que consentí en dexarle ;
perdonadme , Padre mio :
y estas lagrimas , que nacen
de un firme arrepentimiento :::
Se pone de rodillas.
Basil. Qué dices Laureta ? dame
los brazos querida hija :
La levanta y la abraza.
llega conmigo à estrecharte :
esa juventud lozana
à este trono seco, enlace.
13
[A]
Bien conozco de tu amor
que solo por remediarme
harías el sacrificio
de dexar tu pobre Padre :
pero eso , hija , fuera un hierro
para los dos insoldable.
Mañana amanecera,
y veremos si es tan grande
en nuestra viña el estrago:
y si fuere semejante
al que hemos imaginado ;
paciencia , y Dios nos ampare.
Yo disimulo por ella apar.
pero mi dolor es grande.
Laur. Por mas que el Marqués me ruegue,
no dexaré yo à mi Padre ;
pues una cosa es quererle,
y otra es el abandonarme :
y entre mi amor , y mi honor ;
mi honor debe ser antes.
ACTO SEGUNDO.
Salon corto.
Sale el Marqués.
Mar. Con que desasosiego mis cuidados
El modo de agradarle discurriendo
Me han tenido esta noche, sin deberle
Al descanso siquiera ni un momento:
¡Una hermosura en mi ha podido tanto
Que me separa de aquel procedimiento
Con que es justo que ampare à los
humildes
Por su miseria, y lo que à mi me debo!
¡A una inocente joven mi malicia
Procura seducir ¡con qué rodeos
Para honestar el daño de su ruina
Mi astucia la disuade de los riesgos !
Aquel humilde albergue que la guarda
Centro de la virtud , y del sosiego
Iré à llenar de sombras paborosas
Con negro deshonor , y vilipendio !
No Lucy , no lo intentes, dexa , dexa
Que en lo florido de sus años tiernos
Goce de su quietud , y su alegria;
Dando à su anciano padre aquel con-
tento
De mirarla enlazada al venturoso
[B]
Joven aldeano que la diere el Cielo.
Mas ay de mi , que es facil pronun-
ciarlo,
Pero no consentirlo : no , no puedo;
Y aunque mi estado , y vida se aven-
turen;
Yo de Laureta hermosa he de ser
dueño.
No puedo ser su Esposo , humanas
Leyes,
Y la razon de estado lo han dispuesto;
Porque al libre alvedrio no le quede
La facultad de proceder exempto :
Mas no habrá quien estorve á mi
cariño
El poner à sus pies quanto poseo.
Terrible lucha le atormenta à el alma
Conociendo el error : y conociendo,
Que causa superior quiere apartarme,
Y que yo la abandono , y la desprecio:
Pues sin poder valermede este auxilio,
A conseguir mi amor estoy resuelto.
Sale la Condesa
Con. Querido Lucy, que haces aqui solo?
Cómo tan triste estás, y tan suspenso?
Parece te à tocado à ti la pena
De nuestros Aldeanos ; me conduelo,
Pues los trabajos à todos interesan
Por solo humanidad; y mas si de ellos
Dependen nuestras rentas ; que en
tal caso .
Tenemos precision de socorrerlos.
A noche D. Estevan me ha pintado
(Por lo de ayer) el mucho desconsuelo
Con que todos estaban: es piadoso ,
Y acreditarlo quiere , disponiendo
Que vayan los vecinos à su casa,
Donde hallarán abiertos los graneros;
Y dará à proporcion , segun sus
fuerzas
Pudieren alcanzar: él nos da exemplo;
Debemos imitarle , y por lo mismo,
Te traerá luego aqui mi tesorero
El dinero que baste à sus alivios.
Porque sea tu mano el instrumento
Que calme sus fatigas ; y no digan
Que mas à D. Estevan merecieron.
Marq. Decis muy bien , de nada sirve
el oro
14
[A]
Que la codicia guarda, ó el aprecio:
Pues el que está escondido , ó en-
cerrado;
Lo mismo viene à ser que no tenerlo:
El que la vanidad consagra al luxo,
Desdora muchas veces à su dueño
Quitando à la piedad, lo que debiera
Si no se dilatára à lo superfluo.
Yo por mi se deciros que en mi vida
Me encuentro tan alegre, y satisfecho;
Como quando hallo modo con que
acalle,
Del infelice , al misero lamento.
Cond. Atributo es de una alma generosa
El encontrarse pronta á obrar lo
bueno.
Voy para hacer que llamen á Leo-
nardo,
Y que te traiga al punto aquel dinero,
Que juzgues necesario , que à los
Pobres
Lo que se haya de dar debe ser presto.
Marq. En quanto me lo traiga , iré à
serviros.
Se va la Condesa.
Mientras tanto veré si viene Arsenio,
Y sabré si el papel dió à mi Laureta;
Y que es lo que responde à mis deseos.
Se entra.
Se ve Laureta á la entrada de su casa
con un papel que estará leyendo , y
representando al mismo tiempo.
Laur. Papel que le das à el alma
entre pesar , y contento
cúmulo de confusiones
que yo misma no penetro;
de tu amable dueño explicas
el amor , y el sentimiento:
quexas me das sin motivo,
mas con tan dulce , tan tierno
estilo, que te aseguro
que las quexas le agradezco :
que podré yo responder
si à sus cuidados atiendo
por mas bien que me los pinte
que no sea en detrimento
de mi honor , y de mi Padre!
Hay Marqués mio , lo siento !
mejor es desengañarte
[B]
por lo mucho que te quiero :
Pero este último à Dios
con que me amenaza ; tiemblo
de solo considerar
que para siempre le pierdo.
Mas mi Padre ::: si habrá visto
el papel ::: qué sentimiento !
cabarde estoy : pero ya
modo de enmendarlo tengo.
Mete el papel en el pecho , le trueca à
su tiempo , y sale Basilio.
Basil. Laureta que turbacion
es esa ? ¿porqué en el pecho
guardaste un papel !
Laur. Ay dios !
Señor , estava emvolviendo
este liston , que de adorno
hayer me sirvió en el pelo, enseña una
y como ví que llegavais, cinta.
por sacaros el almuerzo
le guardé son detenerme
en ponerle á donde suelo.
Basil. Está bien , nada ma traigas.
Laur. Porqué Padre ? no estais bueno?
Basil. Si, hija mia , bueno estoy;
pero algo cansado vengo,
y me falta el apetito.
Laur. Vuestro disgusto comprehendo;
¿el destrozo de la viña
fue muy grande ?
Basil. Yo no debo
mentirte , bastante fué;
mas no debemos por eso
entregarnos à la pena:
uo hay vecino en todo el Pueblo
que no se lamente , y llore
conociendo los efectos ;
porque á todos en comun,
quiso castigar el Cielo.
Mas, hija , el Señor es Padre
misericordioso , creo
que à todos nos dará alivio ;
en su clemencia esperemos,
sin dejar de trabajar ;
y aquello que adelantemos
con el sudor , y fatiga,
eso nos encontrarémos.
Laur. Qué conformidad ! mirad
que ya prevenido os tengo
15
[A]
el desayuno,
Basil. ¿ Y tú dime
has almorzado ?
Laur. Primero
he de ver que vos tomais,
Padre mio , algun sustento.
Basil. Atrueque que tu le tomes
quiero ceder é tus ruegos.
y que es lo que me has de dar ?
Laur. Frutas secas , no tenemos
otra cosa.
Basil. Eso es bastante,
las gentes en otros tiempos
con ellas se mantenian,
y estaban sanos , y buenos:
no usaban carnes , ni vinos;
y asi pasaban contentos,
la leche , y la miel, les era
su mas sabrosa alimento,
sin buscar à su apetito
ni mas salsas , ni aderezos;
pero despues que entró el luxo
fue lo natural perdiendo
la virtud , y la edad de oro
se vió convertida en yerro.
Laur. Que felices que serían
los hombres entonces ; creo
no tendrían las miserias
que nosotros padecemos.
Basil. Ay hija , la poca fé
es la que causa todo eso.
Laur. Voy Señor á lo que he dicho.
Suena à dentro ruido y aclamaciones.
Dicen. El Marqués , y D. Estevan
vivan para amparo nuestro.
Basil. No comprendo este saludo,
ni lo que dicen sus ecos.
Dentro. Vivan pues que son los dos
hoy los padres de este Pueblo.
Sale el Regidor y Aldeanos.
Regi. En esto de dar noticias,
y buenas nuevas me precio
de ser primero que otro.
Señor Basilio , buen tiempo :
tome uste esa librancita,
que yo quisiera traheros
un tesoro á vuestra casa.
Le dá un papel.
Basil. El buen deseo agradezco.
[B]
Regi. Lo principal son las obras;
porque solo con deseos
à Dios se sirve no mas;
asi hablan los palaciegos. Lee Basil.
Basil. Quatro fanegas d e trigo
por D. Estevan Pacheco.
Sale D. Estevan.
Regi. Parece que lo ha escuchado
segun acudió ligero
à que le dierais las gracias.
Basil. Yo se las doy ; y le ruego
al Cielo le remunére
tanto bien.
Este. No hableis en eso:
jamás en tal he pensado:
son del Regidor acuerdos.
Regi. Y por qué , no , señor mio ?
Basil. Y cómo he de entender esto ?
Regi. En mi vida vi tal duda:
como se entiende ; comiendo :
sois torpe , Señor Basilio
sino comprendeis el cuento :
Don Estevan es un hombre
muy amigo á lo que entiendo
de hacer favores à todos,
y por este mal suceso
que la piedra ha ocasionado,
de sus copiosos graneros,
entre los pobres vecinos,
quiere hacer repartimiento,
y à proporcion de la gente
ir à todos socorriendo.
Esto se ha hecho exactamente :
bien trabajó el Fiel de fechos
en hacer los boletines,
y que yo le ayudé à ello :
y D. Estevan notaba
lo que el otro iba escribiendo :
y que en menos de dos horas
se evacuaron los boletos.
Se ha hecho à las mil maravillas;
pero lo mejor no es eso,
que aún falta que sepas mas.
Señor Basilio buen tiempo.
Esto lo dice muy alegre , restregando-
se las manos.
Este. Callad Regidor que siempre
quereis hablar el primero.
Reg. Hable usté que es del Lugar,
16
[A]
aunque es un hombre tan bueno.
El Regidor à parte á Benito , mientras
- Estevan y Basilio hablan tam-
bien aparte.
- Estevan , nunca dexa
de menear la sin hueso :
yo no puedo meter baza
donde él está ; le comprehendo :
es envidia que me tiene
de verme tan afluento ;
pero es preciso callar,
mi autoridad suprimiendo
por esta vez , que en el dia
que se recibe , no es bueno
contradecir al que dá,
ni murmurar de sus hechos.
Benit. Asi es verdad , calle usted.
Regi. ¿No ves que los estoy haciendo,
majadero ?
Benit. Bueno fuera,
si acaso pudiera hacerlo.
Este. Al fin salí como os digo,
y los campos recurriendo;
ví las lozanas espigas
por sus delicados cuellos
truncadas ; las tiernas vides
arrancadas de su centro,
que mustias , y desojadas
daban señas de esqueletos:
me compadeció el trabajo,
y aunque en ello me comprehendo,
olvidé mis propias males,
para sentir los agenos ;
pues fuera delito en mi
quejarme ; quando le debo
à la mano omnípotente
los bienes que no merezco.
Me fui à ver la Condesa
à noche mismo , y de acuerdo
entre los dos dispusimos
el remediar á éste Pueblo.
Yo abriendo mis almacenes;
y éllas sus arcas abriendo:
volví à mi casa , y al punto
llamé al Regidor , que luego
vino como siempre suele
con su amigo el Fiel de fechos:
se hicieron las cedulillas
como el ha dicho ; atendiendo
[B]
segun el numero , à que
no haya ninguna descontento.
Con ellas acudir deben
à recibir el ingreso
que mis criados darán
sin dilacion , ni rodeos.
Esto es por mi parte , vamos
à la Condesa , que ha hecho
que su sobrino el Marqués
vaya las casas corriendo,
y con piadoso cuidado
onzas de oro repartiendo,
segun la familia vé
y numero de sugetos.
Este beneficio amigo
ya nos le pagan , pidiendo
à Dios por nuestra salud;
porque del pobre es el ruego
mayor paga , y recompensa,
que el bien que por él hacemos
¡No se como no ha venido
à vuestra casa!
Basil. Aún hay tiempo.
Manu. Ves? de ella no se ha acordado
con todos los cumplimientos
de ayer tarder. aparte entre los dos.
Brig. Quién los hombres ?
mal fuego de Dios en ellos ;
quando nos tienen delante
aparentan que están muertos,
ó que no podrán vivir
sino les correspondemos,
y en volviendo las espaldas
se burlan si los creemos.
Este. ¿Laureta, te has recobrado
del susto en que te pusieron
los truenos de ayer ?
Este. Señor
aunque dicen que es efecto
natural ; nos sobresaltan
à los que no comprehendemos
las causas ; mirando solo
la ira de Dios en ellos.
Este. Pues Lauretita descansa:
Señor Basilio , hablarémos
despues , y de esa libranza
no teneis que hacer aprecio;
que por no hacer excepcion
la firmé por cumplimiento;
17
[A]
que es por demás darla , à quien
de toda mi hacienda es dueño.
Basil. Vivais mil años , que yo
tanta dicha no merezco.
Regi. Me alegro , Señor Basilio
ya puede usté estar contento :
ahora falta que el Marqués
venga , y os traiga dineros :
y por si acaso se olvida
yo le iré à hacer el recuerdo.
Basil. No hagais tal , dejadle , amigo;
su voluntad de forcemos,
que si quiere ya sabrá
que soy vecino del Pueblo.
Reg. Cómo no ? lo dicho , dicho:
usted no se mata en eso.
Brig. Pues para ir à mi casa
no fue necesario empeños. como con
Man. Ni tampoco para ir jactancia.
à la mia.
Basil. Yo me alegro,
el Cielo os colme de bienes;
que yo , y mi hija , contentos
estamos con lo que sea
su voluntad
Man. A lo menos
le debimos mas memoria.
Brig. Laureta que dices de esto?
Laur. Que vuestro mérito es grande,
y que el mio es muy pequeño.
Brigi. Que falsamente responde apar-
Manu. Brigida vamonos presto
sabremos si el Regidor
habló al Marqués.
Brig. Dudas eso.
Las dos. A Dios Laureta.
Laur. El os guarde.
Manu. Señor Basilio hasta luego:
que vendremos à saber
el socorro que os han hecho.
Basil. La curiosidad es propia
si se atiende à vuestro sexo.
Vanse y queda Basilio, y Laureta.
Laur. Con estas demoras Padre
no haveís tomado el almuerzo.
Basil. Dexalo , porque ya es hora
de comer y entrate à dentro,
y dispon lo que quisieres.
Laur. Voy señor à obedeceros.
[B]
Basil. ¡ Infeliz hija , qué pronto
mis fortunas vas siguiendo!
Se sienta Basilio en un banco que esta-
rá á la puerta, se queda suspenso , y
sale el Marqués.
Marq. Este sin duda es Basilio
padre de mi amada dueño;
Qué respetuoso semblante !
y qué tristeza en él veo !
¿ amigo como asi estais
Buelve Basilio de su suspecion , y
se levanta.
tan consternado , y suspenso ?
No à la pena os entregueis,
esperad del justo Cielo
el alivio , y de los hombres
compasivos el remedio.
Basil. Ah Señor ! no es mi tristeza
hija de viles afectos.
La tempestad de ayer tarde
que tanto destrozo ha hecho;
aunque pudiera afligirme
considerando que quedo
sometido à la indigencia,
y à mendigar el sustento;
y que lo que con sudor
regué para mi alimento,
en pocos minutos, fue
despojo de un pedreguero;
no me diera tanta pena,
como una hija que tengo,
que es quien causa mis cuidados
por lo mucho que la quiero.
Su poca edad , su inocencia,
sin experiencia en los riesgos,
y verse en tal abandono
con un pobre padre viejo,
que no puede mantenerla,
ni exponerla à los funestos
accidentes peligrosos
que à la virtud dan asedio;
¿os parece no es bastante
para tanto desconsuelo?
Marq. Teneis razon , lo conozco;
pero es bien nos conformamos
con los trabajos.
Basil. Yo lo hago :
pero como hombre me quejo
quando me olvido de que
18
[A]
me sabrá dar el consuelo
quien me dá las aflicciones
si à sus piedades atiendo :
la pasion propia es la que
à ratos me dá recuerdos
de mis sucesos , ó nunca
tuviera memoria de ellos.
Veinte años serví á la Patria
con honor ; merecí en ellos
estimacion , mi desgracia
fue la que se opuso al premio :
salí cubierto de heridas,
y méritos que no cuento :
y en la reforma de tropas
me tocó ser uno de ellos.
Marq. Con qué haveis servido?
Basil. Si,
tomé las armas siguiendo
las militares Banderas
lleno de amor , y de zelo :
Lo florido de mis años
pasé en marciales reencuentros.
Al tiempo de mi retiro
por un litigio funesto,
mi Padre perdió su hacienda,
y con los últimos restos
( no pudiendo sostener
nuestro rango, y nacimiento )
nos encerramos aqui ;
donde un pequeño terreno
compramos para vivir
desconocidos , y quietos,
el qual hemos cultivado
con nuestras manos , sin que esto
nos diese rubor , pues todos
ignorantes del primer
estado , solo atendían
à el humilde , y al grosero
en que estabamos ; Oh Dios !
y que mercedes me has hecho,
pues parece que à mí mismo
me faltó el conocimiento.
El dolor me hace exceder
para indicar mis sucesos ;
pero con vos poco importa
pues sabréis guardar secreto.
Viendome destituído
de aspirar à mas empleo,
con una bella aldeana
[B]
y virtuosa por extremo;
bajo el vinculo sagrado
logré el mas dulce imenéo
Murió mi padre ; y mi esposa
tambien de allí á poco tiempo :
dejandome en esta prenda ;
el tesoro de mas precio ;
pues solo en ella se cifran
de mi vejéz los contentos.
Marq. Oh qué virtud manifiesta !
y en la relacion que ha hecho ap.
bien claro me dió a entender
ser de ilustre nacimiento.
Siento el haberlo sabido,
como agraviarle pretendo.
Perdonad la cortedad,le da un bolsillo.
y admitid mi buen deseo,
y no os aflijais por cosas
que aun no han sucedido.
Basil. Es cierto.
¿Mas Señor tantos favores
como à vuestra bondad debo
podré pagar en mi vida ?
Marq. Podeis si quereis hacerlo.
Basil. Decidme de qué manera ?
Marq. Con perdonarme algun yerro,
que muchas veces los hombres
yerran sin querer hacerlo.
Basil. Generoso el jóven es.
Marq. No ver á Laureta siento :
y à dónde está vuestra hija ?
Basil. Está ocupada allá dentro.
Sale Laur. Padre ya ::: pero que miro !
qué turbacion ! yo no acierto
con las voces.
Marq. Muy bella es :
incomodaros no quiero.
Me alegro de haberla visto;
su mucho merecimiento
es digno de mejor suerte.
Temo que si me detengo apa.
le dé à entender á Basilio
el volcan que arde en mi pecho :
Mandadme quanto gustareis.
Basil. Yo , y ella lo agradecemos.
Laur. Vivais señor muchos años.
Marq. El seviros apetesco. vase.
Mira Basilio lo que está dentro del
bolsillo.
19
[A]
Basil. Laureta el Marqués me ha dado
estas monedas ::: Qué veo !
sin duda se ha equivocado;
toma hija , vete corriendo,
dile que diez onzas de oro
es demasiado dinero;
que no puede persuadirme
à que no padezca yerro :
no te detengas que estoy
incomodado con ello.
Laur. Y si no puedo encontrarle ?
Basil. Siguele que no irá lejos.
Laur. ! Cómo me ruega mi padre
lo mismo que yo deseo !
Se entra Basilio , vase Laureta , y
sale el Marqués.
Marq. Quise privar à mis ojos
de aquello que mas anelo,
porque parleros no diesen
noticia de mis secretos, Buelve á sa-
masLaureta viene aqui…. lir Laureta.
Laur. Que espereis señor os ruego.
Marq. Qué poco habrás menester
para conseguir tal ruego!
Laur. Mi padre me envia á que
os debuelva este dinero ;
dice os habries engañado
en la cantidad , creyendo
eran monedas de plata,
y son de oro estas que tengo.
Marq. Laureta sé lo que he dado;
y sé que quanto poseo,
todo es tuyo , y de tu padre :
y yo tu esclavo.
Laur. Qué atento !
Con qué en fin no las quereis ?
Marq. De verte altercar me ofendo.
Laur. Y qué le podré decir ?
Marq. Dile que es don muy pequeño,
que se acuerde que me dijo
sus desgracias.
Laur. Basta eso ?
Marq. Si , pues debe ser la gracia
à proporcion del sugeto,
y no hables en esto mas :
habla en mi amor , que es primero,
para que pueda saber,
si te obligo , ó si te ofendo.
Laur. ¿Vos dudais señor con tantos
[B]
generosos rendimientos ?
Marq. ¿No quieres que dude quando
al papel que te dió Arsenio
no has respondido ?
Laur. Os afirmo
que hasta ahora no tuve tiempo :
pero ¿qué quereis que os diga
si todos vuestros intentos
se extienden á que abandone
á mi padre , que es tan bueno ?
antes se acabe mi vida
que yo ofenda á su respeto.
Marq. Pues no respondes , à Dios.
Lee.Que pronta está, qué tormento! ap.
esperad que tanta priesa
indica que estais violento.
Marq. ¿Pues quieres que esté de espacio
quando noto tus desprecios ?
Laur. No llameis desprecio al que es
tan debido miramiento;
y sin que yo falte á él
ofrezco satisfaceros ;
para hacerlo iré à la viña
esta tarde ; alli os espero :
la fuente de los rosales
( ayer os dixe esto mesmo)
será en donde me encontreis,
y en donde despacio hablemos.
Marq. En todo quanto dispongais
verás como te obedesco.
Laur. Quedad con Dios , que mi padre
reñira si me detengo.
Mar.Mientras que me da esperanza,
corazon mio , alentemos : ap.
hasta la tarde mi bien :
mucha resistencia veo
en ella ; mas como es niña
no dudo el vencimiento :
con todo , tengo en el alma
un disgusto que no puedo
apartar , considerando
que al pobre Basilio ofendo,
aunque está tan abatido :
mas yo temerle no debo
en este pleito amoroso
en que á mi poder apelo :
pero es la razon fiscal,
y es juez el entendimiento. vase.
Salen el Regidor, D.Estevan yAldeanos.
20
[A]
Regi. A lo menos , no dirá
Basilio que no hice presto
la diligencia , y á fé
que solo por mi respeto
fué el Marqués á socorrerle;
la autoridad de mi empleo
es mas de los que parece :
reparad con que sosiego
todo el Lugar ha quedado.
Beni. Pues digo , qué es para menos ?
con dineros y con trigo
esto ha sido un jubileo.
Manu. ¿ Regidor no sabe usted
como tenemos dispuesto
un bayle para la tarde
el que se hace con intento
de cortejar al Marqués ?
Estev. Haces bien , es digno de eso;
dos mil pesos han invertido
entre la gente del Pueblo.
Regi. ¿ Y usted es moco de pabo
lo que ha dado ?
Beni. Si por cierto.
Este. Dejadle para otro dia,
porque se marcha en comiendo;
dice que tiene que hacer,
pero que volverá presto:
de mi ya se ha despedido.
Manu. En hora buena . por eso
no dejarémos el bayle.
Brigi. Qué es dexar , pues fuera bueno
estando determinado
el privarnos del festejo;
tras que ayer no le logramos
que todo fué cumplimientos
con las Damas forasteras.
Man. Pero que presto se fueron
despues que cesó la lluvia.
Regi. Sin que llueva hace lo mismo,
en cesando la funcion
toman las de villadiego.
Man. No vendrá usted D. Estevan ?
Este. Yo tengo que hacer , no puedo.
Regi. Pues cada uno à su negocio:
muchachas , vamos à dentro,
que segun veo se bayla
en la sala del Consejo.
Manu. Vamos antes que Laureta
nos venga á gana el puesto.
[B]
Este. Llevado de mi aficion
buscar á Basilio quiere.va. y sa. Ár .
Arsen. ¡ Quién dixera que mi amo
por un antojo indiscreto
se atreviera à abandonar
su hidalgo procedimiento ?
¡ por una aldeana quiere
que le odíen ! pues es duelo
de todos ver que à los pobres
se trata con vituperio ;
robarla quiere, si ella
se resistiese à sus ruegos;
y pretende que yo sea
de accion tan fea instrumento :
¿qué podré hacer si le sirvo,
y me ha fiado el secreto,
y si le rompo dirán
que qual criado procedo ?
mas dirán que soy honrado :
pero y si su casa pierdo
¿qué adelanto? y él tendrá
quien siga sus devaneos,
y será el caso ruidoso
tal vez ; mas vale ir con tiento,
que el que obedece no yerra,
segun lo dice el probervio:
¿ y quién sabe si esto puede
parar en bien ? no lo creo,
hay mucha desigualdad ;
pero no asi lo apuremos,
que suelen salir los juicios
en ocasiones diversos.
Sale la Condesa.
Cond. Arsenio , no vino tu Amo ?
Arsen. Yo le dexé reciviendo
aclamaciones , y vivas
del agradecido pueblo.
Cond. ¡ Pobres gentes , con que poco
se alegraron !
Arsen. Muchos de ellos
decian que era el Marqués
Angel bajado del Cielo :
en fin supo repartirlo,
y darles con tanto arreglo,
que no habido ni un quejoso.
Cond. Bastante ha sido , yo siento
el que tan pronto se vaya.
Arsen. El coche están ya poniendo.
Cond. ¿Tú sabes si los motivos
21
[A]
que me expuso serán ciert os ?
porq ue como me interesa
de su conducta el arreglo,
por las razones de ser
mi sobrino , y mi heredero ;
quisiera se manejase
conforme mis pensamientos.
Arsen. Buena ocasion era esta ap.
para decirla el intento
que tiene ; mucho me obliga;
pero es asunto muy sério,
y puede que haya mudado
mi amo de pensamiento.
Sale el Marq. Señora, todos las gracias
os rinde con mil afectos.
Cond. Yo quedo muy satisfecha
de ese reconocimiento.
Marq. Os aseguro que ha sido
para mi un rato muy bueno ,
qué contentos no han quedado!
¡qué peticiones al Cielo
por vuestra vida no hacen!
¡Si vierais en un momento
aquellos tristes semblantes
angustiados , y funestos,
trocarlos en alegria
brotando la risa en ellos !
mil bendiciones me echaron,
sin perdonar mis abuelos.
Cond. Demostraciones sencillas
de inocentes rendimientos;
vamos á comer que es hora.
Marq. Quando gusteis.
Cond. Yo no quiero
detenerte.
Marq. ¿ Sino fuera
por la precision que tengo,
en donde pudiera estar
con mas gusto ?
Cond. Asi lo creo.
Marq. Ay Laureta que impaciente ap.
estoy mientras no te veo.
Vanse , y sale Basilio.
Basil. Laureta se fué à la viña,
y yo no podré ir tan presto,
porque es preciso buscar
à D. Estevan ; deseo
saber que es lo que me quiere
decir ; no se que comprehendo:
[B]
pues dos veces me ha insinuado
( hablandome con misterio )
que comunicar conmigo
tenia , que fuera Cielos !
pero ah ! que en vano discurro!
la pobreza es lunár feo ;
todos dicen que la estiman;
y en su casa , ni por pienso:
al fin , sea lo que fuera;
en buscarle , nada pierdo. vas.
El teatro se muda en campo , y aun
lado se ven algunos arboles, y al
pie de una colina una fuente rustica.
Sale Laureta , con una cestilla con
frutas y flores
Laur. Ya del sol lo riguroso
va su actividad perdiendo:
y ahora del Marqués lo fino
conocerán mis afectos,
en el modo con que toma
mis justos comedimientos.
La fuente de los rosales
ha de ser testigo de ellos :
le esperaré allí , por ser
el parage mas secreto
donde pueda asegurarle
la constancia de mi pecho :
no vaya de mi quejoso,
pues tantas ansias le debo :
le daré el último á Dios,
si es que pronunciarlo puedo.
Mas hay , que muy bien conozco
que quando esté de mi lexos
no ocuparé su memoria :
hermosuras de mas precio
le llevarán la atencion ;
esto has sido un pasatiempo
no mas ; yo soy infeliz ;
ahora si lo considero ,
pues es fuerza que le pierda
quando mas ganarle quiero.
Estas frutas , y estas flores
para regalarle llevo,
si las acepta , creeré
que no va tan descontento:
pero el ruido de un coche
suena cerca ; y me llego
á la fuente ; sus raudales
murmuran de mi arresto,
22
[A]
que al fin es hombre el Marqués,
y fiarme de el no debo,
si atiendo á que los amantes
no suelen guardar respetos.
El Marq. y Laur. Amada Laureta mia,
á quien consagra mi afecto
toda una alma , que no tiene
mas dominio que tu imperio ;
Esta es tuya ; y yo mi bien
el que rendido y atento
cifra toda mi fortuna
en tenerte por mi dueño.
Laur. Señor á tantos fav ores
como me haceis , nunca puedo
corresponder ; y es preciso
que siempre os quede debiendo.
Marq. La menor fineza tuya
es de tan sabido precio
para mi ; que una corona
fuera de tus pies trofeo
quando yo la poseyera.
Laur. Basta Señor : yo lo creo.
Marq. Pues si lo crees , Laureta ,
no malogremos el tiempo:
el coche te está aguardando
detrás de este montezuelo :
mi quinta será esta noche
donde se hospede tu cielo :
todo estará prevenido
y quanto dicho te tengo
te cumpliré ; no lo dudes.
Laur. El dudarlo fuera hierro :
pero ay el inconveniente
de estar mi honor de por medio;
el respeto de mi padre ,
la murmuracion del pueblo;
y entre tantas circunstancias
mirad lo que á mi me debo :
no puedo negar que os amo :
si Señor ; yo lo confieso :
y que trocadas las suertes
conocierais el extremo
de mi amor ; y conocierais
lo que en amaros excedo.
Marq. Esto ya mira otros fines ap.
de los mios muy diversos :
absorto estoy de escucharla,
y que tanto entendimiento
pueda caber en su edad ,
[B]
y en su humilde tratamiento :
mas su padre como sabio
es quien la instruye en todo esto.
Laureta , estraño que me hables
en un estilo tan serio,
y que las frases de amor
las uses con tanto esmero.
Laur. Señor yo las ignoraba ;
habeis sido mi maestro ;
y con muy pocas lecciones
tomé muchos documentos.
Estas frutas , y estas flores
os traigo ; mi atrevimiento
perdonad , y recividlas
por primicias de mi afecto:
é id con Dios , que ya Laureta
expuesta à los sentimientos
de una pasion temeraria,
llena el alma de tormentos,
sus alegres esperanzas
se convertirán en viento.
Marq. ¿Con qué no te determinas ?
Laur. No puedo Señor , no puedo:
tomad , y hacedme este gusto.
Dá la cestilla al Marqués , el que fu-
rioso la tira al suelo.
Marq. Ni siquiera verlas quiero,
que en tus flores está al aspid,
y en tus frutas el veneno:
eres astuta serpiente
que con cauteloso pecho
la dorada poma ofrecen
tus inficionados ruegos:
quedate à nunca mas ver;
que yo de este sitio huyendo,
si antes le juzgué paraíso,
desde hoy le juzgaré infierno;
quiero dejarla por ver se retira.
de su desden los efectos
que Arsenio estará à la mira
mientras que à buscarla buelvo.Vase.
Laur. Esperad Señor ; no asi
bayais de mi vista huyendo:
que yo ::: si ::: que mal respiro !
( el corazon en el pecho
se divide en dos mitades )
lo dixe: ( en vano me esfuerzo )
fue por no saber à donde
de este rigor lo violento
23
[A]
llegaba : Querido Lucy:
solo me responde el eco
si le llamo : Marqués mio :
ya se fué ; ya no hay remedio :
mas si le hay , viva el honor,
que es de todo lo primero;
y muera yo : asi lo haré.
Pero hay Dios ! que desaliento
me oprime ! deme este tronco
apoyo , mientras que puedo
restituirme à mi casa
à llorar este desprecio.
Se sienta al pie de un arbol, queda des-
mayada , y sale el Marqués y Arsenio.
Marq. La ocasion es oportuna :
hermosa estatua de yelo,
ven à mis brazos : sin que
se excedan à otros intentos
injustos ; que aunque te agravio,
solo de tí exigir quiero ,
que amante me correspondas
sin pasar yo à lo violento;
que siendo muger no dudo
que te venceran mis ruegos.
No Arsenio nos detengamos,
entre los dos la llevemos
al coche , que à los criados
ya prevenidos los tengo.
Arsen. Trabesuras de la edad :
si esto hacen los cavalleros,
¿ que harán los que no lo son ?
de verla me compadezco.
Estoy previendo , Señor,
segun empeñado os veo,
que esta joven ha de ser
Marquesa.
Marq. Dejate de eso :
llevemosla antes que vuelva ;
lo demas lo dirá el tiempo.
La llevan entre dos , y sale Basilio.
Basil. A recorrer sus haciendas
los criados me dijeron
que Don Estevan su amo
estaba ; no pude verlo,
ni tampoco à mi Laureta
en todo este campo veo;
los labradores están
divertidos en el pueblo ;
así está tan solitario
[B]
todo este sitio. Mas cielos !
qué eco me yere el oído ?
si acaso me engaña el viento ?
¿no es mi hija la que dice
con tierna voz à lo lejos ?
Dice dentro Laureta como muy distante.
Laur. Padre , y Señor donde estais ?
venid en mi amparo presto.
Basil. Ay hija del alma mia,
que aunque tus quejas entiendo
no te puedo dar socorro,
pues à donde estas no acierto.
La corta vista me impide
lo que al oído le debo,
que aunque torpe , me dá indícios
de tu destino violento :
¡oh escasez de los sentidos ,
por las injurias del tiempo !
qué haré ! la voz ácia allí
se hoyó , à ese montezuelo
me subiré á descubrir
que lobo cruel sangriento
de mi te aparta ; no es facil .
Todo me ha cubierto un hielo :
y entorpecido , parece
que en cada planta que muevo,
muevo un monte ; ay infeliz ;
pero aquí hay un papel , Cielos !
descubridme de este enigma,
la causa que no penetro. levanta un
Sale D. Este. Allí está Basilio solo papel.
exclamaciones haciendo;
y sin duda que proceden
de un papel que alzó del suelo ;
¿qué contendrá , que con llanto
sus clausulas va leyendo ?
lástima me dá mirarle:
no puedo mas , yo me acerco ;
que está tal que aún no me ha visto.
Señor Basilio qué es eso ?
Basil. Que ha de ser ; que ya á mi vida
le ha llegado el fin funesto:
ya mi esperanza dio fin;
ya entre tinieblas me veo :
eterna noche los brillos
de ese Luminar supremo
cubrirá su faz hermosa,
para mi de negro velo
se vestirá ; y entre horrores
24
[A]
los días serán eternos.
Hay miserable Basilio!
dexa este ingrato terreno :
mas donde irás , solo , y triste,
sino à morir ? lo deseo.
¿Podré volver à una casa
donde en mortal desconsuelo
de un bien que está ya perdido
me acompañen los fracmentos
que mudamente me digan
la malicia de su dueño ?
si, malicia : dixe bien ;
pues su corazon acervo
para quitarme la vida
olvidado el filial respeto ;
y ya su memoria , es
el mayor mal que yo tengo.
Este. Atentamente , Basilio,
oigo vuestros sentimientos :
llena el alma de congoja
à preguntaros me atrevo,
la causa que os atormenta
si acaso saberla puedo.
Basil. Pues que me habeis escuchado,
fuerza es que os hayais impuesto ;
pero por si algo dudais
ese papel os entrego,
leedle ; y con vuestro juicio
me direis lo que hacer debo.
Lee D. Estevan.
Aunque digistes Laureta
que yo habia sido el primero
que ocupó tu corazon,
dudo me le dés entero;
pues lo mismo que aseguras
lo contradicen tus hechos :
¿cómo es posible si me amas
negarte à lo que te ruego ?
yo siempre seré constante,
mas que tú ; te lo prometo.
Por dueño te eligió el alma,
y como tal te venero:
quejas tengo de tu amor,
y pudiera decir zelos;
si me estimas como dices,
las satisfaccion espero:
à la fuente que me has dicho
iré à la tarde encubierto,
para que con tu partida
[B]
calmen mis desasosiegos,
pues teniendote conmigo
mas ventura no apetezco.
Basta ya , sin firma viene
bien fué menester mi esfuerzo
para no manifestar apar.
la llama que abrasó el pecho ;
pero la prudencia sea
la que apague tanto incendio,
que pues no llegue à explicarme
ningun desaire padezco ;
ni es asunto del honor
que otro llegase primero.
Señor Basilio , os afirmo
que vuestras desgracias siento,
como mias ; en los casos
sucedidos no hay remedio
para impedirlos ; mas no hay
ningun mal que de remedio
carezca ; ni pena alguna
que carezca de consuelo :
con mi haciendo , y mi persona
asistiros os ofrezco ;
guardad sigilo , y decid
si de Laura el paradero
os llegan à preguntar;
que una Señora queriendo
tenerla en su compañía,
se la llevó con intento
de que el la Corte tuviera
mayor adelantamiento :
que lo bien negado , nunca
fué bien creído : esto es cierto:
mientras tanto encontraréis
en mi casa , un aposento
decente à vuestra persona;
mi mesa , y buenos deseos:
La grandesa de las almas
se vé en los casos adversos.
Diós determina las cosas;
su providencia alabemos :
y vamonos que ya es tarde;
y aunque el cotejo no es bueno;
si habeis perdido una hija
un amigo verdadero
habeis encontrado en mi;
esto Basilio , os ofrezco.
Basil ¡ Oh Santo Dios ! que piedades
á vuestros favores debo!
25
[A]
dejadme que à vuestros pies
muestre mi agradecimiento.
Estev. Levantad ¿ que es lo que haceis
que de veros me averguenzo?
Basil. Ay pobre honor abatido
por una hija ! quanto tiempo
te conservé porque fueses
de un vil seductor trofeo?
para que me dabas voces
en tu socorro ; si de esto
eras tu principal causa
hija ingrata ¡ qué tormento!
Este. ¿Luego os llamaba Laureta?
Basil. Su resistencia no entiendo.
Este. Es muy facil de entender:
sus pocos años hicieron
muy debiles reflecciones;
el amor hizo su efecto,
y las recias baterias
hicieron brecha en su pecho :
el mismo papel lo indica
vino aqui sin otro intento
que escuchar vana lisonjas;
mas la astucia del perberso
cazador ; cogió en el lazo
la incauta paloma : el buelo
la cortó , y arrebatada ;
fue despojo de su ceba.
Basil ¿Y quien será el agresor?
Estev. Hay Basilio mucho siento
deciros que fue el Marqués
de Lucy ; pues considero,
que con tan alta persona
se hace imposible el remedio.
Basil. De él à mí no hay diferencia:
si sus estados no tengo,
tengo mas virtud , y honor:
supuesto que à nadie ofendo,
y aun no me falta valor
para que con el azero
sepa à quien tiene ofendido
ese aleve caballero.
Estev. Sin duda Basilio, es
lo mismo que yo sospecho. ap.
Basil. ¿Y de que lo sabeis vos?
Estev. En las razones que tengo
no encuentro dificultad.
Basil. Y yo las voy conociendo.
Estev. Sosegad que mas despacio
[B]
sobre el caso trateremos.
Basil. ¡ Ah mugeres ! que tirano
fué el que en las Leyes del duelo
el honor puso en vosotras;
sin advertir loco, y necio;
que sois el vaso mas fragil,
pero de malicias lleno.
ACTO TERCERO.
Salon corto.
Salen el Marqués , y Arsenio.
Ars. Ya Laureta hermosa, queda
vestida con el aseo,
y primor de cortesana.
Marq. Me alegro se haya compuesto:
los vestidos de mi madre
en esta ocasion sirvieron.
Arsen. Como ha poco que murió
son de moda todos ellos:
harto trabajo ha costado
à Leonora ; ni por pienso
queria ponerse nada
de lo que estaba dispuesto
para su adorno : ¡ no he visto
un pensar tan altanero!
Marq. No creyera que cupieran
en ella estos sentimientos.
Arsen. ¿No han de caber,quando visteis
su resistencia ; su esfuerzo
quando al coche la llevamos ;
sus lagrimas , sus lamentos;
y como alzavá la voz
llamando à su padre.
Marq. Es cierto ;
pero yo me persuadia
que mudaria de intento
hallandose en mi poder.
Arsen. ¿ Qué ha de mudar ? no lo creo
piensa muy distintamente
que Vos.
Marq. Ya lo considero ;
por eso mandé à Leonora
la llevase à un aposento
algo distante del mio
porque perdiese el recelo:
y à ella la rogué rendido
perdonase lo resuelto
26
[A]
de mi amor; que mi palabra
la empeñaba , en que primero
que en su decoro faltase
sin darme consentimiento;
à manos de mi pasion
sabria morir primero:
y porque viese cumplido
lo que de veras la ofrezco;
para que se sosegase
me retiré de allí luego,
con Leonora la dexé:
conozca el procedimiento
con que la trato : el amor
es virtud quando es perfecto;
y poco vence , el que no
sabe vencerse à si mesmo.
Arsen. Señor , yo saber quisiera
en que vendrá à parar esto?
¿ que hemos de hacer de esta joven
a quien gran lastima tengo?
Marq. En fuerza de mi pasion,
si no huviere otro remedio
con ofrecerla mi mano
cumplo haciendo lo que debo.
Arsen. Pues no era mucho mejor
que sin dar estos rodeos,
ni que decir à la gente
la recibierais por dueño
en atencion à que es
señora en trage grosero?
Marq. Dices bien , pero es forzoso
saber la causa primero
porque Basilio está aquí
retirado ; à demas de esto,
ya sabes como mi padre
con Alexandro Farnesio
vino à España , y que despues
dejandome niño tierno
se bolvió con él à Flandes
donde mis estados tengo,
que hoy me producen muy poco,
porque el rebelde Guillermo
Principe de Orange ; movil
de aquellos levantamientos
de los estados unidos
es quasi absoluto dueño.
Murió mi padre en la toma
de Valencienes , dispuesto
su testamento tenia
[B]
mucho antes ; con el expreso
mandato que à Filisberta
hija de Marqués Arnesto
le habia de dar la mano
en quanto tuviese tiempo,
à esta dexó sus estados
su tio el Baron Broselio;
por no haber sabido nunca
de su hermano el paradero,
ni de un hijo que tenia
que estava en Flandes sirviendo
cosa que ha admirado à todos,
pues semejantes sujetos,
no falta quien los conozca
aun en los remotos Reynos.
Arsen. Mucho se dixo en España
de ese pobre Cavallero.
Marq. Lo cierto es que de la muerte
que le imputaron ; no fueron
suficientes los indicios
para acriminarle reo:
pero con todo el hubiera
dado à un verdugo su cuello,
sino se bubiera escapado,
y libertado con eso :
y como ha mas de veinte años
que ha pasado este suceso,
se cree que Filisberta
heredera es de Broselio.
Enviaronme su retrato;
me contentó poco al verlo
por cuya razon jamas
sobre el asunto contexto:
para darles à entender
el poco gusto que tengo;
mi tia es quien insta mas,
y quien hace mas empeño
para que yo corresponda,
dice que soy su heredero,
por ser mi difunta madre
hermana suya ; y que debo
obedecerla , mediando
à mi favor los aumentos
de tan rico matrimonio
como en Filisberta encuentro:
con que si llega à saber
que à Laureta hermosa quiero
para mi Esposa ; será
darla el mayor sentimiento.
27
[A]
No quisiera disgustarla
por mi mismo ; pero haciendo
Basilio lo que le toca,
bastante disculpa tengo
para poder evadirme
del citado casamiento.
Arsen. Qué quereis que haga, si es pobre
abatido , y encubierto ?
Mar q. Un Noble rara vez pierde
los honrados miramientos.
Pero ella sale. Qué hermosa !
¡ Oh quantas gracias el Cielo
pródigo ha depositado,
en este amable sugeto !
Qué bien le sienta la gala !
¡Con que ayre , con que despejo
la maneja ! quién dirá
que no es el trage que ha puesto
toda su vida ; à pesar
de la tristeza que advierto
en su semblante. Laureta ! Sale:
Felice yo que ya veo
fuera de la tosca concha,
y del pedernal grosero
la preciosa margarita;
y el diamante de mas precio.
Laur. Y yo infeliz por lo mismo.
Marq. Pues qué aún insistes en eso ?
Laur. No he de insistir si este trage
está conmigo violento;
por ser por medios indignos;
á lo menos por deseos:
ésta será mi mortaja.
¿Yo fuera del patrio suelo,
en poder de un hombre jóven ?
me abismo si lo contemplo,
sabed que asi me he vestido
por daros gusto ; atendiendo
à vuestra cortesanía
à pesar de que me veo
por vos en tales ultrages;
hecha objeto del desprecio
en desgracia de mi padre
si es que de pesar no ha muerto
creyendome criminal:
pero con todo el respeto
con que me tratais es digno
de algun agradecimiento;
aunque conozco que es darme
[B]
en taza de oro el veneno:
t an buena soy como vos:
los dos anduvimos necios ;
vos en creerme à mi facil ,
y yo en juzgaros mas cuerdo.
No niego que por amaros
procedí muy de ligero
en citarosà la fuente,
en donde vuestros desprecios
con un à Dios para siempre
tanta impresion en mi hicieron,
que me culpé yo à mi misma
de no poder mereceros :
estas consideraciones
de mis desgracias ; pudieron
privarme de los sentidos
en aquel breve intermedio.
Os valisteis del acaso
barbaramente grosero :
en vuestro poder me hallé
llena de asombro y de miedo :
recapacité la accion,
tan indigna de un sugeto
como vos; y en su disculpa
nada que me obligue encuentro.
Yo os hubiera siempre amado
con el mas sincero aprecio;
pero en vista de este agravio,
os afirmo que no puedo
por mas bienes que me hagais,
dejar ya de aborreceros.
Marq. ¿Pues como quando conoces
la constancia de mi afecto
me tratas con esquiveces,
si en el honor no te ofendo ?
Laur. Harto me habeis ofendido
con lo mismo que habeis hecho :
y si à mas os atreviérais
precipitado , y resuelto,
de esta ventana que cae
al jardin , sabría primero
arrojarme sin reparo,
y lograr morir venciendo ;
y quando mi adversa estrella
me negára este consuelo,
y à mis limitadas fuerzas
resistir torpes deseos;
despues con mayor motivo
haría lo que dicho llevo :
28
[A]
porque quien pierde lo mas,
que importa pierda lo menos.
Segunda Porcia sería
( segun de su historia entiendo)
castigando en mi delito
de un delinquente perverso.
Marq. Qué resolucion tan noble !
por todo atropellar debo. apar.
Veneiste hermosa Laureta
venciste ; tu pesar siento,
sosiegate que tu honor
pronto has de ver satisfecho ;
porque aunqne no le perdiste
si está en el concepto ageno
deslucido ; eso es bastante
para dexar de tenerlo :
pues no basta à una muger
tener honor encubierto ;
si acciones poco juicíosas
impiden conocerlo.
Vé Arsenio , y haz que me pongan
el coche en este momento. se va Arse.
Acompañala Leonora,
al jardín ; porque deseo
se divierta en algun modo;
a que esté con mas contento
apartada de mi vista ;
que si es su aborrecimiento
tan grande como me ha dicho ;
por no darla mas tormento
me privaré yo del gusto
que en solo mirarla tengo.
Laur. No mas Señor ; si , lo dixe;
y me ratifico en ello :
pero esto se entiende , en tanto
que me priveis del contento
de ver à mi amado Padre :
lo que habeis dicho , por sueño
debo tomarlo ; mis dichas
se desvanecen qual viento,
con bolverme al domicilio Llora.
mio , à mi trage grosero,
( pues mi suerte asi lo quiso )
os perdonaré este yerro;
y mi Padre hará lo mismo
entrambos agradeciendo,
vuestras generosidades,
y vuestros comedimientos,
y en compensacion del daño,
[B]
podrá suplir el remedio.
Marq. La experiencia te hará ver
que cumplo lo que prometo;
y porque lo verifique s
voy à la Corte à este efecto;
para hacer las diligencias
corespondientes : te ofresco
que hoy has de ver à tu Padre.
Lau. Podrá haber engaño , Cielos! ap.
pues si esa gracia me haceis,
os volveré amar de nuevo.
Marq. Qué dicha ! à Dios Laureta mia
Sale Arse.Ya teneis el coche puesto.
Marq. Bien está , quedate tu,
cuidad los dos mientras vuelvo,
de Laureta.
Arsen. Está muy bien,
serviros es nuestro anelo.
Laur. A Dios , Señor , vuestro amparo
es ya solo mi remedio.
Marq. No dudes de mi fineza,
sabiendo lo que te quiero.
Laur. Que fuera , fortuna mia,
que te valieras de un medio
tan injusto , y me aleváras
al mas venturoso empleo !
El teatro se muda en Jardin ; en donde
se ve una fuente con una estatua de
Diana encima ; y sale Basilio
como recatandose.
Basil. Por seguir de D. Estevan
el dictamen , he venido
à esta quinta ; por si en ella
hallo de mi mal indicios :
obre la prudencia antes
de dar el ultimo grito;
pero se menospreciando
mi pobreza , presumido
se burla de mi el tirano
seductor inadvertido;
romperé el dique al silencio,
hasta el soberano mismo
llegaré ; al pie de su trono
le haré saber el delito
de este injusto ; en su clemencia
y en su rectitud confio,
que ha de mirar por mi honor
en pago de mis servicios.
Ruido siento de cavallos,
29
[A]
desde allí veré escondido
si de mi pena la causa
con mas certesa averiguo.
Se entra y salen Laureta y Leonara.
Leon. Aque estarás mas gustosa,
y estos quadros recorriendo
puedes ir; mientras yo voy
á dar una buelta à dentro;
que mi amo ha de venir
à comer.
Laur. Pues segun eso
no está muy lejos la Corte ?
Leon. Media legua habrá; y aún menos.
Laur. Y vive aqui todo el año?
Leon. Qué ha de vivir ? ni por pienso,
no gusta estar retirado :
su madre si que de asiento
estuvo mientras fué viuda,
y aqui murió à poco tiempo ;
su padre falleció en Flandes;
él fué solo el heredero.
Arsenio mi Esposo , y yo
ha diez años que tenemos
el cuidado de esta quinta;
dos criados jardineros
están en ella tambien;
esta mañana salieron
à llevar frutas y flores
à diferentes sugetos :
no vendrán hasta la noche;
con que puedes sin recelo
pasearte por donde quieras.
Alegrate que ya buelvo. vase.
Laur. Las alegrías en mi,
por lo presente se huyeron.
Sale Basil. Oculto entre los ramages
que forman un laberinto
donde verdes celosias,
de arrayanes y de mírtos;
registrar me permitieron,
lo frondoso de este sitio :
he estado viendo al Marqués
que con su coche ha salido
al campo ; si aqui à Laureta
tuviera , no era preciso
la acompañase por ser
su amor tan à los principios?
pero el que está en posesiones
pronto encuentra con lo tibio.
[B]
¿Si en la Corte la tuviera
tampoco huviera venido ?
¡Qué dudas , que confusiones
no asaltan el juicío mio !
Pero ha Cielos ! no es aquella
que con un adorno rico
los marmoles de una fuente
y el primoroso artificio
de una Estatua colocada
sobre una padestral divino
está atenta contemplando !
¡Hay , infelice Basilio.
que de tu infamia y deshonra
ves evidentes indicios !
Qué haré ? soy padre , soy noble;
examinar es preciso
si fué violencia el traerla;
ó élla por su gusto vino :
que entre el papel y las ansias
con qué me llamó , no afirmo
como pudo ser , yo llego ;
Santo Dios , dame tu auxilio.
Laur. Esta sin duda es Diana,
con quanta razon ha sido
su castidad celebrada :
¿qué don hay que sea tan digno
de estimacion ? qué perfecta ?
el cincel diestro ha sabido,
dar à su hermoso semblante
lo magestuoso , y lo lindo :
Yo no se de estos primores
porque nunca los he visto
pero me acuerdo , de que
alguna vez he leido ;
de que Anteon Rey de Chipre
fué por amarla atrevido;
y que le convirtió en fiera
en pena de su delito,
y con todo no logró
libertarse de los juicios
criminal es su modestia;
por haver favorecido
à Endimion pastor sagrado
quando en su cueva metido
ellá en el monte de Garia,
abserbava da continuo
el curso à la Luna , siendo
un efecto agradecido
el que desender la hacia
30
[A]
para alentar su designio.
Pues si una deidad padece
en la opinion sin motivo,
¿ qual padecerá la mia
con tan vehementes indicios?
no me puedo persuadir
( aunque me lo ha prometido )
à que quiera ser mi espoo.
Oh Dios. ! atiende henigno
à mi infeliz situacion;
yá el infeliz padre mio:::
Sale Basilio como escuchandola.
Basil. ¿ Tu te acuerdas de tu padre
y de Dios?
Laur. ¡ Qué es lo que he ohido!
ay padre mio ; ay Señor
permitidme compasivo
el que bese vuestra mano.
Se arrodilla.
Basil. ¡ Y ye atreves à decirlo!
¿ la mano pides à un padre
que tienes tan ofendido ?
à menos que à el alargarla
no sea para el castigo
de una muger que ha faltado
à los deberes mas dignos;
y abandonó la virtud
por hacer gala del vicio !
Laur. No Señor no hay vicio en mí;
mi honor está puro y limpio;
aquí à vuestros pies mi vida,
dará el ultimo suspiro;
de ellos no me apartaré
hasta que escucheis benigno
que no es mi desgracia tanta
como habeis vos presumido.
Basil. ¿Como no , fiera engañosa,
en ti caber no ha podido
delito , quando te encuentro
tan hallada en este sitio ,
ostentando vanidades
con ese rico vestido;
en poder de un hombre joven,
de un Señor lleno de vicios ?
Pero ya no será asi:
aqui morir determino
antes que dexarte : sea
su espada quien corte el hilo
de mi vida : y à sus manos
[B]
acabe : pues has querido
que muera : Oh hija inhumana!
cruel muger!
Laur. Padre mio ,
escuchadme ; no porque
me concedais lo que os pido
pretendo me hagais , Señor,
digna de vuestro cariño;
sino porque entre las penas
en que os miro confundid o
tengais aunque poco sea,
ya que no descanso , alivio.
Basil. Levantate y al instante
salta del jardin conmigo. se levanta.
Laur. Ved Señor que en este trage
à pié , por ese camino
seria muy reparable.
Basil. ¿Donde está el que tu has traido ?
Laur. Aí está.
Basil. Pontele luego,
que yo me estaré escondido
hasta que halles ocasion
de mudarle sin testigos.
Laur. Haré Señor lo que mandas;
no habrá quien llegue à impedirlo.
Pero advertid que el Marqués
en mi honor no me ha ofendido ;
que me trató como à hermana,
y que me tiene ofrecido
el ser mi esposo ; porque
à su casa me ha traydo
con violencia.
Basil. No lo creas,
ni buelvas à repetirlo:
el Marqués no será nunca
tu esposo ; vé à lo que he dicho:
à la puerta del jardin
te aguardo.
Laur. Por Dios os pido
que me dexeis que le escriva;
en este quarto antiguo
hay recado de escrivir;
razon es que le dé aviso
de que me voy à mi casa:
pagarle lo comedido
que conmigo ha andado debo.
Basil. Si no te hubiera traido
mucho mejor te seria;
y hubieras menos perdido ;
31
[A]
y no me irriten tus voces
con un ruego tan indigno.
Toma ese dinero , y ponle
Le dá el bolsillo.
junto con ese vestido;
guardase su vil moneda,
precio infame con que quiso
dar el asalto primero,
al fuerte del honor mio.
Laur. Asi lo haré : ahora conosco
que al Marqués no he aborrecido.
Se entra.
Basil. Esta confesion sincera,
con llamarme en su conflicto
ayer tarde ; me aseguran
ser verdad quanto me ha dicho.
Consuelense mis temores,
pues ya son menos que han sido.
Gracias os doy , Dios eterno,
por tan grandes beneficios
como me haceis ; solo vos
obrarais tan gran prodigio
como librarme esta hija
de ese joven atrevido;
pues un hombre que se vé
de su torpe amor movido;
sin estorvos que le imdipan
à executar sus designios;
¿quien sino vos hacer puede
se contenga en su apetito?
si , vuestra gracia lo puede;
vuestro nombre sea bendito.
Sale Laureta de aldeano llorando.
Ahora si que eres mi hija:
en ese trage has nacido,
ó te he criado ; porque
no critiquen lo que digo:
en ese te reconozco
por tal , tu estado , y el mio
no permiten mas ¿que lloras?
suspiras? no , no me admiro:
conocerás tu desgracia:
para mi nada has perdido:
conozco tu resistencia;
creo quanto aqui me has dicho,
efimeras de la edad
so momentaneos delirios,
vamonos à nuestro pueblo
huyamos del precipicio
[B]
de este sitio pestilente;
vamos hija ; yo te asisto.
Laur. Con obedecer , Señor,
cumplo con lo que es debido.
Salen Arsenio y Leonora, como hablan-
do con cuidado por lo baxo; y pisando.
Leon. Quanto tiempo ha que aguardando
en esa sala de afuera
estoy , solo porque ví
que habia juntado esta puerta;
sin duda se habrá dormido
por pasar la noche en vela;
pero el amo viene ya.
Arsen. Pues salgamonos à fuera.
Leon. Antes no , mejor será
que á los dos aqui nos vea.
Sale el Marqués.
Marq. ¿Leonora , Arsenio, que haceis?
¿a donde está mi Laureta?
Leon. Yo la dexé en el jardín
para que se divirtiera;
volví despues à buscarla
y no estava en él ; es fuerza
que esté descansando ahora
de las pasadas molestias:
pero ya ha mas de dos horas
que estamos aqui en espera.
Marq. Pues entra tu y di que salga.
Ya será mia Laureta;
ya queda compuesto todo
ahora venga lo que venga.
Arsen. ¿Que ha de venir el enojo
de la Señora Condesa?
Sale Leonora con el vestido de Laure-
ta y el bolsillo.
Leon. Ay Señor , que sentimiento!
no se como lo refiera;
Laureta falta de aquí;
estas ropas lo demuestran,
las que he encontrado esparcidas
por el suelo ; y las que lleva
son las suyas ; pues no están
en donde quedaron puestas:
sobre una mesa encontré
este bolsillo.
Marq. ¡ Qué pena !
cesa ya , Leonora , basta
no apures mas mi paciencia :
buen cuydado habeis t enido.
32
[A]
Leon. ¿ Quien Señor tal discurriera?
sin duda por el jardin
se salió ; la puerta abierta
está ; no se como ha sido.
Marq. Fue por vuestra inadvertencia;
¡à tirana ! quien pensara
que à tal hecho te atrevieras?
ingrata , no me mentiste
quando profirió tu lengua,
que no podrias amarme
por mas bienes que te hiciera.
Haz que ensillen un cavallo.
Arsen. Y habeis de ir solo. vas.
Marq. Esto es fuerza;
estas las monedas son,
sin faltar ninguna de ellas,
que yo ayer dí à su padre:
ya la causa es manifiesta;
ya estoy de todo enterado;
él se la llevó à su aldea:
pero hay mas en el asunto;
sin duda que Don Estevan
enamorado , y zeloso
hizo à Basilio viniera
en su busca; y es constante
que se casaria con ella
sino lo estorvara yo
dandole la muerte fiera.
Leon. Señor , sosegad un rato.
Marq. Mi colera no sosiega
hasta que le dé la muerte,
à ese traydor Don Estevan,
Sale Arsenio.
Arsen. Ya teneis pronto el cavallo.
Marq. Vamos á dentro que es fuerza
el mudarme de vestido.
El corazon no sosiega
hasta que toma venganza.
Arsen. Y yo iré por otra senda
corriendo la posta , para
avisar à la condesa;
no digan que dí lugar
à que mi amo se perdiera
ò que no puse los medios
de evitar una tragedia.
Se manifiesta la casa de Basilio como
antes. Salen él y su hija.
Basil Ya quedas, hija , en tu casa;
descansa , pues una legua
[B]
de camino , es demasiado
para tu delicadeza :
aqui reciviste el ser
de tu buena madre el nectar
te nutrió ; y à mis cuydados
por faltarte en edad tierna
has devido la crianza,
sobre aprovecharte de ella;
mis avisos , mis consejos,
por la falta de experiencia;
no hicieron en ti el efecto
que era regular hicieran,
que quien conociera el mundo:
pero ya de sus cautelas
de ayer, à hoy, has tenido
demasiada inteligencia.
Basta para que escarmientes;
y olvides vanas ideas:
y porque te estimes mas,
y à la prsion no des rienda,
te declarare quien eres;
hasta ahora con reserva
anduve por tu edad corta;
pero ya es razon lo sepas;
que aunque algo te tengo dicho
aun hay mas que saber puedas.
Esto lo haré quando estemos
despacio : cierra esa puerta,
y à ningun hombre se la abras
en tanto que yo esté fuera:
à mi me es forzoso el ir
à decir à Don Estevan
como has venido , y con honra,
(aunque haya quien no lo crea.)
Es buen amigo , merece
una igual correspondencia.
Laur. De todo quedo advertida
cumpliré con la obediencia.
Se va Basilio , y Laureta hace como
que cierra una puerta.
Sola he quedado al embate
del esquadron de mis penas;
y à numero tan crecido
es debil mi resistencia.
¡ Qué es lo que pasa por mi!
y que mudanzas son estas!
yo he soñado mis delirios:
¿ Aquella magnificencia
del palacio, y sus adornos,
33
[A]
la gala que tuve puesta,
con un cumulo de cosas
tan vanas, y lisongeras
que se hicieron ? ahora si
que creo que estoy despierta:
pues solo seré dichosa
mientras que en sueños lo sea,
y si es nuestra vida sueño,
en el que se representan
bienes y males : mas vale
que el infeliz siempre duerma,
que podrá lograr dormido
lo que dispierto le niega
su suerte : y en este estado,
y en fortuna tan adversa
de lo que ya se pasò
solo la memoria queda
y pues lo tengo por sueño
dé à el olvido estas quimeras;
asi pudiera olvidarme
del Marqués ; cruel estrella
que predominas en mi
¿porqué con tanta violencia
me inclinas á que le ame
desatendiendo mi queja ?
pero y si fué por quererme
su delito ; à que se agrega
su atencion, y su respeto,
será razon que la tenga ?
que mas pudiera yo hacer
aún quando me aborreciera ?
no pierdo , no la esperanza
se que él á buscarme venga :
y mas quando á ser mi esposo
se ofreció con tantas veras :
se es que no se ha arrepentido
de haver hecho tal promesa.
Dexemos estos discursos
y vamos à las haciendas
de la casa ; con que gusto,
con que alegría y terneza ;
me dieron mis avecillas
al entrar la enorabuena,
pues en torno de mi andavan,
dando de contento bueltas !
éste si es amor sincero ;
donde no se encuenta mezcla
de artificio ; asi los hombres
igual el suyo tuvieran
[B]
que de su pecho à sus labios
hay á veces muchas leguas:
todo respira alegria
en medio de mi tristesa.
Pero à la puerta llamaron :
Quién es ? llaman dentro.
Basil. Abre aqui Laureta, Salen Basilio,
- Estevan viene à verte. y. D. Estev.
Laur. Yo agradesco su fineza.
Basil. Mucho le debemos , hija.
Este. En serviros se interesa
mi voluntad.
Laur. Os lo estimo.
quanto siento que lo sepa. apar.
Dice el Marqués á la puerta.
Marq. La desgracia del caballo
que rendido , ó muerto queda
en ese bosque ; impidió
el que mas pronto viniera :
y el haver visto tambien
à mi tia la Condesa
acompañada de Arsenio
mi infiel criado , y que en esa
casa contigua se entraron.
Pero no está mi paciencia
para pararse en discursos
suceda como suceda,
y mas viendo á mi contrario.
Ahora sale con precipitacion.
Qué haceis aqui, D. Estevan?
Este. Esa pregunta , Marqués,
me causa mucha estrañesa :
hay algun inconveniente ?
Marq. El no gustarme à mi.
Este. Esa no se bastanse solucion.
Marq. Pues yo no se otra mas que esta.
y aquella que con mi espada
le sabré dar á qualquiera
que neciamente atrevido
me quiera hacer competencia.
Este. Y yo sabré responder
à tan loca inadvertencia
con la mia.
Marq. Eso pretendo;
venid conmigo allá fuera.
Este. Esperadme en el pradillo
porque la mucha llanesa,
y sencilléz del lugar
hace que sin armas venga.
34
[A]
Marq. Está bien ; allá os aguardo.
Los detiene Basilio.
Basil. Tenéos , Marqués ; D. Estevan
esperad : qué atrevímiento ?
qué locura ? qué insolencia
os hace andar tan osados
dentro de mi casa mesma ?
respetad esas paredes,
joven lleno de soverbia,
seductor que con engaños,
y con malicia perversa
pensavais coger despojos
triunfando de la inocencia:
y respetad mi persona ;
conoced por mi presencia
el hombre à quien agraviais.
Bajo de este humilde xerga
se oculta un sugeto igual
à vos ; y sabré en defensa
de mi honor , vertér la sangre
que circula por mis venas;
que si la elaron los años,
hoy la enardece mi afrenta.
Marq. Con ser esposo de Laura
doy satisfaccion completa;
con vos no mide la espada
quien ser vuestro hijo desea.
Basil. No yo la mido con quien
tanto favor me dispensa :
ya cesaron mis enojos.
Laur. Y ya mis dichas son ciertas.
Este. Señor Basilio yo os doy
mil veces la enorabuena :
vuestros enojos cesaron;
quando los mios empiezan:
que insultos tan sin motivo
tocan al alma á qualquiera.
Marq. Ya lo dixe ; no hay remedio ;
y fuera de entrambos mengua
que sin medir las espadas
el duelo se feneciera :
vamos ; sin gastar razones
os aguardo en la pradera.
Sale Regidor , Benito, y Aldeanos,
y la Condesa , que al verla todos
se suspenden.
Regi. Ninguno salga de aqui,
à la justicia se tenga,
que el Regidor está pronto.
[B]
y sabrá dar à qualquiera
su merecido : ¿no hay mas
que alborotarme la tierra ?
Da golpes en el suelo con la vara.
por vida del Rey.
Basil. Callad.
Regi. No hay callad ¿usted me enmienda
que estoy hecha un basilisco ?
Basil. Dexad la persona Regia
de la Magestad ahora:
su vida todos desean.
Regí. Y qué no he jurado bien?
no es nada lo que chorrea,
quererse matar dos hombres ;
ya lo oimos desde afuera:
Esta vara de que en mi mano
se ve tan lisa , y tan recta,
sabrá hacer justicia en todos,
en el Marqués , D. Estevan,
en Basilio , y en su hijita,
que es quien causa esta ginebra.
Laur. Ay infelice de mi !
Man. Mírala como se queda.
Brig. Segun se va componiendo,
no llegará à ser Marquésa.
Cond. De mi justo enojo ( hoy muero )
la colera no me deja
hablar ; que podré decir
quando el por todo atropella
hasta donde Lucy quieres
llevar tus vanas ideas?
tu deliras , ó estás loco ?
tu temerario, te empeñas
en un casamiento tal ?
lo desigual no contemplas?
y que estoy yo de por medio,
y no es facil lo consientas?
Basil. La desigualdad Señora
no es ninguna , á si le piensa
vuestra discrecion ; mas es
porque ignora que Laureta
es hija de un Caballero;
y que es de Broselio nieta.
Cond. De Broselio qué decis ?
ya este arrebato se enmienda. ap.
Luego sois el que ignorado
por la desgracia funesta
de vuestro padre , ha habitado
tantos años esta aldea.
35
[A]
Basil. Ese mismo soy.
Regi. Pues hombre
no hable usted con tanta flema.
Rabio por saber el cuento,
y él rabia por etiquetas.
Cond. Regidor calle ustè un rato,
no en este asumpto se meta.
Regi. Hable Usencia quanto guste,
que yo contendré mi lengua,
es bueno que por servirla
fuí à su casa à la ligera
porque me mandó llamar:
que el señor Arsenio en ella
la contava tantas cosas ;
y que por no se que senda
vino atravesando montes,
tan solo porque supiera
aquello del casamiento:
lo del Marqués , y Laureta;
y el rolo de las vecinas,
pasemosle à buena quenta.
Este. Las sabinas dirá usted.
Regi. Mas que sean estas , ò aquellas,
el robo de Lauretilla,
ya está sabido el emblema:
que la vengo acompañando
para auxiliar su grandeza
y ahora me salta conque
en nada de esto me meta?
Cond. Ya no es del caso todo esto.
Regi. Pues si no lo es; que no sea.
Marq. ¿ Como Arsenio desleal
te atreviste à darle quenta
à mi tia antes de tiempo?
ya yo estrañé que vinieras
sin habertelo mandado.
Arsen. Antes fue la lealtad mesma
la que me obligó.
Cond. Es constante.
Arsen. Que me perdoneis os ruega
mi humildad.
Marq. Yo te perdono,
pues ya no importa se sepa.
Cond. Y yo Señor os suplico
nos conteis vuestras tragedias.
Basil. Si lo haré pues es preciso.
Yo soy , Ilustre Condesa
de Hornamira ; el infelice
hijo de Enrique Broselio:
[B]
Nació mi padre en Amberes,
y de su casa el tercero:
aunque la naturaleza
le hizo en meritos primero.
por lo que siempre fue odiado
del mayor por tener menos ;
y hasta el fin de la tragedia
la desunion duró en ellos,
rematandose la escena
con el amor y los zelos.
Los favores de una Dama
feliz à mi padre hicieron:
asi como desgraciado
los desdenes y desprecios
à su hermano ; cuya en vidia
le devoraba en extremo.
Una noche à quien las sombras
vistieron de manto negro;
fue mi padre à visitarla,
en ocasion que los zelos
de su hermano le obligaron
à que sacase el a zero:
viendo que un hombre embozado
à la puerta de su dueño,
la entrada le embarazav a
con valerosa denuedo;
pero con menos fortuna
se sintió herido al momento :
quedó en el suelo tendido
y en el mortal desaliento
le dixo , perdona hermano
la ocasion en que te he puesto
quedó mi padre al oírlo
difunto ; si el otro muerto
y aunque tarde hizo la sangre
en los dos tiernos efectos;
quizo estrecharle en sus brazos,
mas las gentes que acudieron
no le dieron mas lugar
que el de refugiarse à un Templo
librandose de las iras
de los que le perseguieron.
La Dama que aunque inocente
por culpable la tuvieron
tomó por puerto seguro
la clausura de un Convento,
en donde acabó la vida
para cobrarla de nuevo.
Vinose mi padre à España
36
[A]
y el Cesar reconociendo
( bien informado del caso )
que tan tragico suceso
procedió de la ignorancia ;
y no del conocimiento
y que para fraticida
le faltó el consentimiento,
le p erdonó , y en Palacio
le dió entrada y valimiento :
siguiendose à esta ventura
la de verse feliz dueño
de Margarita mi madre
en quien se cifró el compendio
de virtudes y de gracias
que unas à otras conpetieron:
era hermana del Marqués
de Poza ; joven dispuesto
à quien le hicieron amable
sus muchos merecimientos
y por ellos dió la envidia
á sus ribales fomento
para derramar en él
lo activo de su veneno.
Una noche que salia
del quarto del Rey contento,
de disfrutar los favores
benignos de su real dueño,
de dos espadas traydoras
se vió acometido y muerto.
Dicen que entre mil angustias
se le oyó decir Broselio
porque me matas ? sin duda
lo dixo falto de acuerdo;
porque mi padre innocente
estaba del atroz hecho ;
como hizo constar ; aunque
adelantó poco en ello;
mas por tales producciones,
le hicieron que fuese preso;
supe en Flandes su infortunio,
en donde estava sirviendo:
y supe como mi madre
del pesar habia muerto.
Procuré con mis servicios
libertadle de su arresto
para esto me expuse à quantos
peligros en los reenquentros
de una guerra dilatada
estan siempre aconteciendo:
[B]
siendo las muchas heridas
que en cicatrices conservo
testigos que califican
la exactitud de mi zelo;
pero no fueron bastantes
mis meritos , ni mis ruegos
para conseguir la gracia
à que aspirava por premio;
en fin despues de gastar
de la vida el mejor tercio
en servicio de la patria
entre otros muchos guerreros
y Oficiales de valor,
me reformaron como à ellos.
Volví á la corte , llevado
de aquel natural afecto
de ver à mi amado padre ;
le hallé quebrantado, y viejo:
que en diez años de prision,
y en continuos desconsuelos
era fuerza lo estuviese;
por cuya razon le dieron
baxo caucion juratoria
( que fue gracia que me hicieron )
à la coronada villa
por carcel , mientras el pleyto
continuava : este tomó
mal semblante , y proveyeron
de que para sentenciarle
luego volviese al arresto :
aqui fué donde tuvimos
los mas funestos recelos
sin esperanza en las dichas;
con certidumbre en los riesgos
temiendo que la fortuna
hechara el último resto :
discurrimos sobre el caso,
mil reflexiones haciendo;
tropezando en todas ellas ;
pues llegavamos à vernos
en tan triste situacion
sin amigos : sin empeños;
sin empleos , abatidos
sin bienes , y sin dinero:
pues todo se consumió
en el mencionado pleyto.
Destituido mi padre
de volver al patrio suelo,
de su hermano aborrecido
37
[A]
como de los demás deudos:
( pues à mi sin tener culpa
jamás me reconocieron )
Estas consideraciones
en nosotros produxeron
el desea de ausentarnos
marcharnos à otro Reyno :
vendimos en pocas horas
quantas alajas y efectos
haviamos reservado;
que no eran de mucho precio
y en el trage de aldeanos,
en nocturno silencio
nos salimos de la corte
y aqui que fue el primer pueblo
en donde nos detuvimos
por haberse puesto enfermo
mi padre ; que los cuidados
y el cansancio le atrageron
una fiebre maliciosa
que le duró mucho tiempo,
y en vista de que ninguno
vino en nuestro seguimiento
nos quedamos , agradados
de lo fertil del terreno.
que por su frondosidad
con justicia le pusieson
nombre de Villa-viciosa,
y yo quedé al mismo tiempo
prendado de una aldeana
à la que amé con extremo,
siendo motivo de que
hiciesemos aqui asciento,
y que para avecindarnos
nos sirviera de pretexto;
con estas sencillas gentes,
que con amore no sirvieron,
contrage mi matrimonio
con alegria y contento
de todos ; y una haciendilla
para poder mantenernos
compramos ; y en su cultivo
empleabamos el tiempo.
Mi padre , y yo ya olvidados
de lo que fuimos primero:
que parece que bevimos
de las aguas de Leteo.
Murió mi Padre ; y mi Esposa
fué pronto en su seguimiento;
[B]
me dexó esta hija ; en la que
se han cifrado mis esmeros,
embevido en su crianza:
y à mi trabajo sujeto,
jamás he buelto à saber
de mis amigos , ní deudos:
ni como el pleyto salió;
ni sé si mi tio es muerto;
ni quien tiene mis estados;
( si murió sin herederos )
yo no lo siento por mi ;
solo por mi hija lo siento;
pero pues me he declarado
fuerza es tomar otra sesgo;
y que se sepa que vive
- Luis Basilio Broselio.
Regi. ¡Mire usted el señor Basilio
lo que tenia encubierto !
Cond. Señor D. Luis pues que nada
sabeis : yo deciros puedo
que vuestro tio os dejó
de todo por su heredero:
( el rencor dura en los hombres
hasta el reconocimiento )
y mientras no se pudiese
saber vuestro paradero
disfrutase sus estados
como su inmediato deudo,
Arnesto vuestro sobrino,
pero esto ya está desecho.
El asunto es algo largo,
en mi Castillo hablaremos ;
y tu sobrina querida,
llega à mis brazos.
Laur. Primero
dadme á besar vuestra mano
en pago de mi respeto.
Se arrodilla la levanta la Condesa,
y se abrazan.
vencí tu rigor fortuna, ap.
ahora si que este no es sueño.
Marq. Ahora señor os suplico
me perdoneis aquel yerro.
Basil. De todo estaís perdonado,
lo que yo pediros quiero
que à D. Estevan mi amigo
abraceis.
Marq. Libre de zelos,
pues no tuve mas motivo,
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[A]
yo my doy por satisfecho.
Estev. Y yo aunque tan agraviado
desisto ya de mi enpeño.
Se abrazan.
en albricias de que tiene
fin dichoso este suceso.
Marq. ¿ Y tu hermoso dueño mio,
dime si à tu gracia è buelto?
Laur. Quien nunca se apartó de ella
no puede volver de nuevo.
Marq. ¡ Qué felicidad !
Laur. ¡ Qué dicha !
Man. Laureta si merecemos
que nos hables?
Brig. Y si acaso
servirte en algo podemos ?
Laur. Queridas amigas mias;
siempre estareis en mi afecto:
ya soy vuestra compañera.
Brig. Mil años te guarde el Cielo
con el Marqués.
Laur. Os lo estimo.
Benit. Yo estoy loco de contento.
Cond. Vos ireis Señor Don Luis
à la Corte.
Basil. No lo pienso :
aqui tengo de morir:
[B]
muchos desengaños debo
à mis desgracias , mi vida
me durará poco tiempo :
Esta soledad à el alma
la infunde un dulce sosiego:
ya mi querida Laureta
tiene Esposo ; yo no debo
hacer mas que desprenderme
de intereses lisongeros:
les hago cesion de todo;
gocenlo por mucho tiempo,
que yo desde mi retiro ,
por ellos rogaré al Cielo.
Cond. Pues que gustais de esa vida
desde hoy mi castillo e vu estro:
vamonos allá , y en el
se efectuará el casamiento.
Regi. Deme usted Seor Don Basilio
un abrazo muy estrecho: le abraza.
para que pueda pedir
perdon de los muchos hierros
que incluye el drama; que en el
quiso provar el ingenio
femenil , que la virtud
es digna del mayor premio,
el que consiguió Laureta
por solo su miramiento.
FIN.
CON LICENCIA.
BARCELONA : EN LA OFICINA DE ANTONIO SASTRES,
EN LA BAXADA DE LA CARCEL.
Miscellaneous Works by María Martínez Abello
Posted
14 April 2023
Last Updated
14 April 2023