Al que leyere
Edited by Amanda Galán Vintimilla, Mayda Gómez Wilkinson, Tacha Hamilton, Marissa Luquette, Maxwell Marks, and Bailey Willden
Transcribed by Amanda Galán Vintimilla, Mayda Gómez Wilkinson, Tacha Hamilton, Marissa Luquette, Maxwell Marks, and Bailey Willden
Prólogo
¿Quién duda, lector mío, que te causará admiración que una mujer tenga suficiente despejo, no solo para escribir un libro, sino para darle a la estampa, que es el crisol donde se averigua la pureza de los ingenios? Porque hasta los escritos [que] se rozan en las letras de plomo, no tienen verdadero valor por ser tan fáciles de engañar a los sentidos, que la fragilidad de la vista suele pasar por otro macizo lo que a la luz del fuego es solamente un pedazo de bronce afeitado.((Afeitarse en aquella época también significaba maquillarse para embellecerse. Aquí se refiere a embellecer y pulir el bronce.))
¿Quién duda, digo otra vez, que ahora muchos que atribuyen la locura de esta virtuosa osadía de sacar a [la] luz mis borrones, siendo mujer, que en opinión de algunos necios, es lo mismo que una cosa incapaz? Pero cualquiera, como sea no más de buen cortesano, ni lo tendrá por novedad ni lo murmurará por desatino, porque si esta materia de que nos componemos los hombres y las mujeres, ya sea una trabazón de fuego y barro o ya una masa de espíritus y terrones, no tiene más nobleza en ellos que en nosotras. Si es una misma la sangre, los sentidos, las potencias y los órganos por donde se obran sus efectos son unos mismos, la misma alma que ellos (porque las almas ni son hombres ni mujeres), ¿qué razón hay para que ellos sean sabios y presuman que nosotras no podemos serlo? Esto no tiene, a mi parecer, más respuesta que su impiedad o tiranía en encerrarnos y no darnos maestros. Y así, la verdadera causa de no ser las mujeres doctas no es defecto del caudal, sino falta de la aplicación, porque si en nuestra crianza, como nos ponen el cambray en las almohadillas((Para hacer encaje de bolillos, se pone un lienzo sobre una almohadilla.)) y los dibujos en el bastidor,((Se refiere a la actividad femenina de bordar.)) nos dieran libros y preceptores, fuéramos tan aptas para los puestos y para las cátedras((la posición de un profesor universitario o el cargo episcopal de un obispo)) como los hombres. Y quizás más agudas por ser de natural más frío, por consistir en humedad el entendimiento como se ve en las respuestas de repente y en los engaños de pensado, que todo lo que se hace con maña, aunque no sea virtud, es ingenio.
Y cuando no valga esta razón para nuestro crédito, valga la experiencia de las historias. Y veremos lo que lucieron las que por algún accidente trataron de buenas letras, para que ya que no baste para disculpar de mi ignorancia, sirva para ejemplar de mi atrevimiento. De Argentaria, esposa del poeta Lucano, refiere él mismo que le ayudó en la corrección de los tres libros de Farsalia y le hizo muchos versos que pasaron por suyos.((Argentaria fue una poetisa romana de origen hispano, casada con el laureado poeta Marco Anneo Lucano, autor de la epopeya histórica Farsalia.)) Temístoclea,((Temístoclea era la profesora de Pitágoras.)) hermana de Pitágoras,((Pitágoras era un filósofo y matemático griego.)) escribió un libro doctísimo de varias sentencias. Diotima((Diotima era una sacerdotisa que se menciona en El banquete de Platón.)) fue venerada de Sócrates((Sócrates era un filósofo clásico griego.)) por eminente. Aspano((Aspano era maestra de retórica y logografía en Atenas.)) hizo muchas lecciones de opinión en las Academias.((un colegio de filosofía en Atenas donde Platón enseñó)) Eudoxia((Licinia Eudoxia tenía mucha influencia en el gobierno y era la emperatriz romana de Occidente.)) dejó escrito un libro de consejos políticos, Zenobia((Zenobia era la segunda mujer del príncipe Septimio Odenato.)) un epítome de la historia oriental, y Cornelia, mujer de Africano,((Cornelia era una famosa matrona romana conocida por ser la madre de los Gracos. Su esposo, Scipio Africanus era un general y político romano.)) unas epístolas familiares con suma elegancia. Y otras infinitas((o sea, infinitas mujeres)) de la antigüedad y de nuestros tiempos que paso en silencio por no alargarme, y porque ya tendrás noticia de todo, aunque seas lego y no hayas estudiado. Y que después que hay polianteas((las colecciones misceláneas enciclopédicas de materiales de la cultura clásica grecolatina)) en latín y sumas morales en romance, los seglares y las mujeres pueden ser letrados. Pues si esto es verdad, ¿qué razón hay para que no tengamos prontitud para los hombres?
Y más si todas tienen mi inclinación, que en viendo cualquiera,((o sea, cualquier libro)) nuevo o antiguo, dejo la almohadilla((Véase la nota de pie sobre “almohadilla” y el encaje español arriba.)) y no sosiego hasta que le paso. De esta inclinación nació la noticia, de la noticia el buen gusto y de todo, hacer versos, hasta escribir estas novelas. O por ser asunto más fácil o más apetitoso que muchos libros sin erudición, suelen parecer bien en fe del sujeto. Y otros llenos de sutilezas se venden pero no se compran, porque la materia no es importante o es desabrida. Esto es decir que el libro a que te convido puede servir por fruta entre otros platos de más sustancias, que está el gusto humano tan achacoso, y con tanto hastío de ver las cosas que pasan en el mundo que ha menester valerse de sainetes((obras teatrales humorísticas en un acto que se montaban entre los tres actos de una comedia)) para quitar los amargores o para tragar los sobresaltos.
No es menester prevenirte de la piedad que debes tener, porque si es bueno, no harás nada en alabarle y si es malo, por la parte de la cortesía que se debe a cualquiera mujer, le tendrás respeto. Las sátiras y las furias no se hicieron para los rendidos, sino para los soberbios. Quien tiene honra da lo que tiene; cada uno hace como quién es. Con mujeres no hay competencias: quien no las estima es necio porque es menester y quien las insulta, ingrato, pues falta al reconocimiento del hospedaje que le hicieron en la primer[a] jornada,((Se refiere a la ingratitud del hombre que no reconoce que la mujer le hospedó en su vientre durante el embarazo.)) y así pues no has de querer ser descortés, necio, villano ni desagradecido. Te ofrezco este libro, muy segura de tu bizarría y en confianza de que si te desagradare, podrás disculparme con que nací mujer, no con obligaciones de hacer buenas novelas, sino con muchos deseos de acertar a servirte. Vale.
Diplomatic Transcription
Al que leyere.
QVIEN duda, Lector mio, que te causará admira-
cion que vna muger tenga despejo, no solo para es
crivir un libro, sino para darle la estampa, que es
el crisol donde se auerigua la pureza de los inge-
nios; porque hasta los escritos se rozan en las letras de
plomo, no tienen valor cierto, por ser ta<n> faciles de engañar los
sentidos, que a la fragilidad de la vista suele passar por oro
macizo, lo que a la luz del fuego es solamente un pedaço de
bronze afeytado. Quien duda, digo otra vez, que aura mu
chos que atribuyan a locura esta virtuosa ossadia de sacar a
luz mis borrones, siendo muger, que en opinion de algunos
necios, es lo mismo que una cosa incapaz: pero qualquiera,
como sea no mas de buen Cortesano, ni lo tendra por nove-
dad,ni lo murmurarà por desatino;porquesi esta materia de
quenos componemos los hombres, y las mugeres,ya sea vna
trabaçon de fuego,y barro, o ya vna massa de espiritus,y ter-
rones,no tiene mas nobleça en ellos, que en nosotras,si es v-
na misma la sangre,los sentidos,las potencias, y los organos,
por donde se obran sus efectos,son vnos mismos, la misma al
ma q<ue> ellos,porq<ue> las almas ni son hombres, ni mugeres: q<ue> ra-
zon ay para q<ue> ellos sean sabios,y presuman q<ue> nosotras no po-
demos serlo?esto no tiene,a mi parecer, mas respuesta, que
su impiedad,o tirania en encerrarnos,y no darnos maestros:
y assi la verdadera causa de no ser la mugeres doctas, no es
defecto del caudal,sino falta de la aplicacion, porq<ue> si en nues-
tra criança,como nos ponen el cambray en las almohadillas,
y los dibuxos en el bastidor, nos dieran libros, y preceptores,
fueramos tan aptas para los puestos, y para las Catedras, co-
mo los hombres, y quiça mas agudas, por fer de natural mas
frio, por consistir en humedad el entendimiento, como se ve
en las respuestas de repente, y en los engaños de pensado, q<ue>
todo lo que se haze con maña,aunque no sea virtud,es inge-
nio;y qua<n>do no valga esta razon para nuestro credito, valga
la experiencia de las historias,y veremos lo que luzieron las
que por algun accidente trataron de buenas letras,para que
ya q<ue> no baste para disculpa de mi ignorancia, sirua para exe<m>-
plar de mi atreuimiento. De Arge<n>taria esposa del Poeta Lu-
cano, refiere el mismo q<ue> le ayudó en lacorreccion de los tres
libros de la Farsalia, y le hizo muchos versos, que passaro<n> por
suyos. Temistoclea, hermana de Pitagoras, escriuio vn libro
doctissimo de varias sentencias. Diotima fue venerada de So
crates, por eminente. Aspano hizo muchas leciones de opi-
nion en las Academias. Eudoxa dexò escrito vn libro de co<n>-
sejos politicos. Cenouia vn epitome de la historia Oriental.
Y Cornelia muger de Africano, vnas epistolas familiares, co<n>
suma elegancia. Y otras infinitas de la antiguedad, y de nues
tros tiempos, que pàsso en silencio , por no alargarme, y por
que ya tendras noticia de todo, aunque seas lego , y no ayas
estudiado. Y que despues q<ue> ay Polianteas en Latin, y Sumas
Morales en Romance,los seglares, y las mujeres pueden ser
letrados.Pues si esto es verdad, que razon ay para que no te<n>
gamos promptitud para los hombres? y mas si todas tienen
mi inclinacion, que en viendo qualquiera nueuo, o antiguo,
dexo la almohadilla , y no sossiego hasta que le passo. Desta
inclinacion naciò la noticia;de la noticia, el buen gusto: y de
todo,hazer versos, hasta escriuir estas Nouelas , o por ser as-
sumpto mas facil,o mas apetitoso,que muchos libros sin eru-
dicion, suelenparecer bien en fe del sugeto ; y otros llenos
de sutilezas,se venden, pero no se compran,porque la mate-
ria no es importante, o es desabrida.Esto es dezir , que el li-
bro a que te combido, puede seruir por fruta entre otros pla
tos de mas sustancias , que està el gusto humano tan achaco-
so,y con tanto hastio de ver las cosas que passan en el mun-
do,que ha menestervalerse de saynetes para quiar los amar
gores,o para tragar lossobresaltos.No es menester preuenir
te de la piedad que deues tener, porque si es bueno, no haras
nada en alabarle, y si es malo, por la parte de la cortesia que
se deue a qualquiera muger, le tendras respecto. Las satiras,
y las furias no se hizieron para los rendidos, sino para los so-
beruios. Quien tiene honra ,dà lo que tiene, cada vno haze
como quien es. Con mugeres no ay competencias;quien no
las estima, es necio, porque las ha menester: y quien las vltra
xa, ingrato, pues falta al reconocimiento del hospedaje que
le hizieron en la primer jornada. Y assi, pues no has de que-
rer ser descortes, necio, villano, ni desagradecido, te ofrez-
co este libro, muy segura de tu bizarria, y en confiança, de q<ue>
si te desagradare, podras disculparme con que naci muger,
no con obligaciones de hazer buenas Nouelas, sino con mu-
chos desseos de acertar a seruirte. Vale.
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Miscellaneous Works by María de Zayas
Posted
26 January 2022
Last Updated
2 July 2022