Baile de los trajes
Edited by Rayla Anderson, Yazmin Roman, and Maya Mortensen
Baile
Personas que hablan en él:
Venus
El Amor
Tres mujeres
Dos hombres
Músicos
Salen Venus y el Amor.
VENUS:
¿De qué lloras niño hermoso?
Refiéreme tu tormento,
dame parte de tus ansias.
Mira que está padeciendo
el corazón unas ansias
en lo que duda el deseo.
Dime pues lo que te aflige;
no me tengas más suspenso
el entendimiento que
juzga más en los recelos.
AMOR:
¡Ay, infelice de mí!((We preserve the archaic spelling of infelice to maintain the metrical pattern (syllable count).))
que en mi pasión no hallo medio,
y así resuelven mis ansias
todas dejarse al silencio.
VENUS:
No es ése bien medio, Amor,
para encontrar el remedio;
y así, di lo que te aflige.
AMOR:
Ya he dicho que me resolvió
a tener siempre guardado
este dolor en el pecho.
VENUS:
Ya que mis ansias no obligan.
Habrá de entrar el precepto.
AMOR:
Para que pongas en estado
al que yo juzgué respeto
de inobediencia, diré
que mi mal mas ya no puedo
proseguir, porque me falta
la respiración, y el fuego,
que me abraza el corazón,
me detiene los alientos.
VENUS:
Prosigue, y no se desmaye
el valor a los primeros
acentos de la razón.
AMOR:
Digo pues que ya mi imperio,
poder y grandeza están
en tan sumo abatimiento
que no aprovechan mis armas
desde que se introdujeron
unas modas en España
y así deja, pues que viendo
estoy, de mi monarquía
tan postrados los esfuerzos
que sienta, llore y suspire.
VENUS:
¡Qué vanos son tus recelos!
Y porque te desengañes
atiende, que mis acentos,
acordándote quien eres,
te harán saber tus trofeos.
Tú eres Amor, el que osado (Canta.)
llegaste al solio supremo
de las divinas deidades
a turbar de su paz todo el sosiego.
tú al poderoso Jobe((Se refiere a Jobe, el figura central del Libro de Jobe en la Biblia Santa.))
hiciste que del regio
dosel de su grandeza
descendiese a lo humilde de un deseo.
Tú esa antorcha brillante
que ilustra todo el cielo
herido de tus flechas
sujetaste a vivir sin lucimiento.
Tu fuerte arpón hirió
el atezado((bronceado)) pecho
de Plutón, que sus ansias,
hicieron más activos los incendios.
Tú el tridente altivo
del cristalino reino,
¿no hiciste con tus iras
que fuesen las espumas vivo fuego?
Y así de tus ansias
templa el recelo,
porque nadie puede
arruinar tu imperio.
AMOR:
Veo que tienes razón,
pero yo nunca la encuentro
para aliviar mi dolor
por más que busco el consuelo.
Sale una mujer.
MUJER:
¿Vive Amor en esta casa?
Decidlo por dios os ruego
porque me trae un temor
a buscarle que ya tiempo
que aflige mi corazón
mas ya proseguir no puedo.
VENUS:
Aqui vive, proseguid.
MUJER:
Digo pues Venus que quiero
que venga un rato conmigo
porque ya mi pensamiento
se cansa en una porfía,
y solo Amor el remedio
puede dar a mi esperanza.
VENUS:
¿No has visto Amor ya cuan presto
se han valido de tus armas?
Salen los dos hombres.
HOMBRE 1:
Dime, amigo Don Lorenzo,
¿estás mejor de tus ansias?
HOMBRE 2:
¡Qué siempre has de estar Don Juan
gastando tan buena chanza!
Salen el Amor y la Mujer, y los hombres no reparan en la mujer ni en el Amor, y están como hablando.
AMOR:
Dime por no errar el tiro
de la flecha que en la aljaba((caja portátil para flechas))
tengo puesta el que ha de ser
hoy sacrificio a tus aras((altar donde se celebran ritos religiosos)).
MUJER:
El que está a la mano derecha.
Pone el Amor la flecha en el arco y queda como suspenso.
AMOR:
Pero ¡ay de mí! que turbada
la acción, tímido el brazo,
torció el impulso, que airada
violencia es la que detiene
el fuerte impulso a mi saña.
Pone otra flecha y sucede lo mismo.
Quiero ver ésta que tiene
más ligereza y dorada
la punta, que siempre el oro
es el que más avasalla.
¿Qué es esto, piadosos cielos?
¿Hasta dónde mi desgracia
a de llegar? ¡Qué congoja!
MUJER:
¡Qué infeliz y desgraciada
que soy! ¡Ay, Amor!
AMOR:
Ya lo veo
pero aún es más tirana
la fortuna para mí,
pues me obliga a que me vaya. (Vase)
HOMBRE 1:
La que está ahí me parece,
debe ser Doña Esperanza.
Vamos por otro camino.
HOMBRE 2:
Cierto que son cosas raras
las vuestras. ¿Eso qué importa?
HOMBRE 1:
No quiero se persuada
que me cuesta algún cuidado.
Sale la segunda mujer vendiendo lo que dicen los versos.
MUJER 2:
Hay quien compre escarapelas,((Una discusión donde los participantes tienden a insultarse. Típicamente ocurre entre mujeres.))
inflamaciones y rabia.
Pícame-el-cor((Cor es una manera anticuada de decir corazón.)) y furor,
¿mírame-lindo y pedradas?
MUJER 1:
Aunque con tanto disgusto
me coge, quiero compra[r]las.
Venga quien vende los trajes.
MUJER 2:
¿Es uste’, Reina, quien llama?
MUJER 1:
Si, vaya diciendo los precios.
MUJER 2:
Escogiendo uste’ vaya
los que sean de su gusto.
MUJER 1:
Venga el furor y la rabia.
Vanse acercando los hombres hacia donde están las mujeres y reparan con cuidado.
Que hubo de ser el primero
que mi deseo llevara.
En fin, como tengo celos,((En este caso, tener celos se usa de una manera positiva que significa tener mucho entusiasmo.))
hacia el furor van mis ansias.
Ahora el pícame-cor.
HOMBRE 1:
¡Que me hiere, que me mata!
MUJER 1:
Pedrada y escarapela.
HOMBRE 1:
¡Ay! Que me acierta en el alma.
MUJER 1:
Ahora el mírame-lindo.
HOMBRE 1:
¡Qúe nuevo afecto! ¡Qúe nueva ansia
va labrando en mi pasión!
Que estando tan mal hallada
en el pecho la congoja
es más tormento el dejarla.
Don Lorenzo, yo me muero.
Ya logró la soberana
belleza ser homicida
de esta vida que a tus plantas (Vase a la mujer.)
rendido ofrece.
MUJER 1:
No,
no prosigais que me basta
para usar de mis desprecios
y así me retiro airada((enojada))
avisando a vuestro error
que el no tomar más venganza
es que os dejo por quien sois
y me retiro enfadada. (Vase.)
HOMBRE 2:
Huélgome veros rendido
y que ya probéis las mañas
y las burlas del Amor.
Sale Venus cantando.
VENUS:
Buscando vengo al Amor, (Canta.)
que ha rato que no le veo
y está impaciente el deseo
ausente de su favor
díganme, señores,
si han visto al Amor.
HOMBRE 1:
Yo le he visto, hermosa Venus.
HOMBRE 2:
¿Qué dices? Que es ilusión
que te fingen tus deseos.
HOMBRE 1:
Digo que he visto al Amor.
HOMBRE 2:
Mira, Venus, que se engaña.
VENUS:
En vuestra contradicción
se halla en más dudas mi pena
y así decid del Amor
las señas para que os crea.
HOMBRE 1:
Es Amor desasosiego
que avasalla el corazón,
atropella la razón,
vence las pasiones. Luego
es un tan eficaz fuego
que con el activo ardor,
aunque atormenta el dolor,
le busca la voluntad.
Luego mirad si es verdad
que yo habré visto al Amor.
VENUS:
Las señas que das son buenas,
mas no le ve mi aflicción.
HOMBRE 1:
Es que yo en el corazón
le guardo porque lo quiero.
VENUS:
Fuerza será que le busque
lo ansioso de mi cariño. (Canta.)
Y mi afecto repiten sus ançias.
¿Dónde estás Cupido?
Sale cantando Cupido.
CUPIDO:
Si pueden mis ansias (Canta.)
cobrar el aliento
de tristes congojas,
de ansiosos recelos,
que veo en los trajes
frustrado mi imperio,
ajadas las flechas,
heladas las llamas
y el arpón sin fuerza.
Muda de tono.
Si no remedias, madre,
tanto daño prometo:
desgracias a mi vida,
ruinas a mi imperio,
pues rendido el valor
a tantos desconsuelos,
obligan las congojas
que prorrumpa en lamentos
diciendo ¡ay infelice, que me muero!
Cae como desmayado en brazos de Venus.
VENUS:
¡Ay! desdichada (Canta.)
de la que ve al Amor
en tal desgracia.
Júpiter,((De la mitología griega. Júpiter es el dios de los cielos y el reino de los demás dioses.)) soberano
pues ves mi desconsuelo,
merezca tus piedades
el acento afligido de mi ruego.
Mira como Cupido
en mortales afectos
desmaya del valor
el activo y ardiente movimiento.
Sale mujer tercera.
MUJER 3:
Tus voces las sacras deidades (Canta.)
piadosas oyeron
y en las alas del viento me envian
a darte remedio,
estos trajes que viste la gala.
Manda por ellos,
que amor trueque((intercambia)) sus armas pues basta
solo el aseo.
Vete luego y verás que el adorno
le da tanto esfuerzo
que será al impulso del garbo
el tiro mas cierto. (Vase.)
VENUS:
Ya que han oído mis ansias
los dioses, hacerles quiero
sacrificio a sus deidades.
celebrando mi contento
y así todos a mis voces
salid con los instrumentos
formando todos un baile
en los sonoros acentos
repetid lo que yo digo.
Cantan y bailan.
El Amor ha trocado
el arco y arpón
por el miráme-lindo
y pícame-el-cor.
La venda y las alas
también las trocó
por la escárpela
y la inflamación.
La pedrada y rabia
y airado furor
por carcaj y aljaba
las trueca el Amor.
Diplomatic Transcription
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Posted
12 December 2021
Last Updated
8 November 2023