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Amor es fe

by Soror Maria do Céu

Region: Lisboa, Portugal

Edited by Dallin Jenkins and Holly Smyth

Transcribed by Dallin Jenkins and Holly Smyth

Auto

Personas que hablan en ella

 

Alejo, príncipe

Remolo, príncipe

Falanjes, príncipe

Guión, gracioso

Mirlina, sabia

Gloria, princesa

Roma, dama

Sabina, dama

Aglaes, dama

Músicos

 

Sale D. Falanjes

 

FALANJES:

Gracias a Dios, Chipre((Cyprus, país isla en el mar Mediterráneo)) hermosa,

patria del amor serena,

que ya tu alegre marina

pisan mis plantas soberbias.

 

Sale Alejo

 

ALEJO: 

Ya vuelvo a ti, Chipre ilustre,

a ver si dichosa encierras

aquella gloria con que

suba al cielo tus almenas.((parapetos encima de las murallas de una fortaleza))

 

FALANJES:

Como eres del amor patria,

quién duda que a gloria tengas,

porque donde el amor vive,

allí la hermosura reina,

más ¿no es Alejo el que miro?

 

ALEJO:

¿No es el príncipe de Creta,((isla más poblada de Grecia)) 

el que veo?

 

FALANJES:

Como aquí, 

tu propia corte pasea 

si tan ausente decían 

que estaba.

 

ALEJO:

La enhorabuena, 

a mi amistad doy de veros 

en mi corte.

 

FALANJES:

Y yo de en ella hallarás, 

también la quiero, 

que me decían que fuera 

de vuestro reino a gran tiempo, 

andabais(( “andaveis” en el original)) sin que más nuevas, 

de vos supiesen.

 

ALEJO:

Fue así, 

mas ya precisa la vuelta 

ha sido y en este instante 

desembarco adonde encuentra 

con un amigo fiel, 

una amistad verdadera, 

para que mi ilustre corte 

den esmalte vuestras huellas. 

 

FALANJES:

De aquel tiempo que asistí, 

por vuestro huésped en ella, 

con las causas que sabéis, 

tanto os ama mi fineza, 

que con vos partiera el alma, 

caso que la dividiera, 

en esta verdad fiado, 

espero que de la ausencia, 

que de vuestro reyno hicisteis, 

la causa me digáis.

 

ALEJO:

Fuera 

desdoro de mi amistad 

hacer del secreto tema, 

y más cuando por la misma 

hoy todo el orbe se inquieta, 

la fama, o la admiración, 

aunque en si son tan diversas, 

que una en los portentos pasma 

y otra en los prodigios vuela, 

a Chipre, mi heroico reino, 

la feliz noticia lleva 

de la belleza de gloria, 

ilustrísima princesa 

de Jerusalén, de quien 

los que la han visto me cuentan 

que queda como en el cielo 

aquel que la vé en la tierra, 

entró amor por el oydo 

sin mirarla, porque fuera, 

ya después de haberla visto 

obligación la fineza, 

el conceto hizo la fé, 

la fé el amor, porque sea 

amada como deidad 

quien de mujer se desdeña, 

luego olvide la atención 

que daba a tres damas bellas, 

agradecido, no amante, 

sin que las constantes veras 

con que me amaban pudiesen 

romper mi heroica fineza, 

dentro en mi corte vivían 

porque más cerca murieran, 

tan ilustres, que a mis nupcias 

aspiraba su soberbia, 

Sabina de clara estirpe, 

Roma de regia ascendencia, 

Aglaes mi misma sangre, 

ha dado esmalte a sus venas, 

todas tres se competían, 

ilustres, sabias, honestas, 

que aunque olvidé su hermosura, 

no puedo negar sus prendas, 

era mi gloria mi gloria, 

y, si posible me fuera, 

partiera luego a buscarla, 

a tanto el amor empeña 

mi pecho, cuando a este tiempo, 

su ilustre padre que hoy reina 

manda convocar el orbe 

para que en su busca sea, 

porque en encanto la oculta, 

muy pocos a la palestra 

salieron, porque quedaron 

suspensos en su pereza, 

en los lejos de un encanto, 

la puso mi estrella adversa 

con que de mi triste amor 

el primer paso es la ausencia: 

quedé cual día sin luz, 

quedé cual concha sin perla, 

quedé cual campo sin flor, 

como noche sin estrellas, 

luego a buscarla salí 

occulto, que esta cautela 

a muchas causas devia, 

corrí la extendida Grecia, 

el undoso Archipiélago, 

dejando para postrera 

mi patria donde salí 

sin registrarla, porque era, 

si acaso en ella estuviese, 

desdoro de mi fineza, 

cuando la busco, el andar 

tan pocos pasos por ella, 

toda la Grecia inquiriendo, 

gruta al gruta, peña a peña,

a mi reino vuelvo adonde 

en su marina serena 

me hayáis, si acaso le corro, 

sin hallarla con presteza 

le dejaré discurriendo, 

por aires, mares y tierras, 

desde la zona que abraza 

hasta el trópico que hiela, 

por hallar mi gloria amada, 

y aunque el mar en sus horrendas

cavernas la oculte, adonde 

escondida ninfa sea, 

aunque la tierra en sus senos 

la guarde y allí se vea 

a competencias del oro, 

aún sin tener competencia, 

y aunque los cielos la suban 

a su cristalina esfera 

para que añada gloriosa 

el número a sus planetas, 

aunque el horroroso abismo 

la encierre en su llama misma, 

y en ella y en el compitan 

las luces con las hogueras, 

aunque en su guarda se mire, 

aunque sea en su defensa,

la que el rebaño rindió, 

hidra de siete cabezas, 

la sierpe que Libia((País en el norte de África, al lado de Egipto)) cría 

en sus arenas desiertas, 

el indómito león, 

a quien el África engendra, 

aquel pez del mar gigante, 

que en sus senos se pasea 

y es promontorio de lejos 

siendo ballena de cerca, 

aquel escamoso monstruo, 

que en el Nilo((Río de Egipto)) se alimenta 

y llora como mujer 

para trager, como fiera, 

aquel disforme gigante((Referencia a Goliat, gigante de la Biblia)) 

que en los campos de Judea, 

siendo su altura seis codos, 

fueron su estrago tres piedras, 

aquel espín((tine)) que su boca 

a calcedonia((chalcedony - cristal semejante a cuarzo)) amedrenta, 

pues cada diente que esgrime 

es una parca que lleva: 

aquel horroroso monstruo((referencia al minotauro, monstruo mitológico)) 

que en laberintos de Creta 

acabó del valor triunfo, 

siendo del amor afrenta, 

de Roma todas las armas, 

toda la astucia de Grecia,

del tonante((sonido del trueno)) tanto rayo 

de Marte((dios de la guerra de los grecos)) tanta braveza 

tengo de verme a sus ojos, 

porque todo el orbe sepa

como Alejo por la gloria,

en((dice “y” en la original, una corrección hecho a mano la cambia a “en”)) tantos riesgos se empeña.

 

FALANJES:

Y qué me diréis amigo, 

si la misma causa es esa,

¿Qué soy peregrino me trae?

 

ALEJO:

No me admiro, si por ella 

tantos príncipes del orbe 

han salido de sus tierras. 

 

FALANJES:

Pues quién por la libertad 

de una tan alta princesa,

no aventurar su vida, 

¿Qué lo demás fuera afrenta?

yo también su((la original dice “tu”)) fama adoro 

aunque con menos terneza, 

que vos más con tantos empeño, 

al fin como fuere sea 

iré como obligación 

cuando no como fineza. 

 

ALEJO:

Pues discutamos los dos, 

aunque por diversas sendas, 

competidores y amigos

en su busca, porque sepan, 

que ni siempre disensiones 

engendra la competencia 

y si acaso. 

 

FALANJES:

Y si por dicha.

 

ALEJO:

El honor de aquesta empresa

fuere vuestro.

 

FALANJES:

¿Vuestro fuere?

 

ALEJO:

Coronaré mi cabeza 

con vuestro laurel.

 

FALANJES:

Por mía 

tendré vuestra gloria misma.

 

ALEJO:

Es porque oculto en mis tierras 

quiero andar y no hay ninguno 

que de mi venida sepa.

 

FALANJES:

Pues adiós hasta más veros.

 

ALEJO:

Él os guarde … 

 

FALANJES:

Él os defiende. (Vanse.)

 

Salen Remolo y Guión.

 

REMOLO:

Sin duda en Chipre está que por grandeza,  

corona amor su patria en su belleza, 

la que cuna de amor fue por ventura, 

el torno debe ser de la hermosura 

con que aquí espero hallarla 

después de tantos días de buscarla. 

 

GUIÓN:

Tu empresa es loca dando al orbe vueltas,

si andan ahí tantas mujeres sueltas,

porque en acción errada 

corres el mundo por una encantada, 

a los cielos pluguiera 

que todas encantadas se estuvieran, 

y que mi dama cuando pide tanto, 

el no poder hablar fuera su encanto, 

déjate ya señor de ese desvelo 

y quédese la gloria para el cielo.

 

REMOLO:((La original dice que Falanjes habla, pero es claro que Remolo está hablando))

Rara está tu simpleza. 

¿Cómo puedo dejar tan alta empresa 

cuando el que la ganare en tal renombre, 

inmortal con su fama hará su nombre? 

Mi nobleza para ella me llamara 

aunque su raro objeto no obligara, 

pues me dicen que ha sido gloria hermosa 

del campo astro, si del cielo rosa.

 

GUIÓN:

Y si un jayán((bestia fuerte y grande)) descomunal la guarda.

 

REMOLO:

Este enemigo ya mi brazo aguarda 

porque menos contrario en la aventura 

ni viene a mi valor, ni a su hermosura.

 

GUIÓN:

Pues Señor solo queda y sin socorro 

porque yo con gigantes no me corro.

 

REMOLO:

Porque cobarde vil son tus recelos.

 

GUIÓN:

Porque quisieron escalar los cielos

y Dios no ha de querer aunque te asombres

que yo mire la cara a tales hombres.

 

REMOLO:

Su cobardía al fin es de villano. 

 

GUIÓN:

Tu más hidalgo aquí, yo más cristiano.

 

REMOLO:

Aunque de un rey hermano no me viera, 

con el mismo ardimiento procediera, 

porque este brío que mi fama escribe 

no es sangre, es alma que en mi pecho vive,

mas en un bosque opaco nos entramos, 

laberinto de flores y de ramos. 

 

GUIÓN:

¿Qué bellas cidras aquel árbol cría?

 

REMOLO:

Tres son y yo las cojo.

 

GUIÓN:

Bobaria((bobada - de Gállego)) 

será dejarlas, una me consiente. 

 

REMOLO:

Todas han de ser mías.

 

Va a cogerlas y sale Mirlina.

 

MIRLINA:

Tente, tente, 

caballero arrogante y destemido, 

no toques estas cidras, atrevido. 

 

REMOLO:

¿Quién eres dime tú, deste terrestre, 

si hay sylvestre deidad, deidad sylvestre, 

¿Qué acciones me quitas? Pero no es bastante…

 

MIRLINA:

A las cidras no toques, loco andante, 

o contra ti verás dar en desmayos,

los cielos áspides y los campos rayos.

 

REMOLO:

Cuanto más me las venda tu diseño,

en apurar su enigma más me empeño

y he de dejarla clara.

 

MIRLINA:

No sabes que de Dios soy hija cara

y en estos horizontes,

puedo mudar las peñas y los montes, 

y te haré sepultar si me desdeñas 

debajo de los montes y las peñas.

 

GUIÓN:

Señora bruja, deje esas porfías, 

no comeremos cidra en nuestros días, 

lo jura mi desvelo, 

por alma de Mirlina su cuarto abuelo.

 

REMOLO:

He de cogerlas aunque más me asombres.

 

MIRLINA:

Ha de esas espesuras brutos hombres 

salvajes fieros deste paso guardas, 

en riesgo están las Cidras. 

 

GUIÓN:

Te recuerda, Señor, que yo me resguardo.

 

Salen los salvages.

 

REMOLO:

Calla villano que en su muerte tardó.

 

GUIÓN:

No quiere que te ayude, no.

 

REMOLO:

La empresa 

no reparte a ninguno mi braveza. 

 

GUIÓN:

Obediente nací.

 

REMOLO:

Solo de ver sus gestos voy temblando. (retirase.)

 

GUIÓN:

Morid, sátiros viles. 

 

MIRLINA:

A su brazo 

ni el fuerte salvagino hace embarazo 

ha del león, que en África nacido, 

en el bosque de Chipre tiene nido. 

 

GUIÓN:

¿León, león, mujer que has pronunciado?

 

MIRLINA:

Indómito feroz, sal a mi brazo. 

 

GUIÓN:

Señora echisera duelas de mí, 

que soy niño y solo nunca en tal me vi.

 

REMOLO:

Aunque que llames las furias del abismo. 

 

MIRLINA:

La fiera llamo, que ha de ser lo mismo, 

sal león y defiende en tal discordia. 

 

Sale el Leon.

 

GUIÓN:

Señor, señor, pequé, misericordia. 

 

REMOLO:

Llega, fiera, a mis brazos, 

que en ellos te he de hacer dos mil pedazos.

Tu cerviz pise aquí mi planta altiva.

 

GUIÓN:

¿Estás vivo Señor?

 

REMOLO:

Mi valor viva, 

que ya la fiera ha muerto. 

 

MIRLINA:

El hombre es Marte.

 

GUIÓN:

Aquí señor estoy para ayudarte a su entierro 

lo más fuera locura.

 

MIRLINA:

Pues ya que tu constancia siempre dura

burló las guardas desta fruta hermosa

a pesar mío, deste campo diosa,

pagarás tu locura destimida 

en la fortuna, cuando no en la vida.

Yo te hado,

caballero atrevido y denodado, 

que en las Cidras que han sido tus desvelos, 

pruebes lo que es amor y qué son zelos, 

y la gloria que buscas tan subida 

no alcances ni en la muerte, ni en la vida, 

por mayor desventura,

por tu culpa no logres su hermosura, 

este su hado sea, 

los cielos lo confirmen, yo lo vea. 

 

REMOLO:

Escucha, aguarda, espera. 

 

GUIÓN:

En la espesura le emboscó ligera.

 

REMOLO:

Pues ya verla no hay, 

corto las Cidras con la daga. 

 

Va a cortar las Cidras se dicen dentro las tres.

 

DENTRO LAS TRES:

Ay.

 

REMOLO:

Parece que del árbol respondieron. 

 

GUIÓN:

Que son cidras con alma nos dijeron. 

 

REMOLO:

Quien habla en tu corteza, 

árbol, que siendo tronco das terneza 

y a mi toque, que ya suspender haces, 

vida respondes cuando leño yazes.

 

Roma por detrás del árbol. 

 

ROMA:

Somos de amor las cidras desdichadas,

que en esta fruta estamos encantadas. 

 

REMOLO:

¿Pues las cidras de amor ya no pasaron?

 

GUIÓN:

Son sus nietas, señor, que se quedaron aquí.

 

SABINA:

Somos las verdaderas,

que las ya decantadas son quimeras. 

 

GUIÓN:

Así se lo adivino, 

pues murieron por agua y no por vino.

 

REMOLO:

Que el suceso digáis aquí pedimos.

 

AGLAES:

Hablar más no podemos, ya dormimos.

 

REMOLO:

Deidad que en aqueste pomo

esconder tantos misterios

haziendo altar de una cidra, 

cuando haces templo de un leño, 

sal perla que ya mi daga

corta tu concha con tiento. 

¡Qué bella, qué amorosa dama!

 

Saldrá Aglaes por detrás del árbol al cortar la Cidra.((Sale mientras habla Remolo))

 

AGLAES:

Dame a Alejo si no muero.

 

REMOLO:

¿Alejo el príncipe?

 

AGLAES:

Sí.

 

REMOLO:

Anda ausente de su reino, 

no es posible que le veas. 

 

AGLAES:

Dame a Alejo, si no, muero. 

 

GUIÓN:

Pues vuelva a vivir de cidra 

para no morir de extremos.

 

AGLAES:

¡Dame a Alejo, ay infelices! 

¿Aunque cielo y tierra atiendo, 

que miro si no le miro? 

¿Qué bello si no le veo? 

¡Ausente está, que desmayo!

muerto estará, también muero, 

que como por el vivía, 

ya sin el viver no puedo, 

ya voy perdiendo el sentido, 

más es tan fino mi empleo, 

que aquí el no haber de sentir 

es solo lo que más siento.

Los pulsos lánguidos, (Canta con voz desmayada.)

el pecho acérrimo, 

el cuerpo frígido, 

el pasmo auténtico, 

muero, acabo, fenec.     (Cae.)

 

GUIÓN:

Fuese como un pajarillo 

y lo ha sido hasta en los quiebros, 

cidra en vida, cisne en muerte. 

 

REMOLO:

Muerta está, valedme Cielos,

para ver tanta hermosura

malograda en tanto exceso.

 

GUIÓN:

Pudiera morir por mi, 

hallará aquí su consuelo. 

 

REMOLO:

No estoy para gracias, loco,

a la segunda pasemos, 

que no es posible que a todas 

predomine un mismo afecto,

con temor oh niña hermosa 

rompo el verde tosco seno, 

donde saldrás como luz 

si está infeliz como fuego.

 

GUIÓN:

Salga de la cáscara del pollo. 

 

Saldrá Sabina de la misma suerte.

 

SABINA:

Dame a Alejo si no muero. 

 

GUIÓN:

Yo soy Alejo, señora.

 

REMOLO:

Quita loco, aparta necio, 

la segunda no me engaño, 

primera en beldad la veo, 

más del mismo dolor muere, 

templar su pasión pretendo , 

señora, Alejo está cerca, 

y de traerlo prometo 

a tus ojos. 

 

GUIÓN:

Tente niña.

 

SABINA:

Dame a Alejo, si no, muero. 

 

REMOLO:

A su tiempo le veréis.

 

SABINA:

Ay, que no llega ese tiempo 

para quien promete cerca, 

para quien aguarda lejos, 

Alejo, más no responde, 

más distante, según pienso, 

le tiene su destierro, 

saca mi cansado aliento, 

no vengar ver cómo vivo, 

más llega a ver como muero,

el rostro pálido,         (Cantando.)

el mal acérrimo, 

la vista fúnebre, 

los pasos trémulos, 

muero, acabo, fenec,         (Cae.)

 

REMOLO:

¡Ay malogradas bellezas! 

Señora, Señora, ha muerto. 

 

GUIÓN:

Señora cidra de amor, 

ya se ha ido para el cielo, 

si acaso fue cidra dulce.

 

REMOLO:

De las pasadas dijeron 

que agoa pedían, y aquestas 

diferentes piden fuego.

 

GUIÓN:

Si yo en limón me convertiera, 

no me engaño en lo que pienso 

dijera en saliendo a voces, 

dame vino sí no muero. 

 

REMOLO:

Dejar de ver la tercera 

será perder mi ardimiento, 

el fin de aquesta aventura, 

ninguno sabe de Alejo 

para traerle si acaso 

esta ninfa ama lo mismo 

y creer que esté en ella 

otro más alto misterio, 

con todo temo cortarla. 

 

GUIÓN:

Señor, señor, buen remedio 

si acaso a Alejo pidiere, 

en este instante me acuerdo 

que tengo en la faldriquera 

un retrato suyo y cierto 

que tan parecido está, 

que engañar a su deseo 

podrá, yo me lo guardaba, 

ya no sé para qué lo intento. 

 

REMOLO:

Bien dices aunque tardaste.

 

GUIÓN:

Bien digo y te doy exemplo 

en la fabulosa historia; 

era rey, decía el cuento, 

que de su gloria ambicioso 

partió, dejando su reino 

a buscarla en aventuras, 

y después de heroicos hechos 

halló la Cidras de amor, 

las dos primeras hiriendo, 

salen dos damas hermosas 

clamando agua, si no, muero, 

como en estero acabaron, 

él entonces más atento, 

a la tercera partió 

junto a una fuente y bebiendo 

quedó a sus piedades viva 

cuando el a sus ojos muerto, 

tú que el caballero haces,

aplicando este cuento, 

que mi abuela me contava  

cuando iba a hacer pucheros,((sopa de España))

Abuela junto al retrato, 

pues que su sed es de Alejo, 

y tendrás la dama viva. 

 

REMOLO:

¡El dichoso pomo hierro 

caja de la mejor joya, 

pues toda un alma es su precio.

¡Válgame Dios, qué prodigio!

 

Saldrá Roma.((Sale mientras habla Remolo))

 

ROMA:

Dame a Alejo, si no, muero.

 

GUIÓN:

Señor o dale el retrato 

o dale los sacramentos.((extremaunción - rezos dado al final de la vida de un cristiano))

 

REMOLO:

Como he de dar el retrato 

si estoy en sus ojos presos, 

y en un instante de amor 

corrí mil siglos de celos, 

señora no sé que diga.

 

ROMA:

Dame Alejo, si no, muero.

 

REMOLO:

No está aquí Alejo, señora.

 

ROMA:

Ay, infeliz que fenece.

 

REMOLO:

O le he de dar el puñal, 

no he de tomar el veneno.

 

GUIÓN:

¿Quieres hacer esta selvas 

de las Cidras cimenterio? 

Dale el retrato.

 

REMOLO:

Le doy, 

más ¿cómo si adora a Alejo, 

le he de dar? ¿Quién se habrá visto 

en lance de más aprieto 

desde que el mundo fue mundo, 

desde que el cielo fue cielo?

¿Qué haré? ¿Qué resolveré 

en tan arriesgado empeño? 

O ella ha de morir de amor 

o yo he de morir de celos. 

 

ROMA:

Ya va faltando la vista, 

ya va cansando el aliento, 

el corazón palpitante, 

el discurso como ajeno, 

al fin ya la vida falta. 

 

REMOLO:

Parcas suspended un tiempo, 

y la dé espacio Laquesis,((una de las moiras de la mitología griega, quien determina la longitud de la vida de las personas)) 

Átropos((Átropo, otra de las moiras, quien tiene tijeras para cortar el hilo de la vida)) tu rigor fiero 

no corte, que desta vida 

pendientes van dos alimentos.

 

GUIÓN:

¿Buena fineza de amante?

 

REMOLO:

Bien dices, yo me resuelvo, 

viva ella y muera yo. 

 

ROMA:

Dame a Alejo, si no, muero.

 

REMOLO:

Aquí está Alejo, señora. 

 

ROMA:

¿Qué dices, que no lo creo, 

Alejo, háblame señor, (Dale el retrato.)

más ay que es sombra y no cuerpo,

y aún así respira el alma 

cuando veo su retrato.

 

REMOLO:

Y no sólo su retrato, 

más a él veréis muy presto, 

que está vivo aunque esté ausente 

yo mismo añado mis celos.

 

ROMA:

En vuestra voces revivo 

más ¿quién lo figura?

 

REMOLO:

Remolo, 

ayer Infante de Tebas,((Tebas, ciudad griega, donde supuestamente nació Hércules)) 

y soy más por esclavo vuestro. 

 

GUIÓN:

No vi cidra tan hermosa. 

 

REMOLO:

Ya que mi nombre os he dicho, 

así pudiera mi afecto 

saber el vuestro quisiera,

y deste encanto tan nuevo

la causa,

si me entendeis, 

descifrar sus misterios.((las últimas dos líneas son dichas por Roma en la original))

 

ROMA:

Mi nombre es Roma, mi principio nada, 

aunque ya de laureles coronada, 

se mira ascendencia prodigiosa, 

con que nací tan noble como hermosa

mi cuna Italia, cuando ya crecía,

a Chipre no vivía porque amaba,

reinaba en ella Alejo generoso,

galán Adonis,((amante mortal de la diosa del amor, Afrodita)) Marte belicoso,

que en su brazo y su gesto,

Marte y Adonis hacen un compuesto

a su brío, a su gala, a su cordura,

se inclinó mi altivez, no mi locura,

porque amar un soguero cuando es digno, 

más parece razón que desatino,

al fin tanto te amé.

 

REMOLO:

Y adelante.

 

ROMA:

Perdona el ser mujer, que soy amante, 

estas dos hermosuras malogradas,

que Aglaes y Sabina son nombrados 

en su corte también, por él morían,

haciéndonos así nuestra((la original dice “vuestra,” una corrección hecho a mano la cambia a “nuestra.”)) fortuna

en destino y nobleza todas una,

Sabina que en estrella tan dichosa

nombrado estaba ya para su esposa,

aunque el joven señor de su albedrío

burlada su esperanza en el desvío.

Aglaes que tan dulce le quería 

que más madre que dama parecía.

Desta pasión pasa vamos flechadas,

todas tres bien heridas, mal curadas

cuando impensadamente,

Alejo de su reino en su repente

desaparece y luego claro estaba

el espejo en que Chipre se miraba

a buscarlo partieron,

y aunque mil diligencias pretendieron

descubrirlo, se dio por imposible

ni traerle quedaba muy posible,

porque tanto lloraron nuestros ojos

y tanta es su crueldad, por más enojos, 

que entre nosotras, y el ya con espanto, 

hay monte de crueldad y mar de llanto.

Pasarse de tiempo en tantos daños,

diré si mido el tiempo, que dos años

dos siglos fueron, mas, qué digo, miento, 

que ya mido el dolor y no hallo cuento,

y en una triste ausencia

el reloj corre tras de la impaciencia,

una mañana pues desengañadas,

ya de nuestro dolor exasperadas 

hablando d’él, llegamos con desvelo

a este bosque de flores, verde cielo,

tanto nos embebidos

en el dolor de quien astuto hicimos,

que sin hacer reparo en tal traspaso,

en un río caímos, que hace pasto

a este lugar adonde, caso estraño,

ya qual sumergidas en tal daño,

¡este árbol se inclinó que aquí es su orilla 

y se abrieron una rara maravilla!

Las tres cidras que viste y en sus senos 

tres recogieron no te informo menos

adonde nos quedamos recogidas,

o mal vivas infante, o bien dormidas

que más compasión tiene en tanta calma, 

leño sin vida sí, que hombre con alma.

El tiempo que aquí estuve, no él que lloro, 

siempre te lo dirá, que yo ignoro,

más solamente sé que agradecida

la libertad te debo con la vida,

que esta si la de un triste así se nombra , 

su luz restituye con esta sombra,

piedad que Alejo en el retrato ha hecho, 

porque tiene su rostro, no su pecho,

pues caben en su esfera.

Semblante de hombre corazón de sierra 

y aún de su sombra la piedad no aprecio, 

pues la vida me da que ya desprecio,

este el successo ha sido

que a tan extraño encanto me ha traído, 

y en el tu brazo fuerte

a las guardas presumo dió la muerte,

y estas dos hermosuras macilentas,

rosas ya desmayadas no sangrientas, 

estas infaustas damas, más

que hoy son cenizas si ayer fueron ya

muertas a su pasión cuando salieron,

de amor vivían y de amor murieron

porque claro se infiere

que no vive de amor el que no muere: 

quedarán por ejemplo a lo futuro

de constancia segura de amor puro,

y tú que en estos pomos((perillas)) por acierto

bien puedes publicar, joven osado,

que las cidras de amor tienes hallado.

 

REMOLO:

Por muchas causas señora

admiro el discurso vuestro,

de quien estuvo pendiente

mi atención, digo mis zelos,   (Aparte.)

diceme ahora hasta donde

me mandas os vaya sirviendo.

 

ROMA:

Hasta una casa de campo,

que por este sitio tengo,

y después, a Dios infante.

 

REMOLO:

Ese Dios está muy lejos.

 

ROMA:

¿Por qué?

 

REMOLO:

Porque no se aparta

el que se ha dado por preso.

 

GUIÓN:

Como eres fruta de espino,

no hasta de la corte presto.

 

ROMA:

¿Y las damas? Mas que miro 

ya la espesura en sus senos

poco a poco las recoge.

 

REMOLO:

Pues así se las dejemos,

que entre su vida y su muerte

hay un gran misterio.

 

GUIÓN:

Muy áspera es la mortaja.

 

ROMA:

Pira de caracas y leños

en un verde mausoleo

ya nos esconde sus cuerpos.

 

GUIÓN:

Después de cidras de amor,

en carrascos((Matorral de encina, que crece poco, y sus hojas son rodeadas de espinas.)) se volvieron.

 

REMOLO:

Yo os voy siguiendo señora,

y porque una empresa, tengo

que me quitó de mi patria 

por acabar no me quedo

en esta corte a servicios;

pero volveré de presto,

girasol de vuestras luces,

a vivir de sus reflejos.

 

ROMA:

¿Para qué, si no soy mía ?

 

REMOLO:

Para qué, porque soy vuestro.

 

ROMA:

No volváis, que es desatino.

 

REMOLO:

Volveré porque es acierto.

 

ROMA:

¿Y se quedaron desdeñados?

 

REMOLO:

Tan poco son vuestros sueños.

 

ROMA:

Si los quieres no es Alejo,

o volváis o no volváis.

 

GUIÓN:

Ya la cidra habla en concepto.

 

REMOLO:

Volveré a vivir de amor,

aunque me matéis de celos 

o hados los de Merlina.

 

ROMA:

¡Oh ingratitud la de Alejo,

como te convences tarde!

 

REMOLO:

Cómo me alcanza veis de presto.

 

Vanse.

 

Sale Gloria con volante en el rostro y en tanto que suena la música, se pasea.

 

MÚSICOS:

La señora de las gentes,

reina de Jerusalén, 

se oculta en estos jardines

porque la busquen por fe,

ay de aquel

que su rara beldad no llega a ver.

 

GLORIA:

Ay de aquel,

que mi rara beldad no llega a ver,

ay de aquel que en tal desmayo

llamado de mi belleza.

Se queda como pereza

y no corre como rayo, 

a muchos miró y excluidos,

pues me buscan tan pesados 

que siendo tantos llamados,

pocos serán escogidos,

dichoso aquel joven si

a si deje de quererse

solo por quererme a mi.

 

En tanto que la música suena, irá saliendo Falanjes y paseando Gloria.

 

MÚSICOS:

Sus bellos ojos esconde 

hasta su tiempo porque

pretende que ame a Jacob

antes de ver a Raquel, 

ay de aquel

que su rara beldad no llega a ver.

 

FALANJES:

Pues no ay de mí porque ya

vengo a quitar con desvelo

esta nube que a tu cielo

la luz ocultando está.

 

GLORIA:

¿Quién eres joven contrario

a mi respeto constante, 

pues veo que de arrogante 

te passas a temerario,

quien la gruta, que hace puerta

a este jardín te enseño?

 

FALANJES:

Mi diligencia la hallo

para mi fortuna abierta, 

por más que oculta se estaba,

mi valor la hizo notoria,

más si acaso sois la Gloria,

que peregrino buscaba, 

dejad vuestro cielo ver, 

aunque hombre humano me halláis.

 

GLORIA:

Primero que me veáis,

tenéis mucho que saber,

mi pecho he de relataros

antes que eche el velo fuera.

 

FALANJES:

Solo escuchándolo sufriera

el tiempo de no miraros.

 

GLORIA:

Pero primero decid

quién sois que así se decreta.

 

FALANJES:

Soy el príncipe de Creta

Falanjes. 

 

GLORIA:

Está bien oíd,

mi padre el rey cuyo imperio

no se limita en la tierra, 

pues estiende su dominio

sobre las mismas estrellas,

crió para su palacio

una habitación tan nueva,

que por no tener color,

sus noticias son emblemas,

esta ciudad pues crió

tan magnífica que de ella

siendo cuatro los que escriben

queda ninguno el que cuenta:

a sus cimientos levantan

diamantes por la firmeza,

safiras por la color,

esmeraldas por la prueba,

por el esplendor topacios,

Sardónice por la pureza,

Amatistes por lo rojo,

jacintos, no por la queja, 

que de su raro edificio

estas han sido las piedras.

Este soberbio obelisco

contiene en sí doce puertas

a que componen preciosas

tantas, margarita bella,

y las tiene como enigmas

aunque viven como perlas:

de cristal sus pavimientos,

oro sus murallas regias,

del mismo metal las calles,

del mismo espejo las tejas

siendo el cristal tan brillante

de esfera el oro tan tersa

que el cristal, parece al oro,

el oro al cristal remeda,

en fin para referirse

sus esmaltes, sus riquezas; 

aún siendo su lengua yo,

parece no tengo lengua:

mi padre, que a su desvelo

mira la ciudad perfecta

de sus grandezas en medio,

me puso a mí por lumbrera

que aunque su compuesto ha sido 

de tanta estrella en las piedras,

de tanto sol en el oro,

de tanta luz en la esfera

sin mi divina hermosura,

sin mi singular belleza 

era tierra lo precioso,

eran las luces tinieblas

viendo que sus ciudadanos

quedan pagos solo en verla

de quantos servicios debe 

la corona a su nobleza, 

y allí repetidos tonos

todas mis gracias festejan. 

Si es que hay sirenas divinas, 

con músicas de sirenas

no quiero que los extraños 

los extranjeros tuvieran

de balde, lo que a los propios

les fue mucha recompensa;

y así dispuso que aquel

que desta inferior esfera

deste desigual terreno

quisiera ver mi belleza

no lo alcancé, sin que antes

a precio de sus finezas

compré la indicada vista

para cuya acción suprema

me oculta en estos jardines

dónde de mi Corte mezquina,

soy asistida porque

se nombre en señas diversas

paraizo quando aquí,

Jerusalén quando en ella 

dándome por encantada

todo su designio era,

hiciese el mérito digno

el que hizo incapaz la esencia.

Luego el pregón de la fama

dio por el orbe la vuelta

con la nueva de mi encanto,

a cuyos ecos se alteran,

para salir a buscarme

los jóvenes de más prendas,

mas como el camino yerren,

yendo por ignotas sendas,

unos se piedra confusos,

otros pesados se quedan,

tú pues, joven alentado,

que en estos jardines entras,

de mi deidad verde cielo,

de mis pies celeste tierra,

tú que aunque a mi vista no

has llegado a mi presencia,

sin méritos de encontrarla,

con presunciones de verla ,

si acaso si de mis ojos

en cuyas luces se quema,

el querube cuándo para,

el serafin cuándo vuela,

en cuyos voceros raros,

sin tener noches opuestas, 

para vestir tanta luz, 

asciende el sol siete hogueras,

quieres ver la beldad prima,

has de renunciar a creta,

primero rodó tu reino,

todo tu fausto y grandeza,

tu vanidad, tu tesoro,

que en tan feliz recompensa

todo has de dejar por mi

y en tener bien pago quedas,

una silla en mi palacio

y en mi corte una asistencia.

 

FALANJES:

Sus propuestas son increíbles,

quien tal disparate oyó,

yo dejaré a mi reino, yo.

La mujer pide imposibles.

 

GLORIA:

¿Parece que os suspendéis?

 

FALANJES:

Vós me habéis dado occasion,

pues va fuera de razón

lo que aquí me proponeis,

si sin ver vuestra verdad

diere por ella mi ser,

que me queda ya ¿qué hacer,

después de verla?

 

GLORIA:

¿Es verdad, 

mas para alcanzar mi vista,

con qué méritos llegáis

si es que tanto no dejáis?

 

FALANJES:

Extraña es vuestra conquista,

buscarla, que esta es mi queja,

no basta, tu voz me ofusca.

 

GLORIA:

No, que no busca el que busca

y solo busca el que deja.

 

FALANJES:

¿Pues ha de dar su valor

antes que ame, el que no ve?

 

GLORIA:

Si, si, porque aquí la fé

es que hace paso al amor.

 

FALANJES:

¿Con que me hallaré si hozado

doy mi estado sin más corte?

 

GLORIA:

Con un lugar en mi corte

que es más que todo tu estado.

 

FALANJES:

¿Qué dirán si mi grandeza

dejo los que verán?

 

GLORIA:

Dirán, más nada dirán

que no hay voz contra la fineza.

 

FALANJES:

Por un capricho que está

en un ver y en un no ver 

he de pisar mi poder

y olvidar mi majestad.

 

GLORIA:

Oh cómo ya a mis sentidos

dicen vuestros tristes hados,

que aunque sois de los llamados,

no sois de los escogidos.

 

FALANJES:

Yo mi reino a tal crueldad 

donde al sol los rayos peino. 

 

GLORIA:

Pues quedad con vuestro reino.

 

FALANJES:

Quedad con vuestra beldad. (vase.) 

 

GLORIA:

De todo aquel que infiel 

desprecia en culpa notoria

por la vanidad la gloria

será metáfora él.

 

MÚSICOS:

Ay de aquel

que mi rara beldad no llega a ver.

 

Va saliendo Remolo y Guión.

 

GUIÓN:

La cueva por puerta allí

jardín música extremada,

señor, señor, la encantada

pienso que anda por aquí.

 

REMOLO:

Sospecho que aquí la halle, 

y una mujer que a ver oso

tiene la noche en su emboso,

y el día trae en su talle

que airosa que se pasea.

Será entre tantos abriles

la flora destos pensiles

cuando la flora no sea

mas si acaso Gloria es. 

 

GLORIA:

¿Quién me nombra?

 

REMOLO:

Ella es, señora, 

un feliz que llega ahora

al trono de vuestros pies

después que en buscaros hecho

peregrino en cierto modo.

 

GLORIA:

Aún no lo habéis hecho todo.

 

REMOLO:

¿Por qué?

 

GLORIA:

Porque nos falta mucho.

 

REMOLO:

¿No sois vos la Gloria bella

que en encanto aquí ocultó,

y el que primero la halló

la desencanto en su estrella

dando al mundo esta vitoria,

y viendo por cosa rara

vuestra belleza preclara?

 

GLORIA:

Es verdad que soy la Gloria,

mas también es verdad, sí,

que mi rostro no veréis

ni el encanto acabaréis

sin hacer más.

 

REMOLO:

Decid.

 

GLORIA:

Antes de ver mi beldad,

para tanto merecer 

habéis dejar por ella 

todo cuanto vos tenéis.

Estado, pompas, riquezas 

porque si lo hacéis después,

todo es nada, que la vista

quita el merito a la fe

de otra suerte, es imposible

que singular alcancéis

ni la gloria de mis ojos

ni de mi encanto el laurel.

 

GUIÓN:

Hasta la entrañas pide

válgate Dios, por mugir.

 

REMOLO:

Si así la ventura dejó

sin la acabar perderé

el honor que en ella gano,

todo condescender 

con ella y mi brazo queda

para conquistar después

mil reinos, que a los pies ponga

de Roma.

 

GLORIA:

¿No respondáis?

 

REMOLO:

La repuesta, gran señora,

vuestro valor os la dé.

 

GLORIA:

¿Cómo?

 

REMOLO:

Porque siendo tanto,

todo con vos nada es,

solo siento el ser tan poco

lo que por vos dejaré

hijo segundo nací

de Agamon de Tebas((Héroe famoso de Grecia)) rey 

con que mi estado es muy corto,

pero deseara ser

para dar a vuestras plantas

y poner a vuestros pies

Señor de quanto ilumina

el délfico((relacionada con el oráculo Delfi)) rosicler

quando en su coche pasea

los cuatro polos que ve.

 

GUIÓN:

El hombre perdió el sentido. 

 

GLORIA:

Aún más por me conocer 

tenéis que dejar.

 

REMOLO:

Decidlo.

 

GUIÓN:

Recelo que desta vez

hasta que el vestido le quite.

 

GLORIA:

La dama a quien pretendéis

que con medio corazón

ninguno me llega a ver.

 

GUIÓN:

Eso será lo que yo

de mejor gana daré.

 

REMOLO:

La hermosura, a quien adoro.

 

GLORIA:

Poco en dejarla perdéis,

pues conmigo queda Lia

por más que sea Raquel.((esposas de Jacob de la Biblia))

 

REMOLO:

Mirad que el hombre en sus ojos

llega salamandra((bestia anfibia de la mitología)) a arder.

 

GLORIA:

El serafin de los míos 

es quien mariposa fue.

 

REMOLO:

Señora, amor es destino,

yo adoro, yo quiero bien, 

y ninguno a su destino 

puede olvidar, ni vencer.

 

GLORIA:

El que os crió , para mí os crió,

mas vosotros,

en el paso de elegir,

el destino de nacer.

 

REMOLO:

Ni todos a lo que nacen

viven, señora.

 

GLORIA:

Ay de aquel 

que por seguir su albedrío,

Dejó burlado su ser,

y ay de vos que enigma sois 

de los que en tanta esquivez

por seguir un amor loco, 

la gloria quieren perder.

 

REMOLO:

¿Sí, mas dejar lo que vi,

por lo que no vi?

 

GLORIA:

Sabed

que teneis de vuestro amor

irritada a vuestra fe.

 

REMOLO:

Dame un instante, siquiera,

a pensar.

 

GLORIA:

Pensadlo bien.

 

GUIÓN:

Todo han de dejar, señora.

 

GLORIA:

A nada reservaré. 

 

GUIÓN:

Y si un pobre pescador

de buen gusto os pretender, 

¿Qué haberes ha de dejar?

 

GLORIA:((Escrito “Gloo” en el original.))

Dejará barcos y red. 

 

GUIÓN:

¿Y si fuera un hortelano?

 

GLORIA:

Las flores de su vergel.

 

GUIÓN:

¿Un pastor con una oveja? 

 

GLORIA:

Ha de dejar este rezo.

 

GUIÓN:

¿Si es escribano?

 

GLORIA:

La pluma.

 

GUIÓN:

¿Siendo pintor ?

 

GLORIA:

El pincel.

 

GUIÓN:

Pues yo, señora, resuelvo

en dejar todo mi haber

por mirar vuestra hermosura.

 

GLORIA:

¿Y todo tu haber que es? 

 

GUIÓN:

La hambre cuando no como, 

y cuando bebo, el plátano.

 

GLORIA:

¿Y también la dama dejas?

 

GUIÓN:

La dama no puede ser. 

 

GLORIA:

¿Por qué?

 

GUIÓN:

Porque es la taberna, 

y la amo con tanta fe

que si no miro su ramo,

luego tendré mi ciprés.

 

REMOLO:

Señora aunque mi discurso

porque en vuestro favor es, 

a vuestra oculta beldad 

singular llega a creer, 

ya mi albedrío no es mío,

y así todo dejaré,

como no sea la dama. 

 

GUIÓN:

Con ella no me veréis.

 

REMOLO:

Quedad con vuestra belleza.

 

GLORIA:

Y vos con vuestro querer. (Vase.)

 

MÚSICOS:

Ay de aquel,

que tu rara beldad no llega a ver.

 

Sale Alejo.

 

ALEJO:

Por una escondida gruta

a estos jardines me entré

y ando siguiendo una voz,

todo mysterios se ven

y instrumento en lo escondido

puerta de abril lobreguez ,

si estará en este pensil

que encanto parece fue

la rosa que ando a buscar,

más amante que el clavel.

¿Mas que miro no está solo?

 

GLORIA:

Pasos siento, si es por bien,

¡Qué galán, que bello joven!

 

ALEJO:

¡Qué airosísima mujer!

 

GLORIA:

En los jardines entró.

 

ALEJO:

Pasea en este vergel,

a ese sol grosera nube,

un velo delgado es,

quizá no querrá lucir

solo por no verme arder,

si acaso gloria será.

 

GLORIA:

Yo soy Gloria, ¿qué queréis?

 

ALEJO:

Ya no puedo querer más,

señora, pues os halle. (de rodillas.)

 

GLORIA:

¿Por qué no queréis mi vista?

 

ALEJO:

Fuera el decirlo altivez,

yo no lo puedo explicar,

vos sí lo podéis saber.

 

GLORIA:

Y si no quito el rebozo.

 

ALEJO:

Ya por mí gloria tendré,

si no fuere a vuestros ojos,

el quedar a vuestros pies.

 

GLORIA:

Levantaos,

¡qué respectivo!

bien distinto está de aquel

que al primer paso de entrar

pidió la gloria de ver.

¿Quién sois joven?

 

ALEJO:

Soy Alejo,

de chipre príncipe que

peregrino en vuestra busca

ando ha mucho, ha poco entré

en mi patria de quien vos

por más dicho cielo hacéis.

 

GLORIA:

Príncipe heroico que entraste

flor deste jardin a ser

dando a la rosa desmayos,

dando celos al clavel,

donde tu atención constante,

tu discreta sencillez

enseña al jazmín verdad,

a la Clisie acuerda fe,

aunque medroso o valiente,

porque esto más propio es

no te atreves a mirar

y te atreves a creer,

yo que de mi vista gusto

que logres el alto bien,

aunque para merecerla

no haya caudal en tu ser,

quiero proponerte aquí

las condiciones con que,

si es que aspiras a mi vista,

te has de introducir.

 

ALEJO:

Tened,

ya yo por todas estoy

sin orillas.

 

GLORIA:

Las diré.

 

ALEJO:

¿Porque, si ya las concedo,

sin escucharlas?

 

GLORIA:

Porque

al examen queda mal

aunque a la fe quede bien ,

primeramente tu reino

tu estado, fausto y placer

has de renunciar por mi.

 

ALEJO:

¿Parece no os conocéis

adonde un mundo era nada,

decidme una chipre qué es?((No queda muy claro lo que quiere decir la copia original))

 

GLORIA:

También habéis de dejar

le belleza a quien queréis.

 

ALEJO:

Eso solo no es posible.

 

GLORIA:

¿Cómo decís?

 

ALEJO:

Como fiel,

ni por ver vuestra hermosura

dejaré vuestro querer.

 

GLORIA:

¿Qué discreto que está advertido?

Vuestro albedrío también

habéis de dejar por mí,

y al fin todo vuestro ser

sin escusa, sin reserva

que de amor en esta ley

el que me tuviera a mí

ni aún a si se ha de tener.

 

ALEJO:

Tiempo ha bellísima Gloria

que por vos de mí no sé

si soy vuestro ¿que pedis?

 

GLORIA:

¿Con que en todo concedemos?

 

ALEJO:

Es afrentar mi fineza

el repetirlo.

 

GLORIA:

Está bien

ya hallé el hombre que buscaba,

haya música y placer

que hoy Alejo generoso

es despojo de la fe:

corra mi belleza el velo

para que tenga esta vez

la fortuna de lograr,

el valor de merecer.

 

Quita el volante y suenan dentro los instrumentos y música.

 

MÚSICOS:

Parabién, parabién

Alejo te den

las flores hermosas,

claveles y rosas,

las esferas bellas,

luces y estrellas,

las perlas corrientes,

luceros y fuentes,

los aires suaves,

céfiros y aves,

los hombres también.

Parabién, parabién.

 

GLORIA:

¿No habláis, no os parezco hermosa,

qué decís?

 

ALEJO:

Me arrebaté

absorto en vuestra hermosura

adonde dezir no sé

si os veo en tierra deidad

si no miro en cielo muera.

 

GLORIA:

Parabién me den las flores

joven en este vergel

del triunfo que a mi hermosura

ha consagrado tu fe.

 

MÚSICOS:

Parabién, parabién.

 

ALEJO:

Parabién me den los cielos

de altivo llegar a ver

sin esbozo lo divino

lo bello sin de la esquivez.

 

MÚSICOS:

Parabién, parabién.

 

GLORIA:

Parabién me de la tierra

viendo que en ella encontré

un mortal sin inconstancia,

un hombre sin interés.

 

MÚSICOS:

Parabién, parabién.

 

GLORIA:

Parabién me den los hombres,

puesto que el tesoro hallé

que qual descubierto cielo

en un campo escondido fue.

 

MÚSICOS:

Parabién, parabién.

 

GLORIA:

Ella, valerosa joven

venid a donde logréis

a vista del rey mi padre

la magestad sin desdén:

Jerusalén os aguarda

y en ella que justo es

el laurel de vencedor

con la corona de rey.

 

ALEJO:

Aunque todo el cielo hallé

en vuestra Jerusalén,

después del bien de miraros

ya no me queda otro bien.

 

GLORIA:

Vamos porque((En algunos momentos, la obra usa “porque” y “para que” indistintamente)) lo logréis todos.

 

ALEJO:

Todos en este se ven.

 

GLORIA:

Y digan flores y estrellas.

 

ALEJO:

La tierra y cielo también

para celebrar mi dicha.

 

GLORIA:

Para aplaudir vuestra fe…

 

TODOS & MÚSICOS:

Parabién, parabién. (Vanse.)

 

Salen Remolo y Roma.

 

REMOLO:

Como os cuento, Roma hermosa,

por vuestra belleza rara

dejé la gloria porque es

mi fineza tan hidalga

que el cielo en la posesión

doy por vos en la esperanza ,

y así vuelvo a vuestro ojos

donde os acuerdan mis ansias

la pretensión es admitido

o por influjo o por paga.

 

ROMA:

Ni a mí, ni a vos está bien ,

Remolo, en tan justa causa

que compre vuestra fortuna

a cuesta de mi confianza:

mi primer empleo ha sido

Alejo, ausente se halla

y no quiero que presuman

que fue mi fe tan liviana

que de ausente puede hacer

lo que no hice de mal paga:

a todo tiempo que vuelva

a su corte veré cauta

lo que a mi esperanza debo,

y si esta me desengaña

entonces sin ser mudable

dejaré de ser ingrata.

 

REMOLO:

Que puedo aguardar señora

si encuentro en vuestras palabras

por satisfacción los celos,

los miedos por esperanzas.

 

ROMA:

Aguardando que vuelva Alejo.

 

Sale Mirlina.

 

MIRLINA:

Si vendrá, que aunque en distancia

se mira tan superior,

mi poder o ciencia rara

a vuestros ojos presente

le hará, dando fin mi gracia,

a tanta duda gemida

y a tanta fé suspirada.

 

ROMA:

En hora buena te vea,

gran Mirlina.

 

REMOLO:

Ilustre sabia.

 

ROMA:

Haced que parezca Alejo.

 

MIRLINA:

Primero a superior causa

ordena mi providencia,

que a las dos hermosas damas

que yacen a media vida,

porque sin mitad del alma

vuelvan a su ser primero,

pues el sitio que las guarda,

aquí país o vosotras

hermosuras desdichadas,

que entre la vida y la muerte

ya tocáis la sombra infausta,

en mortaja de azucena,

en túmulo de esmeralda,

salid del profundo sueño,

romped la débil mortaja,

Sabina, Aglaes.

 

LAS DOS:

¿Qué dicen?

 

Levanten las ramas que las cubren.

 

SABINA:

¿Quién nos busca?

 

AGLAES:

¿Quién nos llama?

 

Salen Falanjes y Guión.

 

FALANJES:

Hacia aquí las voces suenan.

 

GUIÓN:

¡Válgate a Dios por fantasmas!

 

MIRLINA:

Príncipes, damas ilustres,

que con porfía tan rara

a Alejo esperáis haciendo

en demostración tan alta

ejemplo de la firmeza,

el sexo de la inconstancia,

todos renacidas luces

que entre las sombras opacas

del encanto conservaste,

por admiración preclara,

no solo la misma vida

más también la misma llama,

oídme que rompo el velo,

pues ya mis voces desatan

del metafórico asunto

el emblema. Yo la sabia

providencia soy de Dios,

quando a Alegoría pasa

el auto porque ninguna

el nombre mejor alcanza

de sabia que su divina

providencia, esta miraba

el llanto que por Alejo

su esposa, su madre y patria

hacen, que en esta poesía

todas tres pasan por damas,

yo pues providencia justa

para poder conservarlas

su vida, que en tal extremo

de dolor ya peligraban,

al encanto las llevé

de sus dulces esperanzas,

donde duraron de ajenas

o vivieron de engañadas,

cuando el raudal de su llanto

rápido las anegaba,

de quién es similar el río,

donde cayeron incautas,

volviendo al supuesto cuento,

donde las cidras retratan

a las esperanzas verdes,

en que su vida se alarga,

pasando a otra alegoría,

Remolo que desencanta

a Roma pues de una aldeya,

que fue en su primera infancia

donde arrinconada estuvo

del mundo a corte la pasa,

quedando el empleo amado

de sus altas esperanças.

Remolo aquí esta historia

otra alegoría entabla,

y dejando sombra y cuento,

volviendo solo a la farsa,

a ti Remolo te riño,

la osadía temeraria

de escudriñar los secretos,

de las ciencias soberanas,

aventurando las vidas

que mi piedad sustentaba

en el sueño deste encanto,

hasta tener más templadas

sus pasiones y pues ya,

destas prodigiosas damas,

a quien conservé dormidas,

capaz el dolor se halla,

de resistir tanto golpe,

con vosotras admiradas,

queden al mirar de Alejo

la fortuna soberana,

donde la corona envidia,

cuanto ya del trono pasa

oh vosotros poderes soberanos,

contra quien no hay distancia, ni eminencia,

pues rendís lo imposible, a vuestras manos.

Hijos al fin de mi divina ciencia.

Presente mostraremos a estos humanos,

Aunque se esté tan lejos, y a su esencia

A Alejo soberano y su vitoria,

a todo el mundo quede por memoria.

 

Descubren un trono y en él Gloria y Alejo.

 

MIRLINA:

En este soberbio trono,

que apenas la vista alcanza,

veis Alejo y veis a Gloria,

dos vidas sí con un alma,

ya su corona le ciñe,

ya por su esposo le aclama,

porque por ella dejó

dama, reino, padres, patria.

 

AGLAES:

¡Alejo con gloria, cielos!

 

SABINA:

¡Qué dolor!

 

AGLAES:

¡Qué pena!

 

SABINA:

¡Qué envidia!

 

ALEJO:

Dichoso mil veces yo,

dulce esposa soberana,

que a tan poco precio pude

comprar una fortuna tan alta.

 

GLORIA:

No menos dichosa yo,

pues tu Alejo me restauras

la fé que andaba perdida

o de inconstante o de varia.

 

ALEJO:

Eres de mi dicha el centro.

 

GLORIA:

Tu de mi beldad la palma.

 

ALEJO:

La corona de mi suerte.

 

GLORIA:

El esmalte de mis gracias.

 

REMOLO:

A Alejo veo, pero

el atreverme a clara

luz de Gloria, quedo ciego.

 

FALANJES:

A mí lo mismo me pasa.

 

ROMA:

También no puedo mirarla.

 

MIRLINA:

Pues tú Roma su faz rara

tienes de ver más falanges,((Puede ser una referencia al personaje Falanjes))

Remolo no han de lograrla,

Sabina y Aglaes sí

porque anda pisar las plazas

de Jerusalén celeste,

ya de Roma acompañados.

 

FALANJES:

Quanto más lo disuades,

más se empeña mi arrogancia

en verla la vista aplicó.

 

REMOLO:

¿He de beber en sus gracias

la luz águila subió?

 

MIRLINA:

Castigue vuestra ignorancia

esta nube, que a su cielo

de vuestra sombra separa.

 

Cubre-se el trono.

 

FALANJES:

Se escondió, cielos valedme.

 

GUIÓN:

Buenas noches, camaradas.

 

REMOLO:

Ya señora que de Alejo

la fortuna os desengaña

sea de mi amor el premio

vuestra mano.

 

MIRLINA:

No hay negar,

porque es empeño gustoso

de mi disposición alta

que Remolo siendo tuyo

en dicha tan elevada

empiece un imperio heroico

cuyas extendidas ramas

cerquen en cordón dichoso;

toquen desde donde el Tiber corre

hasta donde el Indo baña.

 

GUIÓN:

Para que una dama case,

menos preludio le basta.

 

ROMA:

Siendo disposición tuya,

sujeto mi mano blanca

a su imperio.

 

GUIÓN:

Y no hace mucho.

 

REMOLO:

Tu esclavo soy, Roma amada.

 

SABINA:

Y yo de un retiro escojo

solo las sombras opacas,

que sin Alejo no quiero

otra dicha, consagrada

allí al cielo pasaré

a los empleos del alma.

 

AGLAES:

Y yo te haré compañía.

 

GUIÓN:

Mirad lo que hacéis, muchachas,

que sí si os gusta el dolor,

eis de volver a la plaza.

 

MIRLINA:

Calla loco, ese designio

a vuestra firmeza esmalta

ilustres damas y aquí

pide perdón de sus faltas

ingenio, que torpe escribe

de aquel que afectivo ama.

 

F I N

Diplomatic Transcription


277


ACTO ALEGORICO


A


S. ALEXO,


INTITULADO


AMOR ES FÉ.


Personas que hablan en ella.


Alexo Principe . Gloria Princeza.


Remolo Principe. Roma Dama.


D.Falanjes Principe. Sabina Dama,


Guion Gracioso. Aglaes Dama.


Mirlina Sabia. Musicos


Sale D. Falanjes.


D.Fal GRacias a Dios Chipre hermosa


patria del Amor serena,


que ya tu alegre marina


pizan mis plantas soberbias


Sale Alexo.


Alex. Ya buelbo a ti Chipre ilustre


a ver si dichosa encierras ,


aquella gloria con que


suba al Cielo tus Almenas.


278


D.Fal. Como eres del amor patria ,


quien duda que a gloria tengas ,


porque donde el amor vive ,


alli la hermosura reina,


mas nò es Alexo el que miro ?


Alex. No es el Principe de Creta,


el que veo?


D.Fal. Como aqui,


[su] 1 tu propria Corte passea


si tan auzente dizian


que estava.


Alex. La en ora buena,


a mi amistad doy de veros


en mi Corte.


D.Fal. Y yo de en ella hallaros ,


tambien la quiero ,


que me dizian que fuera


de vuestro Reyno a gran tiempo,


andaveis sin que mas nuevas ,


de vos supiessen.


1 Las palabras entre ‘[ ]’ son correcciones hechas a mano en la copia original.


Alex. Fue assi,


mas ya precisa la buelta


ha sido , y en este instante,


dezembarco adonde encuentra ,


con un amigo fiel,


una amistad verdadera,


para que mi ilustre Corte


den esmalte vuestras huellas.


279


D.Fal. De aquel tiempo que assisti,


por vuestro huesped en ella,


con las causas que sabeis ,


tanto os ama mi fineza,


que con vos partiera el alma,


caso que la dividera,


en esta verdad fiado,


espero que de la ausencia ,


que de vuestro Reyno hiszisteis ,


la causa me digais.


Alex. Fuera


desdoro de mi amistad,


hazer del secreto tema,


y mas quando por la misma


oy todo el orbe se inquieta,


la fama, o la admiracion ,


aunque en si son tan diversas ,


que una en los portentos pasma,


y otra en los prodigios buela,


a Chipre mi heroico reyno,


la feliz noticia lleva ,


de la belleza de gloria ,


ilustrissima Princesa


de Jerusalen, de quien


los que la han visto me cuentan,


que queda como en el Cielo,


aquel que la vé en la tierra,


entró amor por el oydo


sin mirarla, porque fuera ,


280


ya despues de haverla visto


obligacion la fineza,


el conceto hizo la Fé,


la Fé el Amor, porque sea


amada como deidad ,


quien de muger se desdeña,


luego olvidè la attencion ,


que dava a tres damas bellas ,


agradecido, no amante,


sin que las constantes veras,


con que me amavan pudiesien ,


romper mi heroica fineza ,


dentro en mi Corte vivian ,


porque mas cerca murieran,


tan ilustres, que a mis nupcias


aspiraba su soberbia ,


Sabina de clara estirpe,


Roma de regia ascendencia,


Aglaes mi misma sangre,


ha dado esmalte a sus venas,


todas tres se competian,


ilustres , sabias , honestas ,


que aunque olvidè su hermosura ,


no puedo negar sus prendas ,


era mi gloria mi gloria,


y si possible me fuera,


partiera luego a buscarla ,


a tanto el amor empeña ,


281


mi pecho , quando a este tiempo ,


su ilustre padre que oy reyna ,


manda convocar el orbe


para que en su busca sea,


porque en encanto la occulta,


muy pocos a la palestra,


salieron, porque quedaron


suípensos en su pereza,


en los lexos de un encanto,


la puzo mi estrella adversa ,


con que de mi triste amor


el primer passo es la auzencia:


quedè qual dia sin luz ,


quedè qual concha sin perla,


quedê qual campo sin flor,


como noche sin estrellas,


luego a buscarla sali


occulto , que esta cautela ,


a muchas causas devia,


corri la estendida Grecia ,


el undolo Archipielago ,


dexando para postrera ,


mi patria donde sali,


sin registrarla , porque era,


si acaso en ella estubiesse ,


deldoro de mi fineza,


quando la busco, el andar


tan pocos passos por ella ,


282


toda la Grecia inquiriendo ,


gruta a gruta, peña a peña ,


a mi Reyno buelbo adonde ,


en su marina serena


me hallais, si acaso le corro,


sin hallarla con presteza


le dexarè discorriendo ,


por ayres , mares , y tierras ,


desde la zona que abraza


hasta el tropico que yela ,


por hallar mi gloria amada,


y aunque el mar en sus horrendas


cavernas la oculte, adonde


escondida ninfa sea,


aunque la tierra en sus senos


la guarde , y alli se vea


a conpetencias del oro ,


aun sin tener competencia ,


y aunque los Cielos la suban


a su cristalina esfera,


para que añada gloriosa


el numero a sus planetas ,


aunque el horroroso abismo


la encierre en su llama misma,


y en ella y en el compitan ,


las luzes con las hogeras


aunque en su guarda se mire,


aunque sea en su defensa,


283


la que el tebaño rindiò


hidra de siete cabeças,


la sierpe que Libia cria,


en sus arenas deziertas,


el indomito Leon ,


a quien el Africa engendra ,


aquel pès del mar gigante ,


que en sus senos se passea ,


y es promontorio de lexos


siendo ballena de cerca,


aquel escamoso monstro ,


que en el Nilo se alimenta ,


y llora como muger ,


para trager, como fiera,


aquel disforme gigante ,


que en los campos de Judea,


siendo su altura seis codos,


fueron su estrago tres piedras ,


aquel espin que su boca,


a Calcedonia amedrenta ,


pues cada diente que esgrime,


es una parca que lleva :


aquel horroroso mostro ,


que en labirintos de Creta ,


acabò del valor triunfo,


siendo del amor afrenta,


de Roma todas las armas ,


toda la astucia de Grecia ,


284


del Tonante tanto rayo


de Marre tanta braveza


tengo de verme a sus ojos ,


porque todo el orbe sepa ,


como Alexo por la gloria,


[en]y tantos riesgos se empeña.


D.Fal. Y que me direis amigo,


si la misma causa es essa ,


que oy peregrino me trae?


Alex. No me admiro , si por ella,


tantos Principes del orbe,


han salido de sus tierras.


D.Fal. Pues quien por la libertad


de una tan alta Princeza ,


no aventuràra su vida ,


que lo demas fuera affrenta ?


yo tambien [sú]tu fama adoro


aunque con menos terneza ,


que vos mas con tantos enpeño ,


al fin como fuere sea


hire como obligacion,


quando nò como fineza.


Alex. Pues discurramos los dos,


aunque por diversas sendas,


competidores, y amigos ,


en su busca, porque sepan,


que ni siempre diffensiones,


engendra la competencia


285


y si acaso.


D.Fal. Y si por dicha.


Alex . El honor de aquesta empresa


fuere vuestro ?


D.Fal. Vuestro fuere?


Alex. Coronare mi cabeça


con vuestro laurel.


D.Fal. Por mia


tendré vuestra gloria mesma.


Alex. Es porque occulto en mis tierras,


quiero andar , y no ay ninguno


que de mi venida sepa.


D.Fal. Pues a dios hasta mas veros.


Alex. El os guarde ,


D.Fal. El os defienda. Vanse.


Sale Remolo , y Guion.


Rem. Sin duda en Chipre està que por


grandeza ,


corona amor su patria en su belleza,


la que cuna de amor fue por ventura


el thorno deve ser de la hermosura,


con que aqui espero hallarla


despues de tantos dias de buscarla.


Guio. Tu empresa es loca dando al orbe


bueltas,


286


si andan ahi tantas mugetes sueltas


porque en accion errada ,


corres el mundo por una encantada,


a los Cielos plugieran,


que todas encantadas se estuvieran,


y que mi dama quando pide tanto,


el no poder hablar fuera su encanto ,


dexate ya Señor de esse desbelo,


[y] quedese la gloria para el Cielo.


[Rem.] D.Fal. Rara està su simpleza


como puedo dexar tan alta empreza,


quando el que la ganare en tal renombre,


inmortal con su fama harà su nõbre?


mi nobleza para ella me llamara


aunque su raro objeto no obligara ,


pues me dizen que ha sido gloria hermosa,


del campo astro , si del Cielo Rosa.


Guio. Y si un Jayan descomunal la guarda.


[Rem:] D.Fal. Este inimigo ya mi braço aquarda


,


porque menos contrario en la aventura


,


ni viene a mi valor , ni a su hermosura.


Guio. Pues Señor solo queda, y sin soccorro,


287


porque yo con gigantes no me corro.


[Rem:] D.Fal. Porque cobarde vil son tus recelos.


Guio. Por˜q<ue> quisieron escalar los Cielos,


y Dios no ha de querer aunque te assombres,


que yo mire la cara a tales hombres.


[Rem:] D.Fal. Su cobardia al fin es de billano.


Guio. Tu mas hidalgo aqui , yo mas


christiano.


[Rem:] D.Fal. Aunque de un Rey hermano no


me viera,


con el mesmo ardimiento procediera,


porque este brio que mi fama escrive,


no es sangre, es alma que en mi pecho


vive ,


mas en un bosque opaco nos entramos,


labyrinto de flores , y de ramos.


Guio. Que bellas cidras aquel Arbol


cria ?


[Rem:] D.Fal. Tres son , y yo las cojo.


Guio. Bobaria ,


será dexarlas,una me consiente.


[Rem:] D.Fal. Todas hande ser mias.


Va a cogerlas , y sale Mirlinda.


Mirl. Tente, tente,


288


Caballero arrogante , e destimido ,


no toques estas Cidras atrebido.


[Rem:] D.Fal. Quien eres dime tu, deste terrestre


,


si ay sylvestre deidad , deidad sylvestre


,


que mis accion quitas? pero no es bastante,


Mirl. A las Cidras no toques loco andante,


o contra ti veras dar en desmayos,


los CielosAspidis, y los campos rayos.


[Rem:] D.Fal. Quanto mas me las veda tu deseño,


en apurar su enigma mas me empeño,


y he de dexarla clara


Mirl. No sabes que de un Dios soy hija


cara.


y en estos Orizontes ,


puedo mudar las peñas, y los montes,


y te hare sepultar si me desdeñas,


debaxo de los montes, y las peñas.


Guio. Señora bruxa dexe essas porfias,


no comeremos Cidra en nuestros dias


lo jura mi desvelo,


por alma de Mirlin su quarto Aguelo.


[Rem:] D.Fal. Hè de cogerlas aunque mas me assombres,


289


Mirl. Há de essas espesuras brutos hombres


salvages fieros deste passo guardas,


en riesgo estan las Cidras.


Guio. Te rresguarda Señor, que yo me


rresguardo.


Salen los Salvages.


Rem. Calla villano, que en su muerte


tardo.


Guio. No quiere que te ayude no.


Rem. La empreza


no reparte a ninguno mi brabeza.


Guio. Obediente naci.


Rem. Solo de ver sus gestos vou temblando.


retirase.


[ Guio ] Rem. Morid satiros viles.


Mirl. A su braço,


ni el fuerte salvagino haze embaraço


há del Leon, que en Africa nacido,


en el bosque de Chipre tiene nido.


Guio. Leon Leon muger que has pronunciado


?


Mirl. Indomito ferós , sal a mi brado.


Guio. Señora echisera duelase de mi,


que soy niño , y solo nunca en tal


me vi.


Rem. Aunque que llames las furias del Abilmo.


290


Mirl. La fiera llamo que ha de ser lo


mismo,


sal Leon , y defiende en tal discordia.


Sale el Leon.


Guio. Señor Señor pequè, misericordia.


Rem. Llega fiera a mis braços,


que en ellos te he de hazer dos mil


pedaços.


tu cerbiz pize aqui mi planta altiba.


Guio. Estás vivo Señor?


Rem. Mi valor viva,


que ya la fiera he muerto.


Mirl. El hombre es Marte.


Guio. Aqui Señor estoy para ajudarte a


su entierro


lo mas fuera locura ,


Mirl. Pues ya que tu constancia siempre


dura ,


burlo las guardas desta fruta hermosa


a pezar mio deste campo Diosa


pagaràs tu locura destimida,


en la fortuna , quando no en la vida.


yo te hado


caballero atrebido , y denodado,


que en las Cidras que han sido tus


desbelos ,


pruebes lo que es amor , y que son


zelos,


291


y la gloria que buscas tan subida,


no alcances ni en la muerte , ni en


la vida,


por mayor desbentura,


por tu culpa no logres su hermosura,


este su hado sea,


los Cielos lo confirmen, yo lo vea.


Rem. Escucha , aguarda , espera.


Guio. En la espesura le emboscò ligera.


Rem. Pues ya verla no ay,


corto las Cidras con la daga.


Va a cortar las Cidras, è dizen dentro las


tres.


Dent.las tres. Ay ?


Rem. Parece que del Arbol respondierõ.


Guio. Que son Cidras con alma nos dixeron.


Rem. Quien habla en tu corteza,


Arbol que siendo tronco das terneza,


y a mi toque que ya suspender hazes


vida respondes, quando leño yazes.


Rom. por detraz del Arbol.


Rom. Somos de amor las Cidras desdichadas


,


que en esta fruta estamos encantadas.


Rem. Pues la Cidras de amor ya no passaron?


Guio Son sus nietas Señor que aqui quedaron.


292


Sab. Somos las verdaderas ,


que las ya decancadas son quimeras.


Guio. Assi se lo adivino ,


pues murieron por agoa , y no por


vino.


Rem. Que el sucesso digais aqui pedimos.


Aglaes. Hablar mas no podemos,ya dormimos.


Rem. Deidad que en aqueste pomo


escondes tantos mysterios


haziendo Altar de una Cidra,


quando hazes templo de un leño,


sal perla que ya mi daga


corta tu concha con tiento.


Saldra Aglaes por detraz del Arbol al cortar


la Cidra.


que bella, que ayrosa Dama!


Agl. Dame a Alexo si no muero.


Rem. Alexo el Principe?


Agl. Si.


Rem. Anda auzente de su Reyno,


no es possible le veaes.


Agl. Dame a Alexo si no muero.


Guio. Pues buelba a vivir de Cidra,


para no morir de extremos.


Agl. Dame a Alexo, ay infelice !


aunque Cielo, y tierra atiendo ,


293


que miro si no le miro ?


que veyo si no le veo ?


auzente està , que desmayo !


muerto estarà, tambien muero,


que como por el vivia,


ya sin el viver no puedo,


ya voy perdiendo el sentido,


mas es tan fino mi empleo,


que aqui el no haver de sentir


es solo lo que mas siento.


Canta con voz desmayada.


Los pulsos languidos,


el pecho asperrimo,


el cuerpo frigido,


el pasmo autentico,


muero , acabo, feneço. Cae.


Guio. Fuesse como un pajarillo,


y lo ha sido hasta en los quiebros ,


Cidra en vida, Cisne en muerte.


Rem. Muerta está, valedme Cielos ,


para ver tanta hermosura


malograda en tanto excesso.


Guio. Pudiera morir por mi,


hallará aqui su consuelo.


Rem. No estoy para gracias loco ,


a la segunda passemos,


que no es possible que a todas


predomine un mismo affecto,


294


con temor o ninfa hermosa


rompo el verde tosco seno,


donde saldras como luz,


si esta infeliz como fuego.


Guio. Salga de Cascara el pollo.


Saldra Sabina de la misma suerte.


Sab. Dame a Alexo si no muero.


Guio. Yo soy Alexo Señora.


Rem. Quita loco , aparta necio,


la segunda no me engaño ,


primera en beldad la veo,


mas del mismo dolor muere ,


templar su passion pretendo ,


Señora Alexo està cerca,


y de traerlo prometo


a tus ojos.


Guio. Tente niña.


Sab. Dame a Alexo si no muero.


Rem. A su tiempo le vereis.


Sab. Ay que no llega esse tiempo


para quien promete cerca,


para quien aguarda lexos ,


Alexo, mas no responde ,


mas distante segun pienso ,


le tiene su destierro ,


saca mi cancado aliento,


no vengar ver como vivo,


295


mas llega a ver como muero ,


Cantado.


el rostro palido ,


el mal acerrimo,


la vista funebre ,


los passos tremulos ,


muero, acabo, feneço , cae


Rem. Ay malogradas bellezas!


Señora , Señora , ha muerto.


Guio. Señora Cidra de Amor,


ya se ha hido para el Cielo,


si acaso fue Cidra dulce.


Rem. De las passadas dixeron,


que agoa pedian , y aquestas


diferentes piden fuego.


Guio. Si yo en limon me convertiera,


no me engaño en lo que pienso


dixera en saliendo a vozes,


dame vino si no muero.


Rem. dexar de ver la tercera


sera perder mi ardimiento,


el fin de aquesta aventura ,


ninguno sabe de Alexo


para traherle si acaso


esta ninfa ama lo mesmo


y creerdo que esté en ella


otro mas alto mysterio,


con todo temo el cortarla.


296


Guio. Señor Señor buen remedio,


si acaso a Alexo pidiere,


en este instante me acuerdo,


que tengo en la fraldiquera


un retrato suyo, y cierto,


que tan parecido està,


que engañar a su dezeo


podra, yo me lo guardava,


ya no sé para que intento.


Rem. Bien dizes aunque tardaste.


Guio. Bien digo, y te doy exemplo


en la fabulosa historia,


era Rey dizia el cuento,


que de su gloria ambicioso,


partió dexando su Reyno ,


a buscarla en aventuras,


y despues de heroicos hechos,


halló la Cidras de amor ,


las dos primeras hiriendo ,


salen dos Damas hermosas,


clamando agoa si no muero ,


como en estero acabaron,


el entonces mas atento,


a la tercera partio


junto a una fuente , y bebiendo,


quedó a sus piedades viva,


quando el a sus ojos muerto,


tu que el caballero hazes,


297


applicandole este cuento ,


que mi Aguela me contava ,


quando iba a hazerla pucheros


abrela junto al retrato


pues que su sed es de Alexo,


y tendras la dama viva.


Rem. El dichoso pomo hiero


caxa de la mejor joya


pues toda un alma es su precio


Saldra Roma.


valgame Dios que prodigio !


Rom. Dame a Alexo si no muero.


Guio. Señor o dale es retrato ,


o dale los sacramentos.


Rem. Como he de dar el retrato,


si estoy en sus ojos prezo,


y en un instante de amor


corri mil siglos de zelos,


Señora no se que diga.


Rom. Dame Alexo si no muero.


Rem. No està aqui Alexo Señora.


Rom. Ay infeliz que fenezo.


Rem. O le he de dar el puñal


o he de tomar el veneno.


Guio. Quieres hazer esta selvas


de las Cidras cimenterio,


dale el retrato.


Rem. Le doy,


298


mas como si adora a Alexo ,


le he de dar? quien se avra visto,


en lance de mas aprieto


desde que el mundo fue mundo,


desde que el Cielo fue Cielo,


que harè ? Que resolverè,


en tan arriesgado empeño ?


o ella hade morir de amor ,


o yo he de morir de zelos.


Rom. Ya va faltando la vista ,


ya va cansando el aliento,


el coraçon palpitante,


el discurso como ageno,


al fin ya la vida falta.


Rem. Parcas suspended un tiempo ,


y la dé espacio Laquesis ,


Atropos tu rigor fiero


nò corte , que desta vida ,


pendientes van dos alientos.


Guio. Buena fineza de amante?


Rem. Bien dizes, yo me resuelvo ,


viva ella, y muera yo.


Rom. Dame a Alexo si no muero.


Rem. Aqui está Alexo Señora.


Rom. Que dizes que no lo creo,


Alexo, hablame Señor, dale el retrato.


mas ay que es sombra, y no cuerpo,


y aun assi respira el alma ,


299


quando su retrato veo.


Rem. y no solo su retrato ,


mas a el vereis muy presto ,


que està vivo aunque estè auzente


yo mismo añado mis zelos.


Rom. En vuestra vozes revivo


mas quien lo figura


Rem. Remolo,


ayer Infante de Tebas ,


y oy mas por esclavo vuestro.


Guio. No vi Cidra tan hermosa.


Rem. Ya que mi nombre os he dicho,


assi pudiera mi affecto ,


saber el vuestro quisiera,


y deste encanto tan nuevo


la causa.


Rom. Si me atendeis,


decifrarè sus mysterios.


Rom. Mi nombre es Roma, mi principio


nada,


aunque ya de laureles coronada, se mira aseendencia prodigiosa,


con que naci tan noble como hermosa


mi cuna Italia, quando ya crescia,


a Chipre no vivia porque amava,


reynava en ella Alexo generoso,


300


galan Adonis, Marte belicoso,


que en su braço, y su gesto,


Marte, y Adonis hazen un compuesto


a su brio, a su gala, a su cordura,


se inclinè mi altibez, no mi locura,


porque amar un sogero quando es


digno,


mas parece razon que desatino,


al fin tanto leamé.


Rem. Yd adelante.


Rom. Perdona el ser muger, que soy amante,


estas dos hermosuras malogradas,


que Aglaes, y Sabina son nombradas,


en su Corte tambien, por el morian,


haziendonos assi (n)vuestra fortuna


en destino, y nobleza todas una,


Sabina que en estrella tan dichosa


nonbrada estava ya para su esposa,


aunque el joven Señor de su albedrío


burlava su esperança en el desvio,


Aglaes que tan dulce le queria,


que mas madre que dama parecia


desta passion passavamos flechadas,


todas tres bien heridas, mal curadas


quando inpensadamente,


Alexo de su Reyno en su repente,


301


desaparece , y luego claro estava


el espejo en que Chipre se mirava


a buscarlo partieron,


y aunque mil deligencias pretendieró


descubrirle, se dio por impossible


ni traherle quedava muy possible,


porque tanto lloraron nuestros ojos,


y tanta es su crueldad, por mas enojos,


que entre nos otras, y el ya con espanto,


Ay monte de crueldad, y mar de lláto.


passaranse de tiempo en tantos daños,


dirè si mido el tiempo, que dos años,


dos siglos fueron, mas que digo miento,


que ya mido el dolor, y no hallo cuento,


y en una triste auzencia ,


el relox corre traz de la impaciencia,


una mañana pues desengañadas,


ya de nuestro dolor exasperadas


hablando del , llegamos con desbelo


a este bosque, de flores verde Cielo,


tanto nos embebidos,


en el dolor de quien astuno hicimos,


que sin hazer reparo, en tal trespasso,


en un rio cahimos, que haze pasto,


302


a este lugar adonde caso estraño,


ya quali somergidas en tal daño,


este arbol se inclinò que aqui es su


orilla,


y se abrieron,ò rara marabilla!


las tres Cidras que viste, y en sus senos,


[nn] tres recogieron no te informo menos


adonde nos quedamos recogidas ,


o mal vivas infante, o bien dormidas


que mas compassion tiene en tanta


calma,


leño sin vida si, que hombre con alma.


el tiempo que aqui estube, no el que


lloro,


[Clipre] siempre te lo dirà, que yo ignoro,


mas solamente se que agradecida


la libertad te devo con la vida ,


que esta si la de un triste assi se nombra


,


su luz restituyó con esta sombra ,


piedad que Alexo en el retrato ha


hecho,


porque tiene su rostro, no su pecho,


pues caben en su esfera.


semblante de hombre coraçon de siera,


y aun de su sombra la piedad no aprecio,


303


pues la vida me da que ya desprecio,


este el luccesso ha sido,


que a tan estraño encanto me ha trahido,


y en el tu braço fuerte


a las guardas presumo diò la muerte,


y estas dos hermosuras macilentas,


rosas ya desmayadas no sangrientas,


estas infaustas damas, ( mas,


que oy son cenizas si ayer fueron llamuertas


a su passion quando salieron,


de amor vivian, y de amor murieron


porque claro se infiere,


que no vive de amor el que no muere:


quedarán por exemplo a lo futuro


de constancia segura de Amor puro,


y tu que en estes pomos por acierto


bien puedes publicar joven osado.


que las Cidras de amor tienes hallado.


Rem. Por muchas causas señora


admiro el discurso vuestro,


de quien estubo pendente


mi attencion, digo mis zelos, ap.


dizidme aora hasta adonde


me mandaes os vá sirviendo.


Rom. Hasta una casa de campo,


que por este sitio tengo ,


304


y despues, a dios Infante.


Rem. Esse a dios está mui lexos.


Rom. Porque?


Rem. Porque nò se aparta


el que se ha dado por preso.


Guio. Como eres fruta de espino,


no hasde delazirte presto.


Rom. Y las damas? Mas que miro


ya la espesura en sus senos


poco a poco las recoge.


Rem. Pues assi se las dexemos,


que entre su vida, y su muerte.


ay aqui grande mysterio.


Guio. Muy aspera es la mortaja.


Rom. Pira de çarças, y leños,


en un verde mauleolo,


ya nos esconde sus cuerpos.


Guio. Despues de Cidras de amor,


en carrascos se bolbieron.


Rem. Yo os voy siguiendo Señora,


y porque una empreza, [tengo,]


que me quitó de mi patria


por acabar no me queda[o]


en esta Corte a servicos ;


però bolberè de presto ,


girasol de vuestras luzes ,


a viver de sus reflexos.


Rom. Para que , si no soy mia ?


305


Rem. Para que porque soy vuestro.


Rom. No bolbais que es desatino,


Rem. Bolberè porque es acierto.


Rom. Y se quedais desdeñado?


Rem. Tan poco son vuestros seños.


Rom. Si los queries [no] es Alexo [os alexo],


ò bolbais o nò bolbais.


Guio. Ya la Cidra habla en concepto.


Rem. Bolberê a vivir de amor,


aunque me mateis de zelos ,


o hados los de Merlina.


Rom. O` ingratitud la de Alexo ,


como te convences tarde!


Rem. Como me alcançáveis de presto.


Vanse.


Sale Gloria con volante en el rostro , y entanto


que suena la Musica se passea.


Mus. La Señora de las gentes,


reyna de Jerusalen ,


se occulta en estos jardines,


porque la busquen por fé ,


ay de aquel ,


que su rara beldad no llega a ver.


Glor. Ay de aquel,


que mi rara beldad no llega a ver,


ay de aquel que en tal desmayo,


llamado de mi belleza.


306


Se queda como pereza,


y nò corre como rayo,


a muchos miro, y in[ex]cluidos,


pues me buscan tan pezados ,


que siendo tantos llamados,


pocos seran escogidos ,


dichoso aquel joven si,


a si dexe de quererse ,


solo por quererme a mi.


En tanto que la Musica suena, irà saliendo


Falanjes , y passeando Gloria.


Mus. Sus bellos ojos esconde,


hasta su tiempo porque


pretende que ame Jacob,


antes de ver a Raquel,


ay de aquel,


que su rara beldad no llega a ver.


Fal. Pues no ay de mi porque ya


vengo a quitar con desbelo ,


esta nube que a tu Cielo ,


la luz ocultandò està.


Glor. Quien eres joven contrario


a mi respeto constante,


pues veo que de arrogante,


te passas a temerario,


quien la gruta , que haze puerta,


a este jardin te enseño?


307


Fal. Mi diligencia la hallò,


para mi fortuna abierta ,


por mas que occulta se estava,


mi valor la hizo notoria,


mas si acaso sois la Gloria ,


que peregrino buscava ,


dexad vuestro Cielo ver,


aunque hombre humano me hallais.


Glor. Primero que me veais,


teneis mucho que saber ,


mi pecho he de relataros


antes que eche el velo fuera.


Fal. Solo escuchandoos sofreiera,


el tiempo de nò miraros.


Glor. Però primero dizid


quien sois que assi se decreta.


Fal. Soy el Principe de Creta


Falanjes.


Glor. Està bien oyd,


mi padre ElRey cuyo Imperio


no se limita en la tierra ,


pues estiende su dominio


sobre las mismas estrellas ,


criò para su palacio,


una habitacion tan nueva ,


que por nò tener color,


sus noticias son emblemas,


esta Ciudad pues criò ,


308


tan magnifica , que de ella


siendo quatro los que escriven


queda ninguno el que cuenta:


a sus cimientos levantan


Diamantes por la firmeza ,


Safiras por la color ,


Esmeraldas por la prueba ,


por el esplendor topasios,


[Sardines] Jardines por la pureza ,


Amatistes por lo roxo ,


Jacintos , nò por la quexa,


que de su raro edificio


estas han sido las piedras.


este soberbio obelisco


contiene en si doze puertas,


a que componen preciosas


tantas Margarita bella,


y las tiene como enigmas


aun que viven como perlas :


de Cristal sus pavimientos


oro sus murallas regias


del mismo metal las calles,


del mismo espejo las tejas


siendo el cristal tan brillante


de esfera el oro tan tersa


que el cristal , parece al oro,


el oro al cristal remeda ,


en fin para referirte


309


sus esmaltes, sus riquezas ;


aun siendo su lengua yo


parece no tengo lengua :


mi padre , que a su desbelo


mira la ciudad perfecta


de sus grandezas en medio


me puzo a mi por lumbrera


que aun que su compuesto ha sido


de tanta estrella en las piedras


de tanto Sol en el Oro ,


de tanta luz en la esfera


sin mi divina hermosura


sin mi singular belleza


era tierra lo precioso


eran las luzes tinieblas


viendo que sus ciudadanos


quedan pagos solo en verla


de quantos servicios deve


la corona a su nobleza ,


y alli repetidos tonos


todas mis gracias festejan


si es que ay sirenas divinas


con muzicas de sirenas


no quiero que los estraños


los Estrangeros tubieran


de balde, lo que a los proprios


les fue mucha recompensa ;


y assi despuzo que aquel


310


que desta inferior esfera


deste desigual terreno


quisiera [quiziesie] ver mi belleza


no lo alcancè, sin que antes


a precio de sus finezas


Comprè la indiozada vista


para cuya accion suprema


me occulta en estos jardines


donde de mi Corte mesina ,


soy assistida porque,


se nombre en señas diversas,


paraizo quando aqui,


Jerusalen quando en ella


dandome por encantada,


todo su designio era,


hiziesse el merito digno


el que hizo incapaz la essencia.


luego el pregon de la fama


Diò por el orbe la buelta,


con la nueva de mi encanto ,


a cuyos eccos se alteran,


para salir a buscarme ,


los jovenes de mas prendas ,


mas como el camino yerren,


yendo por ignotas sendas,


unos se piedra confusos,


otros pezados se quedan,


tu pues joven alentado,


311


que en estos jardines entras,


de mi deidad verde Cielo ,


de mis pies celeste tierra,


tu que aunque a mi vistra nò


has llegado a mi presencia ,


sin meritos de encontrarla ,


con presunciones de verla ,


si acaso si de mis ojos,


en cuyas luzes se quema ,


el Querube quando pàra,


el Serafin quando buela,


en cuyos luzeros raros,


sin tener noches opuestas,


para vestir tanta luz ,


aciende el Sol siete hogeras,


quieres ver la beldad prima ,


has de renunciar a Creta ,


primero rodo tu reyno,


todo tu fausto , y grandeza,


tu vanidad, tu tesoro,


que en tan feliz recompensa,


todo has de dexar por mi,


y en tener bien pago quedas ,


una silla en mi palacio,


y en mi Corte una assistencia.


Fal Sus propuestas son increibles,


quien tal disparate oyò ,


yo dexar mi reyno,yò!


312


la muger pide imposibles.


Glor. Parece que os suspendeis?


Fal. Vòs me haveis dado occasion,


pues và fuera de razon,


lo que aqui me proponeis ,


si sin ver vuestra beldad,


diere por ella mi ser,


que me queda ya que hazer,


despues de verla?


Glor. Es verdad,


mas para alcançar mi vista ,


con que meritos llegais,


si es que tanto no dexais ?


Fal. Estraña es vuestra conquista,


buscarla,que esta es mi quexa,


no basta,tu vòz me offusca ,


Glor. Nò , que no busca el que busca


y solo busca el que dexa.


Fal. Pues ha de dar su valor


antes que àme , el que nò vé?


Glo. Si si porque aqui la fé


es que haze paso al Amor


Fal. Con que me hallarè si ozado.


doy mi estado sin mas còrte ?


Glor. Con un lugar en mi Corte


que es mas que todo tu estado.


Fal. Que diran si mi grandeza


dexo los que veran?


313


Glor. Diran,mas nada diran


que no ay voz contra fineza.


Fal. Por un capricho que está


en un ver , y en un nò ver


he de pizar mi poder


y olvidar mi magestad.


Glor. O como ya a mis sentidos


dizen vuestros tristes hados,


que aun que sois de los llamadós,


no sois de los escogidos.


Fal Yo mi Reyno a tal crueldad


donde al sol los rayos peino.


Glor. Pues quedad con vuestro Reyno


Fal. Quedad con vuestra beldad. vase


Glor. De todo aquel que infiel


desprecia en culpa notoria


por la banidad la gloria


será metafora el.


Mus. Ay de aquel


que mi rara beldad no llega aver.


Va saliendo Remolo , y Guion.


Guio. La cueva por puerta alli


jardin Muzica extremada,


Señor , Señor la encantada


pienso que anda por aqui.


Rem. Sospecho que aqui la halle,


y una muger que a ver oso


tiene la noche en su emboso ,


314


y el dia trae en su talle


que airosa que se pasea ?


serà entre tantos abriles


la flora destos pensiles


quando la floria no sea


mas si a caso Gloria es.


Glor. Quien me nombra?


Rem. Ella es , señora


un feliz que llega aora


al trono de vuestros pies


despues que en buscaros hecho,


peregrino en cierto modo.


Glor. Aun no lo aveis hecho todo.


Rem Porque?


Glor. Porque os falta mucho.


Rem. No sois vos la Gloria bella,


que en encanto aqui occultò ,


y el que primero la hallò


la dezencanto en su estrella


dando al mundo esta vitoria,


y viendo por cosa rara


vuestra belleza preclara ?


Glor. Es verdad que soy la Gloria ,


mas tambien es verdad si ,


que mi rostro no vereis


ni el encanto acabareis


sin hazer lo mas.


Rem. Dezid.


Glor. Antes de ver mi beldad


315


para tanto merecer


haveis de de xar por ella


todo quanto en vos teneis.


estado , pompas , riquezas


porque si lo hazeis despues,


todo es nada , que la vista


quita el merito a la fé


de otra fuerte, es imposible


que singular alcanseis


ni la gloria de mis ojos,


ni de mi encanto el laurel.


Guio. Hasta la entrañas pide


valga-te Dios , por muger!


Rem. Si assi la ventura dexo


sin la acabar perderé


el honor que en ella gano ,


todo condesenderé


con ella , y mi braço queda


para conquistar despues


mil Reynos, que a los pies ponga


de Roma.


Glor. No respondeis?


Rem. La repuesta gran Señora


vuestro valor os la dé.


Glor. Como?


Rem. Porque siendo tanto ,


todo con vos nada es,


solo siento el ser tan poco


316


lo que por vos dexarè


hijo segundo naci ,


de Agamon de Tebas Rey


con que mi estado es muy corto,


pero deseara ser


para dar a vuestras plantas,


y poner a vuestros pies


Señor de quanto ilumina


el delfico Rosicler


quando en su coche pasea


los quatro polos que ve.


Guio. El hombre perdio el sentido.


Glor. Aun mas por me conocer


tenieis que dexar.


Rem. Dezildo.


Gluo. Recelo que desta vez


hasta el vestido le quite.


Glor! La dama a quien pretendeis


que con medio coraçon


ninguno me llega a ver.


Guio. Esso serà lo que yo


de mejor gana dare.


Rem. La hermosura , aquien adoro.


Glor. Poco en dexarla perdeis,


pues comigo queda Lia


por mas que sea Raquel.


Rem. Mirad que el hombre en sus ojos


llega Salamandra a arder


317


Glor. El serafin de los mios


es quien mariposa fue.


Rem. Señora Amor es destino,


yo adoro , yo quiero bien,


y ninguno a su destino


puede olvidar, ni vencer.


Glor. El que os criò , para mi os criò


mas vòs troceis,


en el passo de eligir,


el destino de nacer,


Rem. Ni todos a lo que nacen


viven Señora.


Glor. Ay de aquel,


Que por seguir su alvidrio,


Dexò burlado su ser,


y ay de vòs que enigma sois,


de los que en tanta esquivez


por seguir un amor loco,


la gloria quieren perder.


Rem. Si, mas dexar lo que vi,


por lo que nò vi?


Glor. Sabed ,


que teneis de vuestro amor


irritada a vuestra fé.


Rem. Dame un instante si quiera,


a pensar.


Glor. Pensadlo bien.


Guio. Todo han de dexar Señora.


318


Glor. A nada reservarè.


Guio. Y si un pobre pescador,


de buen gusto os pretender,


Que averes ha de dexar?


Gloo. Dexarà barcos , y red.


Guio. Y si fuere un hortelano?


Glor. Las flores de su vergel.


Guio. Un pastor con una oveja?


Glor. Ha de dexar esta rez.


Guio. Si es Escriviano?


Glor. La pluma.


Guio. Siendo pintor ?


Glor. El pincel.


Guio. Pues yo Señora resuelvo,


en dexar todo mi aver,


por mirar vuestra hermosura.


Glor. Y todo tu aver que es


Guio. La hambre quando nò como,


y quando bebo el plazer.


Glor. Y tambien la dama dexas?


Guio. La dama no puede ser.


Glor. Porque?


Guio. Porque es la taberna ,


y amola con tanta fé,


que si no miro su ramo,


luego tendre mi cipres.


Rem. Señora aunque mis discurso


porque en vuestro favor es,


319


a vuestra oculta beldad,


singular llega a creer,


ya mi alvidrio no es mio,


y assi todo dexarè ,


como no sea la dama.


Guio. Con ella no me vereis.


Rem. Quedad con vuestra belleza.


Glor. Ydos con vuestro querer.


Mus. Ay de aquel , Vase.


que tu rara beldad no llega a ver


Sale Alexo.


Alex. Por una ascondida gruta,


a estos jardines me entrè


y ando figuiendo una voz,


todo mysterios se ven,


y instrumento en lo escondido


puerta de Abril lobregues ,


si estarà en este pensil ,


que encanto parece, ò fuè


la rosa que ando a buscar,


mas amante que el clabel


mas que miro no està solo ?


Glor. Passos siento, si es por bien,


que galan, que bello joven!


Alex. Que ayrosissima muger !


Glor. En los jardines entrò,


Alex. Passea en este vergel,


a se sol grosera nube,


320


un velo delgado es,


quiçà no querrà luzir ,


solo por no verme arder ,


si acaso gloria serà ?


Glor. Yo soy Gloria, que quereis?


Alex. Ya no puedo querer mas,


Señora pues os hallè, de rodillas.


Glor. Porque no quereis mi vista?


Alex. Fuera el dezirlo altivez,


yo no lo puedo explicar ,


vòs si lo podeis saber.


Glor. Y si no quito el reboço.


Alex. Ya por mi gloria tendre,


si no fuere a vuestros ojos,


el quedar a vuestros pies,


Glor. Levantaos ,


que respectivo !


bien destinto està de aquel,


que al primer passo de entrar ,


pidiò la gloria de ver,


quien sois joven?


Alex. Soy Alexo


de Chipre Princepe que


peregrino en vuestra busca


ando ha mucho , ha poco entrè


en mi patria de quien vos


por mas dicha Cielo haseis.


Glor. Principe heroico que entraste


321


flor deste jardin a ser


dando a la Roza desmayos


dando zelos al clabel ,


donde tu attencion constante ,


tu discreta sencillez


enseña al jasmin verdad ,


a la Clisie acuerda fé,


aunque medroso , o valiente,


porque esto mas proprio es


nò te atreves a mirar ,


y te atreves a creer ,


yo que de mi vista gusto ,


que logres el alto bien,


aunque para merecerla


no haya caudal en tu ser,


quiero proponerte aqui,


las condiciones con que,


si es que aspiras a mi vista,


te has de introduzir.


Alex. Tened,


ya yo por todas estoy,


sin oyrlas.


Glor. Las dirè.


Alex. Porque, si ya las concedo,


sin escucharlas.


Glor. Porque ,


al examen queda mal,


aunque a la fè quede bien ,


322


primeramente tu Reyno


tu estado, fausto , y plazer


has de renunciar por mi,


Alex. Parece no os conosceis


adonde un mundo era nada


dezidme una Chipre que es?


Glor. Tambien haveis de dexar


le belleza aquien quereis.


Alex. Esso solo no es possible.


Glor. Como dezid?


Alex. Como fiel


ni por ver vuestra hermosura


dexarè vuestro querer.


Glor. Que discreto que advertido?


vuestro alvedrio tambien


haveis de dexar por mi,


y alfin todo vuestro ser


fin escusa, fin reserva


que de Amor en esta ley


el que me tubiere a mi


ni aun a si se hade tener.


Alex. Tiempo ha bellissima Gloria


que por vos de mi no sè,


si soy vuestro que pedis?


Glor. Con que en todo concedeis?


Alex. Es afrentar mi sineza


el repetirlo.


Glor. Està bien


323


ya hallê el hombre ˜q buscava ,


aya Musica , y plazer


que oy Alexo generoso


es despojo de la fè:


corra mi belleza el velo


para que tenga esta vez


la fortuna de lograr ,


el valor de merecer.


Quita el volante , y suenan dentro


los instrumentos , y Musica.


Mus. Parabien , parabien


Alexo te den


las flores hermosas,


clabeles , y Rozas,


las esferas bellas,


luzes , y estrellas,


las perlas corrientes ,


luzeros , y fuentes,


los aytes suaves,


Zefiros, y Aves


los hombres tambien


parabien , parabien.


Glor. No hablais, no os paresco hermosa


que dezis?


Alex. Me arrebatè


absorto en vuestra hermosura


adonde dezir no fé


si os veo en tierra diedad


324


si os miro en Cielo muger.


Glor. Parabien me den las flores


joven en este vergel


del triunfo que a mi hermosura


ha consagrado tu fé.


Mus. Parabien parabien.


Alex. Parabien me den los Cielos


de altivo llegar a ver


fin emboso lo divino


lo bello fin esquivez.


Mus. Parabien parabien.


Glor. Parabien me de la tierra


viendo que en ella encontrè


un mortal sin inconstancia


un hombre sin interez.


Mus. Parabien parabien.


Glor. Parabien me den los hombres ,


puesto que el tesoro hallè


que qual descubierto Cielo


en campo escondido fuè.


Mus. Parabien parabien.


Glor. Eya valeroso joven


venid adonde logreis


a vista delRey mi Padre


la Magestad sin desden:


Jerusalen os aguarda,


y en ella que justo es


el laurel de vencedor


325


con la corona de Rey.


Alex. Aunque todo el Cielo hallè


en vuestra Jerusalen,


despues del bien de miraros


ya no me queda otro bien.


Glor. Vamos porque logreis todos.


Alex. Todos en este se ven.


Glor. Y digan flores , y estrellas.


Alex. la tierra , y Cielo tambien


para celebrar mi dicha.


Glor. Para aplaudir vuestra fè,


Ellos, y mus. Parabien parabien. vanse.


sale Remolo , y Roma.


Rem. Como os cuento Roma hermoza


por vuestra belleza rara


dexè la gloria porque es


mi fineza tan hidalga


que el Cielo en la possesion


doy por vos en la esperança ,


y assi buelbo a vuestro ojos


donde os acuerdan mis ancias


la pretension e admitido


o por influxo, o por paga.


Rom. Ni a mi, ni a vos està bien ,


Remolo en tan justa cauza


que compre vuestra fortuna


a cuesta de mi confiancia:


mi primer empleo ha sido


326


Alexo , ausente se halla ,


y no quiero que presuman


que fue mi fé tan liviana


que de ausente pude hazer


lo que no hize de mal paga:


a todo tiempo que buelba


a su Corte, verè cauta


lo que a mi esperança devo,


y si esta me desengaña


entonces sin ser mudable


dexarè de ser ingrata.


Rem. Que puedo aguardar señora’


si encuentro en vuestras palabras


por satisfacion los zelos,


los miedos por esperanças.


Rom. Aguardad que buelba Alexo.


Sale Mirlina.


Mirl. Si vendrà , que aunque en distancia


se mira tan superior,


mi poder,o ciencia rara


a vuestros ojos presente


le harà,dando fin mi gracia,


a tanta duda gemida,


y a tanta fé suspirada.


Rom. En hora buena te vea,


gran Mirlina.


Rem. Ilustre sabia.


Rom. Hazed que paresca Alexo.


327


Mirl. Primero a superior causa ,


ordena mi providencia ,


que a las dos hermosas damas,


que yazen a media vida ,


porque sin mitad del alma,


buelban a su ser primero,


pues el sitio que las guarda,


aqui pizais , ò vos otras


hermosuras desdichadas ,


que entre la vida , y la muerte ,


ya tocais la sombra infausta ,


en mortaja de assucena,


en tumulo de esmeralda,


salid del profundo sueño,


romped la debil mortaja,


Sabina, Aglaes.


Las dos. Que dizen?


Levantanse de las Ramas que las cubren.


Sab. Quien nos busca?


Agl. Quien nos llama?


Sale Falanjes , y Guion.


Fal. Azia aqui las vozes suenan.


Guio. Valgate Dios por fantasmas!


Mirl. Principes , damas ilustres,


que con porfia tan rara


a Alexo esperais haziendo,


en demonstracion tan alta,


exemplo de la firmeza,


328


el sexo de la inconstancia ,


todos renacidas luzes ,


que entre las sombras opacas ,


del encanto conservasteis,


por admiracion preclara,


nò solo la misma vida ,


mas tambien la misma llama,


oydme que rompo el velo ,


pues ya mis vozes desatan,


del metaforico assunto,


el emblema. Yo la savia


providencia soy de Dios,


quando a Alegoria passa ,


el auto , porque ninguna


el nombre mejor alcança


de sabia que su divina


providencia, esta miraba


el llanto que por Alexo,


su esposa, su madre , y patria


hazen , que en esta poesia ,


todas tres passan por damas ,


yo pues providencia justa,


para poder conservarlas


su vida, que en tal extremo


de dolor , ya peligravan ,


al encanto las llevè,


de sus delces esperanças,


donde duraron de agenas,


329


o vivieron de engañadas,


quando el raudal de su llanto,


rapido las anegava ,


de quien es simile el rio,


donde cayeron incautas ,


bolbiendo al supuesto cuento,


donde las Cidras retratan,


a las esperanças verdes,


en que su vida se alarga,


pasiando a otra alegoria,


Remolo que desencanta


a Roma pues de una aldeya ,


que fue en su primera infancia,


donde arrinconada estuvo


del mundo a Corte la passa,


quedando el empleo amado


de sus alras esperanças.


Remolo aqui desta historia.


otra alegoria entabla,


y dexando sombra , y cuento,


bolbiendo solo a la farça,


a ti Remolo te riño,


la osadia remeraria,


de escudriñar los secretos ,


de las sciencias soberanas,


aventurando las vidas,


que mi piedad sustentaba ,


en el sueño deste encanto ,


330


hasta tener mas templadas


sus passiones , y pues ya,


destas prodigiosas damas,


a quien conservè dormidas ,


capaz el dolor se halla ,


de rezistir tanto golpe ,


con vos otras admiradas ,


queden al mirar de Alexo


la fortuna soberana,


donde la corona imbidia ,


quanto ya del trono passa


ò vos otros poderes soberanos,


contra quien no ay distancia ,


ni eminencia,


pues rindis lo impossible,


a vuestras manos.


Hijos al fin de mi divina


sciencia.


Presente mostrareis a estos


humanos ,


Aunque se estè tan lexos,


y a su essencia


A Alexo soberano , y su vitoria,


a todo el mundo quede


por memoria.


Descubrese un trono, y en el Gloria , y


Alexo.


Mirl. En este soberbio trono ,


331


que a penas la vista alcança,


veis Alexo , y veis a Gloria,


dos vidas si con un alma,


ya su corona le ciñe,


ya por su esposo le aclama,


porque por ella dexò,


Dama, Reyno , Padres , Patria.


Agl. Alexo con glora Cielos!


Sab. Que dolor!


Agl. Que pena!


Sab. que encia!


Alex. Dichoso mil vezes yò


dulce esposa soberana


que a tan poco precio pude


comprar fortuna tan alta.


Glor. No menos dichosa yo ,


pues tu alexo me restauras


la fé que andava perdida


ò de inconstante , ò de varia.


Alex. Eres de mi dicha el centro.


Glor. Tu de mi beldad la palma.


Alex. La Corona de mi suerte.


Glor. El esmalte de mis gracias.


Rem. A Alexo veo, pero


el atreverme ala clara


luz de Gloria , quedo ciego


Fal. A mi lo mismo me passa.


Rom. Tambien mirarla no puedo


332


Mirl. Pues tu Roma su faz rara


tienes de ver mas falanjes ,


Remolo no han de lograrla,


Sabina , y Aglaes si


porque handa pizar las plaças


de Jerusalen celeste ,


ya de Roma acompañados.


Fal. Quanto mas lo dissuades ,


mas se empeña mi arrogancia ,


en verla la vista aplico.


Rem. He de beber en sus gracias


la luz Aguila subida ?


Mirl. Castigue vuestra ignorancia


esta nube, que a su Cielo


de vuestra sombra separa.


Cubre-se el Trono.


Fal. Se escondiò , Cielos valedme,


Guio. Buenas noches camaradas.


Rem. Ya señora que de Alexo


la fortuna os desengaña


sea de mi amor el premio


vuestra mano.


Mirl. No ay negarla ,


porque es empeño gustoso


de mi disposicion alta


que Remolo siendo tuyo


en dicha tan elevada


empiece un Imperio heroico


333


cuyas estendidas ramas


cerquen en cordon dichoso;


toquen


desde adonde el Tiber corre


hasta adonde el Indo baña.


Guio. Para que una dama case


menos preludio le basta.


Rom. Siendo disposicion tuya


sogeto mi mano blanca


a su Imperio.


Guio. Y nò haze mucho.


Rem. Tu esclavo soy Roma amada.


Sab. Y yo de un retiro escojo


solo las sombras opacas,


que sin Alexo no quiero


otra dicha, consagrada


alli al Cielo passaré


a los empleos del Alma ?


Agl. Y yo te haré compañia.


Guio Mirad lo que haseis muchachas


qque si si os gasta el dolor ,


eis de bolber a la plaça.


Mirl. Calla loco , esse disinio


a vuestra firmeza esmalta


ilustres Damas, y aqui


pide perdon de sus faltas


ingenio , que torpe escrive


de aquel que afectivo ama.


F I N.

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Posted

21 December 2022

Last Updated

10 October 2024